12. Es solo el principio.

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-Adiós, Sebastián- me despido.

-Que tenga un lindo día, señorita Elizabeth- responde antes de marcharse.

Entro al edificio, los pasillos ya están llenos. Personas pasan corriendo de un lado a otro, otros platican y se van a la cafetería. Los de equipo de Béisbol lanzan una pelota de un extremo a otro. Entre ellos veo a Chase y el me ve a mí y los dos nos ignoramos.

Últimamente me ha dejado en paz creo que me dio tregua y espero que dure. Aunque no se aún tengo mis sospechas que trama algo, no es una persona de fiar.

Llego a mi casillero.

-Libby- me llama alguien que se de quien se trata. - sé que no me incumbe pero en verdad me quede con la curiosidad de saber de qué trataban- habla con gran velocidad Jay.

Yo me quedo callada, como le digo que no las tengo, que de la nada desaparecieron y que alguien las tomo.

-No las tengo- confieso.

-se que tienes tus razones en no querer confiar en mi pero te puedo seguir ayudando- agrega aun sin mirarme y fingiendo que busca algo en su casillero y lo agradezco no quiero que se meta en problemas por mi culpa.

-Es en serio, no las tengo- le aseguro abatida mirándolo un poco.

Me mira por unos segundos tratando de comprender las cosas.

-¿pero como, que paso? -pregunta confundido.

Me acerco y apropósito tiro lo que tiene en la mano que son documentos digitales.

-Lo siento mucho- me disculpo y me inclino a recogerlos y él también lo hace algo extrañado.

-Te explico en la hora de receso- propongo. - en el salon de teatro- veo que Chase se acerca, me pongo de pie entregándole sus cosas.

-¿hay un problema aquí? - pregunta cuando llega.

Niego con la cabeza con indiferencia. Me doy media vuelta y cierro mi casillero.

Justo lo que quería evitar.

**************

Jay no llego al lugar y la verdad no esperaba que lo hiciera, aunque no era por eso que lo había citado ahí necesitaba averiguar mas sobre la junta y tal vez algunos que estaban ahí chismiaban de lo que habia pasado ayer pero no hubo nada, era como lo sucedido nunca hubiera ocurrido. Tampoco eso me sorprendía, ya me lo habia imaginado.

-Por favor hagan sus parejas con el de atrás- dice el profesor de artes culinarias.

La clase se alborota y comienzan a juntarse. Al voltear no hay nadie.

Yeih. Celebro dentro de mi cabeza.

-Profesor yo no tengo pareja, puedo...-me interrumpe.

-Oh no, no. Usted jovencita necesita una pareja, la última vez que estuvo sola indendio mi salón- acusa dramático. El salón ríe mientras yo bufo diría que me sonroje pero no nunca lo hago. Soy una chica algo rara a pesar de tener una piel muy blanca no me sonrojo.

Gracias por recordarles ese vergonzoso día.

-Pero todos tiene equipo- me justifico tratando de ocultar mi sonrisa.

El profesor va agregar algo más cuando tocan la puerta y veo alguien parado.

¡No! ¿Por qué una sola vez el mundo está a mi favor?

Esperen...Chase va en esta clase.

Recargo mis manos en mi frente maldiciendo mi suerte.

-Qué suerte que aún faltaba alguien-se alegra el profesor.

No Confies En NadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora