45. Al fin puedo respirar

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En mi mente aún se reproduce una y otra la imagen. Como si otra vez sucediera pero esta vez en cámara lenta. Sus manos cubiertas de guantes negros llegando a la parte superior de su cabeza para retirar la capucha y la máscara que cubría el puente de su nariz hasta el cuello.

Su corto cabello rubio rozando sus hombros, sus ojos verdes como serpientes mirándome fijamente, su mirada dura que tanto la caracterizaba. Tantas veces pensando en ella, viéndola en mis peores pesadillas y ahora la había tenido enfrente tan solo unos minutos o tal vez horas.

Abro los ojos, giro mi cabeza donde antes estaba Morgan parada, ahora solo hay hojas secas. Me levanto de la posición incómoda que me he quedado mientras me desmayaba. Hago una mueca de dolor al sentir crujir mis huesos en cada movimiento. El tobillo y la rodilla me palpitan de dolor, que gracias a la adrenalina había olvidado por completo.

Arrastrando mis pies me encamino hacia la salida del bosque, en el camino recojo mi bolso que se me cayó en la pelea. Resoplo con enojo al ver mi bolsa rota por la correa. Cruzo la carretera y como puedo salgo del laberinto de calles para llegar a la avenida. Mientras espero que el semáforo se pase a rojo, aprovecho para hacerle un nudo a la correa del bolso para colgármela en el hombro y que cruce sobre mi pecho. La bolsa está abierta permitiéndome ver el contenido.

Un pánico me recorre con gran velocidad al ver el segundo wolkie-tokie. Llevo mis manos a mi cabeza tirando de mi cabello con leve jalón.

Mierda, Will. ¿Dónde estás?

¿Cómo es posible que lo atrapara? Si..."M" estaba enfrente de mí y Will estaba mucho más atrás que nosotras...

Aprieto mis labios al caminar más deprisa y sentir el dolor pulsarme en mi tobillo pero eso ahora no importa, lo más importante es encontrar a Will. Debo de ir por el auto así poder ¿buscarlo?

Ni siquiera tengo la menor idea por dónde empezar a buscar, podría estar en cualquier parte. Lo podría tener Morgan torturándolo. No, no, no. Debo de ir al auto tal vez, el haya dejado caer algo para seguirle la pista. No es el cuento de Hansel y Gretel. ¡Ya lo sé, maldita sea! solo intento no desmoronarme en este momento.

Debo de encontrarlo, debo de encontrarlo vivo. Si algo le llega a pasar, nunca me lo perdonare.

Escucho los ladridos del perro, ladra una y otra vez. Ya mero llego, ya mero. Cierro los ojos para no llorar para entrar en desesperación.

Toda ha sido por nada. Solo ella estuvo jugando, para qué, para que al final lo único que consiguiera fuera una estúpida caja vacía y secuestraran a Will. Todo por mi culpa. Todo por querer tener respuestas de mis padres, de mí. Pero no obtuve nada. Soy tan estúpida, cómo me deje engañar de esta forma como pude creer ciegamente a "M". "M" es Morgan, como es eso posible aunque ahora siento que nada puede ser mar extraño después de saber que en mis venas corren un nuevo ADN pero ¿Por qué ha hecho todo esto? ¿Por qué fingir...su muerte?

Mi cabeza empieza a darme vueltas con tantas cosas que procesar. Me sostengo de la pared para no caer. Es demasiado...no puedo...

NO. No puedo rendirme ahora, no puedo caer. Primero debo de encontrar a Will antes que nada después ya podre venirme abajo, hasta entonces no...

Mientras camino donde los ladridos del perro son más potentes algo se me cae encima, como un cuerpo. De la impresión doy un brinco para atrás al comprobar que si es un cuerpo. Agarro su brazo, lo derribo.

A veces me sorprendo de la habilidad que tengo de pelear porque no creo que las pocas clases que me ha dado Rick me hayan hecho una experta...

La persona se queja y se hace un lado sosteniendo su abdomen y al girar veo su rostro.

No Confies En NadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora