73. De vuelta al Pentágono

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—¿con quién hablas? —me sobresalto y dejo de maldecir al teléfono por no tener más grabación.

—Con nadie—doy media vuelta dejando mi teléfono en mi bolsillo.

—¿está todo en orden? —pregunta al ver mi mal humor con el teléfono.

—Si—volteo a verlo cambiando mi expresión. —¿y Chase?

—Sera mejor que nos vayamos de una vez—se encoje de hombros pasando a mi lado, dirigiéndose a la salida trasera.

Lo miro con suspicacia, dándome media vuelta para ver donde esta Chase.

Lo encuentro en el suelo medio inconsciente con una esposa en la mano atado a la mesa.

Giro mi cabeza sobre mis hombros pidiendo una explicación a Rick.

—Intento golpear—se encoje de hombros. —Él empezó.

—Muy maduro de tu parte.

Me acerco a Chase que comienza a despertar. Le doy unas palmaditas en mejilla y luego con pesar presiono un poco su brazo. Levanta de golpe, quejándose de dolor.

Me mira y luego se lleva una mano a su mejilla, donde esta roja.

—Rick, la llave—demando extendiendo mi mano.

Rueda los ojos con fastidio.

—Persona incorrecta—chasquea la lengua con irritación. Las esposas se iluminan repitiendo o que ha dicho Rick y enseguida se apaga para liberar la muñeca de Chase.

—Gracias—respondo con una sonrisa sarcástica.

Chase le lanza una mirada de fastidio y se masajea su mejilla.

Me siento en el suelo pegando mi espalda a la pared.

—Lo siento—murmura Chase acercándose a mí y extendiendo sus piernas con la espalda pegada a la pared igual. —Por lo de hace un rato. Fui un completo idiota

—No importa.

Abre su boca para decir algo pero al final se arrepiente y la vuelve a cerrar.

—¿Cómo sigue tu herida? —pregunto para romper el incómodo silencio.

—Ya no duele tanto —responde, volvemos a quedarnos callados.

—Chase...

—¿en serio le harás caso a él? —me recrimina.

—No es cuestión de hacerle caso a él, es lógica. Además tampoco es que tenga opción, hasta el momento es mi única ayuda y no por elección.

—Gracias, es un placer también estar contigo—habla Rick desde la cocina.

Ruedo los ojos divertida y niego con la cabeza sin decirle nada.

—¿Entonces cada quien por su lado?

—Yo sugiero que si—sonrió a medias.

—Yo estoy de acuerdo con ella—habla de nuevo Rick interrumpiéndonos y apoyando se en una mesa cerca de nosotros.

Volteo a verlo aniquilándolo con la mirada que lo interpreta bien y sonríe con burla.

—Iré a modificar el cañón para que te largues pronto—habla Rick saliendo del lugar.

Ambos lo agradecemos y Chase retoma nuestra plática:

—¿entonces a dónde iras?

—Aún tengo que hacer algunas cosas después me largo aquí —Le explico. —Pero entre más pronto salgamos de aquí, más posibilidades haya que no nos atrapen.

No Confies En NadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora