POV. VERNON
Hubo un tiempo, cuando aún vivía con su antigua manada y no había pasado por el primer celo, en el que era el "alfa" que todos deseaban que fuera. Sus padres estaban orgullosos de él y lo decían en cada reunión, ensalzando cada uno de sus triunfos. Solía entrenar con los demás cachorros que aspiraban ser alfas, jugaba a todos los deportes posibles y conseguía las notas más altas de toda su clase, sin bajar de nivel a pesar de no parecer esforzarse. Cuando iba a jugar con los demás cachorros, era maleducado con los omegas, insultaba a aquellos que aspiraban a ser uno y solía hacer trastadas a los esclavos de su padre, sobre todo a su favorito. No le importaba que alguien más pagara por sus errores, veía como los alfas de su manada actuaban con los omegas sin evitarlo y no parpadeaba cuando ejecutaban a alguien ante él. Tenía que ir a cada reunión de luna llena y demostrar que era el hijo digno del líder del clan, un futuro alfa maduro y capaz de afrontar cada castigo que los miembros de su manada tenían que recibir sin derramar ni una sola lágrima.
Hubo un tiempo, cuando aún vivía con su antigua manada y no había pasado por el primer celo, en el que solo era un niño asustado de la crueldad de su padre y que buscaba su aceptación. Aprendió, a muy corta edad, que debía fingir ser valiente y despiadado, para que no descubriesen que no era más que un cachorro cobarde y miedoso. Odiaba entrenar con el resto, no le gustaba herir a nadie ni practicando y prefería estar en su habitación, jugando a los médicos con los pocos muñecos que había conseguido esconder. Se sentía muy mal por cada insulto que pronunciaba, por reírse de los demás y por tratar con crueldad a quien debería haber considerado inferior. Cada vez que cometía un error o que le gastaba una broma al esclavo favorito de su padre, era castigado por ello y él bajaba a su habitación cuando todos estaban durmiendo y curaba sus heridas, pidiéndole disculpas una y otra vez. Joshua nunca se enfadaba, siempre le decía que siguiese así, que no dejase que su padre le dañase e incluso permitía que durmiese con él cuando el gran alfa se marchaba junto a su mujer.
Ese niño asustadizo, que fingía ser un gigante, se había marchado y solo quedaba el hombre que siempre había querido ser, que Joshua siempre decía que iba a ser. A escondidas de todo el mundo, acabó sus estudios, cogió las maletas y se marchó a algún recóndito rincón donde los humanos necesitaban su ayuda como paramédico. Después de que el omega se marchase y fingiese estar muerto para el resto de la manado, no le quedaba nada por lo que continuar con quienes había llamado familia. Nunca se había arrepentido de su decisión, prefería vivir como un lobo solitario, antes que convertirse en el líder que no era y dañar a aquellos que no se lo merecían porque era la "ley". Si no se hubiese ido, no habría sido capaz de rescatar a Jasmine y la niña aún seguiría desamparada, sin una familia que la apoyase en sus peores momentos y riese con ella en los mejores. Si no se hubiese ido, no habría conocido a su mejor amiga, la mujer con la que se casó y tuvo a la niña más dulce que había visto jamás. Si no se hubiese ido, no habría conocido a Seungkwan ni le habría devuelto a su preciado cachorro para tener la familia que tanto se merecía. Desde aquel día en el que lo dejó todo atrás, supo que debía vivir sin arrepentirse de sus acciones y por eso, se sentía seguro de sí mismo. Al menos, hasta ahora.
Desde que conoció a Seungkwan, había estado yendo despacio. No quería convertirse en el sustituto de su gran amor, no quería gustarle porque el destino lo había decidido así. Deseaba que lo viese como era él mismo, con sus más y sus menos. Era un padre entregado, un hombre que luchaba por las personas que quería y un alfa que haría cualquier cosa por proteger a su compañero, incluso si tenía que ser de si mismo. Iba dando pequeños pasos, para no asustarle, para no hacer que se arrepintiese de haberle dado una oportunidad. No quería que dejase atrás al amor de su vida por él, solo quería estar ahí en el futuro, conseguir algo más que simples sonrisas y una paternidad compartida. No estaba seguro de como actuar, de como no parecer ansioso cuando estaba a su lado, de como evitar que esa tristeza tan profunda que le mantenía en si mismo le alejase de él. Deseaba no tener miedo de equivocarse, de cometer un error tan grave que no habría marcha atrás, de defraudarle. Cuando se trataba de su omega, volvía a ser asustadizo; pero debía actuar de una vez por todas, para conseguir unos minutos a solas, sin estar rodeado de sus cachorros y amigos. Por eso, al aceptar el plan de Seokmin para esa noche, comenzó a idear la primera cita que iban a tener. « Vamos, Vernon, es la primera y no puedes cagarla » se decía una y otra vez mientras buscaba la opción perfecta con ayuda de internet.
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La manada del lago Yang - Seventeen [ +18] [EDITANDOSE]
FanfictionJun es un alfa que ha decidido huir de su naturaleza, quiere alejarse de la vida del lobo y vivir como el humano que siempre deseo ser. Cuando un pequeño cachorro se presenta en su casa diciendo que es su hijo, decide volver a su manada para dejarlo...