La manada del lago Yang - Seventeen [ +18] [EDITANDOSE]

XXXVI. No me vais a dejar fuera

Dedicado a _-JunHui-_

POV. SEUNGCHEOL

Tras la comida y después de que los recién llegados se instalasen, Nana llevó a los niños a jugar con la nieve. Fue fácil convencer a las más pequeñas. Melanie no quería cambiar a su otra forma y Jiwoo parecía entusiasmada con la idea de hacer ángeles. A Jasmine consiguieron convencerla cuando Tobias aceptó dejar solo a su padre para cumplir la tarea de Seungcheol. Debía proteger a las niñas como un buen guerrero. Después de haber seguido al alfa alrededor de la mansión, recibir una misión exclusiva para él había sido el culmen del día y había pasado de quejarse por tener que seguir a los cachorros, a llevar a Melanie en brazos para ayudar a Nana.

— Tienes un hijo increíble —Comentó al omega antes de colocarse en su posición habitual para las reuniones, apoyado en la pared cerca de Jeonghan que se negaba a sentarse a menos que la situación lo requiriese.

— Soy muy afortunado de tenerlo a mi lado —Contestó el padre, desviando la vista hacia la ventana donde podía ver al lobo de Tobias ser atacado por dos pequeños cachorros—. Haría cualquier cosa por él.

El nuevo miembro de la manada se había sentado en una silla cerca de la chimenea, desde donde podía observarlo todo, incluso lo que hacían fuera. Junto a él había un maletín que contenía su ordenador, preparado por si lo necesitaban en algún momento. Se había quitado los zapatos, dejando a la vista unos calcetines con dibujos de ordenadores y código binario. No necesitaban más pruebas que demostrasen que estaban ante un excéntrico. Seungcheol aún trataba de acostumbrarse a su presencia, siempre inquieto, incapaz de no mover alguna parte de su cuerpo. Su lobo también trataba de aceptar al omega por culpa del olor tan fuerte que desprendía, una mezcla entre el aroma alfa de su hijo, una variedad de frutos rojos, y la cera caliente.

— Id tomando asiento, por favor —Pidió Jeonghan, situándose a su lado.

Uno a uno, los miembros de la manada fueron colocándose como podían. Los rostros series de sus compañeros indicaban la importancia de la conversación. No estaban haciendo planes de rescate o hablando de como iban a organizar sus semanas, estaban a punto de empezar una guerra. Iban a prepararse para una batalla que no sabían cuando tendría lugar, pero que sucedería antes de lo que creían.

— Creo que todos sabéis el motivo de esta reunión y no necesito explicar nada más —Miró a los recién llegados esperando a que asintieran antes de observar al resto de su familia. Michael, Chan, Minghao, Jun, Vernon, Seungkwan, Joshua, Seokmin, Seungcheol, Mingyu, Wonwoo y Soonyoung le devolvían la mirada, expectantes, necesitando su guía—. Vamos a enfrentarnos a las manadas más poderosas del país y será una batalla dura, debemos estar preparados —Todos asintieron, entendían que sería un gran riesgo, pero no iban a quedarse de brazos cruzados—. Mingyu, llegado el momento, tendré preparado una vía de escape para ti y los niños. Los protegerás con tu vida —El omega sonrió, sabiendo que su líder estaba dándole una misión para que no se sintiese inútil por no poder participar—. Melanie, Jiwoo, Jasmine, Kwanhee y Tobias deben quedarse fuera de la lucha ¿Estamos todos de acuerdo?

— No —La voz del pequeño alfa hizo que todos se girasen y le observasen en la puerta, vestido con un simple abrigo para no pasar frío antes de volver a cambiar. Debía haber entrado a por la botella de agua que sostenía en las manos y como su olor estaba en Kim, nadie se había percatado de su presencia. Para no haber sido entrenado, se movía como un guerrero, sin hacer ni un ruido—. No me vais a dejar fuera —Jeonghan entrecerró los ojos, su poder llenando la habitación, pero el niño no se amedrentó—. Sé que no soy un adulto para los humanos, pero ya he pasado mi primer celo y tengo fuerza suficiente como para luchar, solo necesito entrenar. Soy adulto en nuestro mundo, mi padre alfa era más pequeño que yo cuando empezó.