Maratón 4/4
—Mira, Maya, aquí es donde trabajan mis papás—digo susurrando a mi nueva muñeca. —No hay que hacer ruido—le digo poniendo un dedo sobre su boca silenciándola.
—¿con quién hablas, lizzy? —pregunta mi papá sin levantar la mirada de lo que está haciendo.
—Con Maya —digo presionando a mi muñeca en mi pecho y levantándome del escalón de las escaleras.
—¿Maya?
—Su muñeca—aclara mi mamá acercándose a mí. —¿ya terminaste tu tarea?
Pienso unos segundos antes de asentir con rapidez pero mamá se me queda viendo y niego despacio.
—Ve y termina, después comeremos, ¿vale? —dice llevándome arriba y dándome un beso en la cabeza antes de darse la vuelta y regresar a su trabajo con papá.
—De todos modos echaron—digo con tristeza a Maya. Regreso a mi habitación y sigo coloreando el libro que mamá me dio. Escucho mis tripas gruñir.
—Ya tienes hambre—me rio. —Vamos por algo de comer—digo tomando a Maya de la mano, salgo y voy hacia donde están mis papás pero me regreso hacia la cocina.
—No te muevas y avísame cuando venga mamá—digo sentándola derechita sobre la silla que queda mirando hacia donde está la despensa.
Arrastro una silla y la coloco alado del mesón de la cocina, arriba se encuentra el cereal. Me subo a la silla pero antes de poder subirme al mesón veo por la ventana de la cocina que se estaciona un carro negro y baja un señor con uniforme azul marino.
Me bajo de la silla de un salto. No aterrizo bien y caigo pero me levanto rápido sacudiendo mis manos y me apresuro a ver por la ventana de los costados de la puerta y veo al señor en la puerta justo cuando toca el timbre abro la puerta.
—Hola—digo al señor Sujeto
—no deberías abrir la puerta—dice pasando a la casa.
—¿Por qué no?
—No te han enseñado tus papás que no debes abrir la puerta a desconocidos.
—pero usted no es un desconocido. Viene mucho a visitarnos
El señor Sujeto va hablar pero alguien me sujeta mi mano y me aleja de él.
—Elizabeth, cuantas veces te he dicho que no abras la puerta—dice viendo al señor Sujeto a todo momento.
—Pero...
—Pero nada, vete a habitación —frunzo mis labios enojada y regreso a la cocina por Maya.
—Sigues teniendo hambre—le digo a Maya. Mi papá espera a que me vaya de la cocina y entro a la mi cuarto.
—Si yo también tengo hambre—le contesto a Maya. —Primero hay que preparar las cosas—me levanto del suelo y tiro todo de la mesita. Busco entre mis juguetes la canasta y al encontrarla saco todo para la comidita con mis amigas.
—Hola, me alegro que todas estén aquí y todos—me rio al darme cuenta que había olvidado a Cuiki.
—empiecen sin mí. Iré por la comida— digo al terminar de servir el jugo. —Maya, acompáñame.
Verifico que no haya nadie y salgo hacia la cocina. De nuevo me trepo en la silla y me subo primero de rodillas pero al no alcanzar me levanto con cuidado poniéndome de pie. Saco el cereal con una gran sonrisa en mi cara que cambia a sorpresa cuando siento que alguien me eleva.
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No Confies En Nadie
Mystery / ThrillerElizabeth Mayer es una chica con una vida ¿normal? ese no es su caso ni siquiera ella es normal, hay algo que la hace diferente, algo que ni siquiera ella sabe. Ella fue adoptada a los 6 años pero sus recuerdos mas atrás de eso son borrosos y confus...