6. Mensajes.

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Entro a la casa y dejo mi mochila en la mesita que encuentro en mi camino y me encamino hacia la biblioteca. Retrocedo unos pasos cuando veo alguien en la sala y entro.

-Hola, enano- saludo a Eddy que lee un libro muy desinteresado.

-¿a quién llamas enano? Esto así- acerca su dedo índice al pulgar- de alcasarte- alardea y vuelve su vista a su libro con aburrimiento.

-pero aun estas más pequeño que yo así que para mí sigues estado enano- me encojo de hombros y giro sobre mis talones.

Eddy es un chico de 15 años sino me equivoco, es sobrino de Claudia que lo cuida a pesar de su edad pero comprendo a sus padres es un pillo de primera que necesita vigilancia las 24 horas pero no se puede y se conforman en que se quede con Claudia a que se quede en casa solo, de seguro hoy tiene doble turno su madre que trabaja de enfermera o...este de visita que significa que se ha metido en líos y se esconde de sus padres.

—¡oye libby! — me grita desde el pie de las escaleras.

—¿Qué pasa? —asomo mi cabeza sobre el barandal para verlo.

Sube los escalones en dos en dos hasta llegar a mí.

-¿quieres ir a tomar un helado? - pregunta.

- eso significa salir de casa...así que no- trato de subir pero se interpone

-por favor-junta sus manos.

Hurgo en mi mochila y saco mi teléfono.

-Pásame tu cuenta y te transferiré dinero y te compras tu helado- trato de nuevo de subir pero es en vano.

Hoy en dia ya no exiten las monedas o los billetes todo se transfiere por cuentas quieres 5 quineles debes de dar tu cuenta pero tu lo comandas diciendo que transferirás o daras dinero en un lapso de tiempo y después se cierra. A los niños pequeños tienen un código que es seguro para que ellos gasten.

-No puedo salir- rueda los ojos al recordarlo.

- ¿ahora qué hiciste? - niego con la cabeza.

-Nada...malo- alzo una ceja de "no te creo"-Bueno no tan malo- lo sigo mirando fijamente- Okay muy malo pero eso no te interesa- dice a la defensiva. Alzo mis manos en forma de rendición.

-No tengo ganas de salir hoy.

-No creo que a Claudia le agrade que sepa que le metiste.

-No sé de qué estas hablando- miento y sigo mi andar.

-Entonces creo que me confundí porque ayer por la noche crei verte correr por el jardín y entrar por la puerta de servicio pero claro no pudo haber sido tú porque tú estabas en casa- lo volteo a ver con los ojos entrecerrados.

-Pequeño manipulador-bajo las escaleras con pesar.

-Oye, lo quise hacer por las buenas y no quisiste, no me dejaste otra opción- dice con simpleza.

-Pero aun así me la hubieras cobrado después o ¿me equivoco?

-Chica lista- me sonríe.

Llego hasta donde esta Claudia.

-Tía, ¿ahora si me dejaría ir? Libby me acompañara y me estará vigilando- termina con una gran sonrisa mostrando sus dientes blancos.

-¿En serio? -me mira

-Sip, en serio, no quitare mi vista de él- le aseguro.

-Está bien, pero los quiero antes de las 6- avisa antes que crucemos la puerta.

No Confies En NadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora