La manada del lago Yang - Seventeen [ +18] [EDITANDOSE]

XXXIX. VUELVE CONMIGO, WONWOO

Dedicado a jiminie_michi

POV. MINGYU

Tres días después, llegó la hora de partir. Mingyu, junto a las niñas, emprenderían un pequeño viaje hasta la casa de los abuelos de Jasmine y Melanie. El hombre había estado al mando de una compañía de seguridad durante años hasta que tuvo que ceder el negocio a sus hijos y en cuanto supo lo que pretendía hacer su yerno, ofreció su protección a todo aquel que no fuese a luchar. Nana se había negado a ir, alegando que la necesitaban en otro lugar y consiguiendo que las niñas se aferrasen a ella entre lágrimas. Se habían encariñado de la anciana en muy poco tiempo. Era la magia que desprendía, hacía que hasta el más fiero de los animales ronronease como un gatito y se acercase a ella. No necesitaba hacer nada, su presencia era suficiente para tranquilizar a todo el mundo.

— ¿Lo llevas todo? —Preguntó Wonwoo mientras le pasaba una de sus chaquetas para que tuviese su olor cerca y se calmase a pesar de la distancia que les separaría—. ¿Me avisarás si pasa cualquier cosa?

— Lo llevo todo —Dobló la prenda y la metió en la maleta junto al resto de su ropa—. Te avisaré, pero no soy yo quien se pondrá en peligro —Le miró con seriedad, el olor del miedo salía de él en oleadas, pero no era capaz de ocultarlo—. No sería capaz de sobrevivir sin ti.

Había llegado la hora de tener la conversación que tanto les incomodaba, pero era necesario cuando existía la posibilidad de no volver a verse. Aquella podía ser la última vez que estuviesen juntos y cada palabra contaría para mantener el recuerdo vivo. Wonwoo se acercó a él, sosteniendo sus manos y sonriéndole con la dulzura que le caracterizaba. Sus ojos brillaban imperceptiblemente a causa de la emoción contenida y el temblor en sus manos mientras le acariciaba hacia evidente lo mucho que le iba a costar hablar.

— Sé que eres más fuerte que el lazo. Mantente con vida, el dolor se volverá soportable y el bebé necesitará a uno de sus padres a su lado. Si no puedo ser yo, al menos te tendrá a ti. Nunca me perdonaría si por mi culpa os pasase algo a los dos.

— Por eso tienes que volver con nosotros —Susurró con voz entrecortada, cerrando los ojos para que las lágrimas no se deslizasen por sus mejillas. Una vez que comenzase, no podría parar—. Vuelve conmigo, Wonwoo.

— Lucharé con todas mis fuerzas y cuando me quede sin ellas, seguiré luchando —Le prometió, besando sus mejillas donde las lágrimas habían comenzado a caer—. Somos el uno por ciento en universo lleno de probabilidades desfavorables, conseguiremos volver a estar juntos de una forma u otra. Siempre volveré a ti, aunque tenga que ser en otra vida —Besó sus labios con delicadeza como si pudiese romperse en cualquier momento. Si se alejaba, si se marchaba, Wonwoo desaparecería.

— Te quiero —Sollozó, rodeándole la cintura con los brazos y agachándose para facilitar el beso.

***

Seungkwan se agachó delante de su hija y besó su nariz con cariño antes de abrazar a Melanie que rio, demasiado pequeña para comprender lo que estaba pasando. Se la entregó a Vernon que después la colocó en su carro y se despidió de la mayor con dificultad. Sus emociones quedaron visibles para el resto de la habitación y Mingyu sintió que su corazón se apretaba con fuerza. El miedo a perder a sus seres queridos se volvía cada vez más insoportable.

— Acuérdate de estar en reposo y no hacer ningún movimiento brusco —Sentenció el médico, preocupado por él—. Ya he avisado a los abuelos de las niñas, estarán pendientes de que no haya ningún problema —Suspiró para contener la tristeza que le embargaba—. Cuídalas, Mingyu, pero sin olvidarte de ti —Apretó una de sus manos con cariño y se movió para dejar que los demás se despidiesen de él.