La manada del lago Yang - Seventeen [ +18] [EDITANDOSE]

XXX. ¡Kwanhee!

Dedicado a Omilen910

POV. SEUNGCHEOL

Lo primero que sintió al abrir los ojos fue la lenta caricia de una nariz contra su hombro. Se trataba de un movimiento lento, inconsciente, que le hacía sentir demasiado bien como para querer despertarse. Sin embargo, no podían dejar sola a su manada cuando habían pasado por una situación difícil. Necesitaban un plan de protección mejor y asegurarse de que Michael era una buena adición a su familia. A pesar de que sabía por qué había estado espiándolos, no podía arriesgarse. La situación se había vuelta más peligrosa de lo que creían. Debían mantener a los cachorros a salvo y pensar en darles un futuro sin miedo. Era un misterio cómo Jeonghan había sobrevivido durante años de liderazgo sin migrañas o dolores por culpa del estrés.

— Buenos días, ángel —Murmuró con la voz ronca por el sueño, pero sin conseguir que su omega se despertase. Se limitó a suspirar y acurrucarse más cerca—. Vamos es hora de despertar, nos necesitan —No se quejaba de la cercanía, pero necesitaban volver al mundo y atender los problemas que la manada pudiese tener.

— ¿Qué hora es? —Abrió los ojos despacio, volviéndolos a cerrar cuando la luz del día le alcanzó.

— Casi las tres —Acarició con lentitud su brazo, subiendo hasta su hombro y deteniéndose al llegar a su marca de apareamiento. El intrincado dibujo no representaba a su familia, era diferente al que había visto en el resto de las omegas con los que vivía—. ¿Qué es esto?

— Nos apareamos ¿Recuerdas? —Jeonghan se burló, divertido por su reacción, pero Seungcheol no le siguió el juego y se concentró en el dibujo. Había visto ese dibujo antes, en los libros que tenía guardados su padre...

— Ángel, el destino de esta manada eres tú —Susurró con asombro y argullo—. Desde siempre, estábamos destinados a venir a ti —Su voz sonó entrecortada por la emoción. Su gran y valiente omega, que había luchado a través de la adversidad, había sido escogido por la luna para liderar a su grupo. El primero de su clase en desearlo y conseguirlo. Ahora nadie podría discutir su posición o tratar de alejarlo como en el pasado. La manada era suya para liderar y guiar.

— Claro que sí, eres el alfa de la manada y yo soy tu compañero. Estábamos destinados a reunirnos todos —Jeonghan se incorporó sobre su codo para mirarle bien, preocupado. No parecía comprender lo que estaba tratando de decirle.

— No, no lo entiendes. Eres tú, no yo. Eres el líder al que estamos destinados, yo solo soy tu compañero.

Lo miró con los ojos brillantes, desconcertado, antes de levantarse y alejarse hacia el espejo. Parecía desorientado y Seungcheol quiso ir con él, darle el apoyo que necesitaba. Sin embargo, cuando fue a incorporarse, se dio cuenta de lo que decoraba la espalda de Jeonghan. Se sentó de golpe, mareado y comprendió que estaba pasando algo más importante que la simple marca de alfa en su hombro. Algo había cambiado en su omega, algo había despertado en su interior y el poder que emanaba de él era abrumador.

El omega se giró antes de llegar al espejo, parecía sentir como las emociones de Seungcheol se disparaban. Antes de que pudiese reaccionar, se encontraba sentado a su lado en la cama, acariciándole el brazo. De pronto, el movimiento tranquilizador se detuvo y cuando el alfa miró a su omega, se encontró que miraba su mano con el rostro tan pálido que parecía que se desmayaría en cualquier momento. Siguiendo el mismo recorrido que sus ojos, se encontró con un tatuaje parecido al que tenían Soonyoung y Joshua. Aunque mostraba los emblemas familiares de Jeonghan como los de sus amigos, el suyo era más grande y abarcaba más; además, mostraba la marca del líder, señalando que era su compañero.