Cierro la puerta con alivio al no ser descubierta por mamá. Me alejo de la puerta y sin hacer ruido saco de mi pequeña mochila a todos mis amigos para jugar a la comidita.
Me hinco en el pasto y tiendo una manta para poner los trastes y la comida. Acomodo todos alrededor de la manta y sonrió con alegría.
Miro el cielo oscuro lleno de hermosas puntidos blancos que brillan en el cielo, mamá me ha dicho que esos puntitos son estrellas. Me gustaría poder algún día poder tocarlas.
Me acuesto en el pasto que tiene una textura rara que hace que me pique la mano. Meto mis manos a mi chamarra y soplo fuerte por mi boca para que el humito blanco salga de ella. Me rio tapándome la boca. Lo hago de nuevo llevando mi mano a mi boca como le hace papa cada vez que fuma. Vuelvo a reír.
Escucho que un carro pasa por la calle y se detiene justo enfrente de la casa apenas es iluminada por la luz de la calle.
Me acerco con cuidado al patio delantero y entre los arbusto logro ver la camioneta negra que tanto nos visita.
¿Por qué habrá venido de nuevo el señor sujeto?
Corro hacia donde están mis juguetes y los sostengo todos en mis brazos de una sola vez y entro a la casa, dejando derramado la comida en el patio.
Dejo tirados los juguetes en la cocina y corro a escaleras abajo con Maya de la mano.
—Lizzy, que he dicho sobre bajar—dice su mamá sin voltear a verme.
—Mamá, está el señor Sujeto afuera.
—Ahora que quiere.
Subo detrás de ella, jugando mientras subo los escalones. Tarareo una canción que mamá suele cantarme cuando estoy enferma.
Muevo la muñeca enfrente de mí danzando con ella. Sonrió divertida.
La muñeca se me cae de las manos cuando mamá tira de mí hacia atrás, tapándome la boca. Entramos a mi habitación
Frunzo mi ceño molesta a hacerme tirar mi muñeca y no poder recogerla antes.
Mamá lleva su dedo índice a mis labios indicándome que guarde silencio.
—Es hora que te duermas—me da una sonrisa rara. Quiero replicar pero de nuevo pone su dedo en mis labios. —No hagas ruido—susurra. —No salgas de tu habitación—dice antes de cerrar la puerta detrás de ella.
Muevo mi cabeza hacia a un lado no entendiendo la actitud de mamá. Me quedo en silencio en mi cama pero las voces detrás de la puerta llaman mi atención.
Es una voz fuerte pero no logro entender nada de lo que dice.
Curiosa de saber quién nos ha visitado, salgo de la cama y pego mi oreja a la puerta. Trato de escuchar la voz del Señor Sujeto pero no logro distinguir nada.
Abro un poco la puerta y asomo un ojo para ver el pasillo donde no hay nadie.
A gatas cruzo el pasillo y me quedo quieta al final de este al escuchar la voz de alguien elevarse con enojo.
—Solo danos el prototipo y los dejaremos en paz —suspira con pesadez un hombre quien intenta controlar su enojo.
—Ya se los dije. No funciono. No hay nada, fallo igual que lo otros —habla papá con tranquilidad.
—¡Entonces danos por una puta vez la formula! —patea una de las pequeñas mesas de la sala.
—Como ya le dijo mi esposo, no tenemos nada. Así que les pido de por favor que se retiren—demanda mamá.
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No Confies En Nadie
Mystery / ThrillerElizabeth Mayer es una chica con una vida ¿normal? ese no es su caso ni siquiera ella es normal, hay algo que la hace diferente, algo que ni siquiera ella sabe. Ella fue adoptada a los 6 años pero sus recuerdos mas atrás de eso son borrosos y confus...