No Confies En Nadie

30. Un largo viaje a los brazos de Morfeo

Maratón 2/4

Ni si quiera pienso en gritar, me he quedado muda y mi cuerpo rígido por mas que quisiera cerrar los ojos no puedo y sigo observando la bestia pero antes de que esta pueda enterrar sus tentáculos. Se sacude y aúlla de dolor, se quita encima de mí y se retuerce tratando de quitar algo de su cuello que rasca sin cesar. El animal termina corriendo hacia la oscuridad. Me levanto y me sobresalto cuando me encuentro enfrente de otra bestia pero con diferente aspecto aunque comparte la misma deformación tienen características diferentes. Este está a punto de atacarme. Mueve su pata sacudiéndola en la tierra preparándose para lanzarse a mí. Un rugido sale de su hocico y se acerca a mí pero no llega cuando un carro lo lanza hacia la pared.

Suspiro con alivio y entro al auto.

—Ya era hora—trato decirlo con humor para aligerar el ambiente.

—Larguémonos de este maldito lugar—acelera mucho más.

***

Cierro la puerta del casillero y dejo descansar la cabeza en él. Apenas si había podido dormir por el dolor y es que esta mañana había amanecido peor que nunca. Todo mi cuerpo gritaba un descanso, tenía moretones en todo mi cuerpo y me dolía en cada movimiento que hacía. También el cansancio se había instalado en mi cuerpo y parecía que mi ser es una buena estancia para estar por un tiempo como si el cansancio fuera una persona que estuviera viajando por mucho tiempo y había encontrado hogareño mi cuerpo para quedarse.

Escucho voces y reconozco a dos. Volteo a todos lados para esconderme y entro en la primera puerta que encuentro y me quedo parada pensando en que hacer. He entrado a un salón y el profesor esta volteado escribiendo algo en la pizarra explicando el video que se está reproduciendo. El salón esta algo oscuro excepto por el cañón que transmite el video y por fortuna la puerta esta atrás y no enfrente como siempre. No es opción salir vengo escondiéndome de Chase toda la mañana y no pienso soportarlo aún menos cuando esta su querida hermana, no señores. Me siento en un pupitre vacío y saco mi Tablet para hacer "anotaciones" pero mejor me recuesto en el asiento para descansar un rato. Lo bueno que ya no tendré que ir a mi última clase, lo malo es que ahora me salte otra...

—pss, ¿Qué haces aquí? —me volteo a ver al de alado y me encuentro con Will.

—¿esta no es la clase de Galindo?

—No—ríe. —Estamos en historia de la tecnología —me encojo de hombros.

—Ya no tendré que ir a mi última clase—va hablar pero lo hago primero yo. —Mejor cállate y avísame cuando termine la clase—digo mientras me acomodo mejor sobre la mesa. Cruzo mis brazos en el asiento y recargo mis manos en ellas.

—no te puedes dormir sería lo mismo que no estar en la clase—me reprende.

—Tienes razón mejor iré otro lujar a descansar—levantándome del asiento y saliendo del salón sin ver vista.

Me sorprende que la luz de afuera no llame la atención del profesor pero mejor para mí. Camino hacia el campus ya que lo mas seguro si me presento en mi clase me llevaran a detención y no quiero eso. Suficiente tortura estar seis horas aquí soportando a las personas y todavía agregar mas, así estoy bien gracias.

—¿Por qué siempre tomas mal lo que digo? —se queja Will detrás de mí.

—No me enoje simplemente pueden verme y me meteré en problemas

Camino hacia la salida del edificio y empujo la puerta de vidrio para salir al campus. Recorro el sendero de piedra que da al centro una fuente que esta conecta otros senderos de otros edificios.