XXXVII. Lo siento

2K 289 271
                                    

Dedicado a pxndiicorny

POV. JIHOON

La primera noche pasó sin que pudiese conciliar el sueño, encerrado en una habitación tan pequeña que su lobo se volvía loco y preocupado por lo que ocurriría a partir de ahora. Se abrazó a Kwanhee con la excusa de que estaba reconfortando al pequeño, pero queriendo obtener un poco de tranquilidad para sí mismo. A la mañana siguiente salió de allí tras darle un beso en la frente y susurrarle que todo iría bien, dejó que le condujesen a través de los pasillos de la gran casa y se preparó mentalmente para enfrentar al hombre que había arruinado sus vidas. Entró en la habitación con la cabeza bien alta a pesar de que el olor de los alfas picaba en su nariz y las miradas que le dedicaban le hacían querer salir de allí.

— Buenos días —Le dijo al alfa con una sonrisa que realmente no sentía—. ¿Me buscabas?

— Buenos días, querido ¿Por qué no te sientas y desayunas con nosotros? —Señaló el asiento vacío a su lado y Jihoon se movió hacia allí con rapidez, pensando en Soonyoung para normalizar su aroma y que no supiesen lo que de verdad sentía—. Deja que te presente a mis invitados, alfas de sus propias manadas —Uno a uno fue nombrándoles y diciéndoles el territorio que ocupaban. El omega memorizó sus rostros y sus nombres, quería recordar a los hombres que habían dañado a muchos de sus amigos. No fue difícil reconocer al padre de Vernon, compartían los mismos genes y era la viva imagen de su hijo. A él lo despreció más que a ninguno al recordar las cicatrices que vio en Joshua mientras cambiaban.

— Es un placer conoceros.

« Creo que sería más divertido cagar ladrillos que hablar con ellos » pensó, tan alto que llegó a su compañero. « Normal que no te diviertas, nadie puede superar mi labia, tengo una lengua increíblemente talentosa, y los chistes mañaneros de Seokmin son difíciles de igualar ». « Creo que puedo confirmar lo de que tu lengua sea talentosa, aunque para otras cosas ».

Cogió un croaissant de la bandeja y comenzó a comer dando pequeños bocados. No tenía hambre, pero rechazar la comida podría ser visto como una prueba de su deslealtad y tenía que ser el mejor para ser aceptado. Esperó pacientemente a que alguien hablase o se burlase de él, cualquier cosa que no fuese aquel horrible silencio. Odiaba las miradas de deseo que le dirigían, pero aún más el olor que desprendían.

— Antes de que llegases, mis amigos y yo estábamos hablando de ti —Explicó el alfa, mostrando sus dientes al sonreír sintiéndose el vencedor.

— ¿Ah, sí? —Jihoon levantó la vista, encarándolo y relamiéndose los labios, coqueteando con el mismísimo diablo.

— Les explicaba lo poderoso que eres —Alguien en la mesa bufó, pero el omega no se giró para descubrir quien era. Le importaba bien poco que ellos no le creyesen mientras el hombre ante él confiase en él—. Pero no creen que seas lo suficientemente bueno. Quieren pruebas de tu valía ¿Te ves capaz de demostrar lo que eres capaz de hacer? —Su mano se posó en su muslo y fue ascendiendo hasta alcanzar su entrepierna—. Si lo haces, te haré una recompensa que no olvidarás.

Jihoon quería salir de allí, correr lo más lejos que pudiese y regresar a los brazos de su compañero, al lugar al que pertenecía. Deseaba apartar aquella mano que le provocaba nauseas e ignorar la sugerencia, negarse a estar con aquel hombre que tanto asco le daba. Sin embargo, se tragó su orgullo y apoyó la mano sobre la suya, sonriendo descaradamente. Acercó su rostro a su oído y con su voz más dulce susurró: « Dime que quieres que haga, alfa ». Su risa ronca resonó en la habitación antes de colocar el brazo alrededor de sus hombres y anunciar a la habitación que estaban listos para el espectáculo.

La manada del lago Yang - Seventeen [ +18] [EDITANDOSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora