Esa mañana Hee se volvió a despertar con las risas de la abuela mezcladas con la de Jimin pero esta vez no sonrió al escucharlos, había pasado toda la noche llorando luego de leer la carta que le había sido dejada en su escritorio.
Toda la noche estuvo pensando en Taehyung y Jimin; más en el primero que en el último y llegó a una conclusión: Por más que le doliese haber traído al ángel de cabello rubio a la vida por su capricho, seguiría con ello hasta el final. Haría que Jimin tuviera la vida que nunca pudo antes de morir y traería a Taehyung de vuelta. Así debían ser las cosas porque, si al final lograba cumplir la apuesta entonces incluso Jimin saldría beneficiado.
¿No?
Anoche luego de sumirse en sus pensamientos por largas horas hasta finalmente ser vencida por el sueño, se juró así misma que ese sería el camino que tomaría. Incluso si se sentía desdichada y burlada por la muerte.
Lo cierto es que, en su desdicha, alguien se había encargado de velar por ella mientras las pesadillas corrompían su calma.
Jimin ignoraba que estaba frente a la vida misma cuando anoche luego de despertarse se levantó de la mesa de la cocina y caminó hasta la habitación de quien le generaba una horda sentimientos que no podía identificar. Sin hacer ruido, abrió la puerta y se asomó por la ranura para ver si Hee ya se había quedado dormida.
En efecto, la chica dormía.
Caminó suavemente hasta estar muy cerca de la cama y se quedó de pie observándola con los labios semi abiertos y el semblante curioso.
¿Tendría fiebre? Había llegado en muy mal estado luego de haberse mojado en la lluvia.
Jimin tenía una vasta curiosidad por Hee no sólo porque ella lo hacía sentir extraño sino también porque el rubio sabía que todas las preguntas que tenía sobre sí mismo sólo podría responderlas ella.
Incluido el por qué le llamaba Jimin.
Y... ¿Quién era Tae? ¿Quién era Jungkook?
Abuela... ¿Tae ya llegó? Dile que le he traído un regalo de Jungkook.
Tenía miedo de acercarse mucho pues el piso del hanok era de madera y a veces algunas tablas se volvían delatoras, Jimin ya lo sabía a pesar de los pocos días que llevaba en el sitio pues se había puesto a recorrer el hanok y algunas rechinaban con su paso, así que para evitar eso simplemente se inclinó un poco desde la distancia que guardaba de la cama y miró a Hee detenidamente a ver si estaba respirando correctamente o sudaba por la fiebre.
Pero no, ella parecía estar bien así que su misión había terminado. Sonrió levemente y giró sobre sus talones para volver a su nueva habitación.
La antigua habitación de Taehyung.
Cuando la abuela le dijo que allí era donde se quedaría de ahora en adelante Jimin notó que tenía una mirada triste en el rostro a pesar de estar sonriendo.
— Si hay algo con lo que no te sientas cómodo lo arreglaré para ti, ¿sí?
Pero la habitación era perfecta para Jimin, tanto que abrió los labios formando una gran "o" que le causó gracia a la abuela.
— Gracias, abuelita.
La anciana le acarició el cabello cuando Jimin inclinó la cabeza para recibir el gesto de cariño.
— De nada, Jimin.
Jimin quiso preguntarle de quién había sido esa habitación cuando la inspeccionó luego de que la abuela fuera a prepararle el almuerzo, pero al final no se atrevió. Había belleza en la forma en la que estaban decoradas las paredes con dibujos de un artista neerlandés del cual Jimin poco conocía, pero lograba reconocer algunos cuadros. Los dibujos estaban hechos a mano y aunque no eran perfectos lucían hermosos colgando de un lindo hilo negro que atravesaba de lado a lado una de las paredes.

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eden → park jimin
Fanfiction❝Te prometo que la vida no es tan aburrida como parece.❞ La vida y la muerte habían hecho una apuesta por Park Jimin. → Historia original. → Ganadora de la 6ta edición KAW categoría drama.