26. Fue sin querer

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Recargo mi frente en el volante pensando que hacer. Estas fotos me dicen mucho y a la vez nada. Puede ser una mentira de M, pero M siempre me ha dado la verdad con algo de juego pero me la ha dado. Además que provecho sacaría mintiéndome, poniendo en duda lo que Jay hace. ¿Entonces significa que Jay no está de mi lado? ¿Le está dando esta información a alguien? ¿Pero para qué?

La confusión domina mi mente y me hace desconfiar de Jay. ¿Por qué le interesaría esta información? ¿Es por eso que ha insistido en acompañarme? ¿Él puede saber más de lo que dice? Espera detente...pero también puede ser algo bueno, ¿no? «Si claro cómo en que» me regaña mi conciencia. Bueno no tengo algo aceptable pero él tiene que darme explicaciones.

Interrumpen mi conversación internamente al escuchar que tocan mi ventana.

—Señorita, no puede estar dentro del carro por mucho tiempo—habla un hombre mayor uniformado.

—Sí, disculpe—digo prendiendo el motor.

—que tenga un lindo día.

—Gracias, igualmente—digo antes de marcharme.

Volteo hacia el asiento de al lado, debajo de las fotografías he dejado la cinta. Checo la hora y aun me da tiempo de pasar a la casa e ir por la cámara para reproducir el video.

Entro en la casa dando grandes zancadas y me detengo en seco cuando llego a mi habitación y encuentro la puerta abierta. Me acerco cautelosamente y respiro más aliviada al encontrarme con Claudia aunque ella aun no me ha visto.

—¿Buscas algo en especial? —bromeo.

Se da vuelta un salto llevándose una mano al pecho.

—Cielo santo, casi me matas de un susto—se queja sonriéndome algo nerviosa.

—Como tendrás la conciencia. No deberías estar aquí.

—Solo ordeno un poco.

—Te meterás en líos, mi padre dejo muy en claro que ya no estas a mi disposición—le recuerdo.

—Tienes razón, me retiro. Con permiso—inclina un poco su cabeza al terminar de hablar y se marcha dejándome sola en mi habitación.

Qué raro, recuerdo a ver dejado la puerta con llave. Al ponerme a pensar cómo es que entro a mi habitación. Le tomo poca importancia y busco lo que he venido. guardo la cámara en mi mochila y salgo de la casa y entro de nuevo al auto. Un poco alejada de mi casa y de casa de Chloe me aparco a un lado de la carretera.

Pongo el cassette dentro la cámara y le pongo play.

Después de años de investigación nos hemos con topado con algo que va mas allá nuestras perspectivas pero temo informar que es demasiado riesgoso seguir explorando zonas que nadie antes había llegado. Es más allá de lo habíamos prevenido y corre peligro nuestra integridad— dice Horacio, mi papá biológico. Se escucha agitado y consternado. Sus ojos no se quedan quietos como si tuviera miedo. Su rostro luce fatigado y parece alterado.

La cámara se mueve y luego se vuelve enfocar hacia el laboratorio. Mi boca se abre un gran "o" cuando veo que Horacio tira las maquinas que están sobre la mesa. Les lanza químicos a otras que están sobre la pared estas pronto empiezan a saltar chispas por el corte sé que ocasiona por dentro. Todos los químicos que tienen lo tira al suelo, todos sus instrumentos igual los destruye pero eso no es lo que llama mi atención si no la forma en lo que hace. Se nota su furia, su frustración en cada movimiento pero en su rostro lo consume el miedo.

—¡DETENTE!—grita otro hombre y se acerca a detenerlo. El hombre le da la espalda a la cámara y no logro ver su rostro. Forcejean ambos mientras discuten.

No Confies En NadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora