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1 año atrás.

Jungkook ya es todo un hombre e incluso ha terminado el instituto. Ha continuado manteniendo su estado de salud lo suficientemente bien como para terminar sus estudios. Ya está a punto de empezar la universidad.

Hee no podría estar más orgullosa, no podría estar más feliz y Jungkook no podría imaginarse queriéndola más que a nadie en la vida pues ella ha sido su pilar de apoyo para mantenerse con ánimos y no darse por vencido.

— ¿De verdad has hecho eso tú solo? —preguntó Seokjin luego de que Jungkook llegara al instituto con una caja de almuerzo preparada por él mismo para dársela a Hee.

Seokjin es otro que desde hacía unos años estaba junto a Hee como subdirector del instituto y cuya vida había cambiado por completo para mejor. Ahora tenía un departamento donde podía vivir cómodamente y sus deudas estaban saldadas. Además había empezado sus propios proyectos personales.

— Bueno mi mamá me ayudó un poco cortando los vegetales pero lo demás lo hice yo —admitió mirando la caja con orgullo —Ahora sólo tengo que esperar a que Hee llegue.

Ambos estaban en el patio principal del instituto mientras veían como los últimos alumnos entraban a sus clases.

— Hoy dijo que vendría, ha estado muy ausente estas últimas semanas. Ya casi no viene al instituto aunque la entiendo, debe estar cansada. O... —Seokjin se arregló las gafas sobre el puente de la nariz —Tiene algún motivo.

Incluso durante ese tiempo no había ido a visitar a Jungkook con la frecuencia que lo hacía lo cual era bastante extraño de Hee.

No había nadie ni nada antes que Jungkook.

— Pero hoy vendrá —dijo Jungkook evitando pensar en que la había estado extrañando, aún mirando la caja de almuerzo —Estoy seguro.

Seokjin lo miró preocupado, esperaba que lo que sea que estuviese haciendo Hee últimamente no hiriera el corazón de ese pequeño chiquillo porque Seokjin era el único consciente de lo que pasaba con Jungkook.

Estaba enamorado de Hee.

Aunque no lo dijera en voz alta, aunque jamás nadie se hubiese percatado excepto él, Seokjin sabía qué clase de sentimientos albergaba el chico por la de cabellos dorados. No había sido notorio hasta hacía más o menos un año cuando Seokjin empezó a notar la forma en la que tímidamente el chico se sonrojaba o las mil veces que hablaba o preguntaba por Hee. Quizás también fue notorio por el hecho de que no se acercaba a ninguna chica o respondía los mensajes de quienes tenían un enamoramiento con él. Simplemente terminaba hablando sobre Hee y lo mucho que lo hacía feliz verla.

Esa sonrisa que salía de los labios de Jungkook no se podía comparar con otra cosa que Seokjin hubiese visto. Era honesta.

Y en la forma en la que la miraba.

Era la misma forma en la que ahora mismo clavaba sus ojos en la chica mientras esa sonrisa honesta que Seokjin describía se estaba asomando en sus labios.

Jungkook apretó un poco la caja de almuerzo entre sus dedos y llevado por la emoción estaba a punto de acercarse con la silla de ruedas hasta la entrada donde ella estaba sino fuera porque de repente Hee no estaba sola.

Había alguien con ella que parecía captar toda la atención de la chica haciendo que esta ignorara casi todo a su alrededor.

— ¿Y ese quién... —estuvo a punto de preguntar Seokjin pero se detuvo súbitamente al ver que la sonrisa del rostro de Jungkook había desaparecido.

Hee caminó hasta donde estaban los chicos y tanto Seokjin como Jungkook permanecieron en silencio esperando a que ella les dijera de qué iba todo eso.

Jungkook —fue lo primero que dijo dirigiéndose a él mientras le dedicaba esa sonrisa que estaba creada específicamente para él.

— Noona —respondió él, le dio una rápida mirada al chico de piel canela que estaba a un lado de Hee y luego miró la caja mientras hacía pequeños círculos en los costados de la misma con sus pulgares —Sabía que hoy vendrías.

Aunque no en compañía de...

— Él es Kim Taehyung —dijo dirigiéndose con ojos casi brillantes hacia el recién nombrado moreno que ahora sólo miraba a Hee con cierta vergüenza —Tiene 23 años y... comenzará acá en el instituto porque necesita nuestra ayuda.

— ¿23 años? —preguntó Seokjin con expresión sorprendida.

El instituto estaba planeado para niños y adolescentes, jamás habían tenido a alguien tan mayor pero Seokjin no dijo nada, simplemente asintió. Entendió que por la forma en la que Hee decía que necesitaba ayuda era porque definitivamente la necesitaba.

— Yo soy Kim Seokjin, subdirector. Seguramente Hee ya te habló de mí...

— Me ha hablado de Jungkook —dijo Taehyung dirigiéndose al castaño en silla de ruedas mientras le regalaba una media sonrisa. Taehyung no sabía muy bien como actuar delante de la persona que Hee casi siempre le nombraba. Sabía que era un chico muy especial para ella y se sentía nervioso, casi celoso de que Hee no hablara de él de la misma forma en que lo hacía de Jungkook.

— ¿De mí? —Jungkook se sorprendió. Subió la mirada y encontró a Hee mirándolo fijamente.

— Vamos Kook, Hee siempre habla de ti —intentó alentarlo Seokjin palmeándole el hombro. Jungkook sonrió levemente y asintió —¿Cuándo comenzarás Taehyung? —se dirigió esta vez al chico de piel morena.

— Cuando Hee me diga, ¿no es así? —y le regaló una sonrisa cuadrada que hizo que el pequeño corazón de Jungkook se apretara en un nudo.

¿Eran celos lo que estaba sintiendo? Jamás había experimentado tal sentimiento tan incómodo.

La próxima semana está bien, tengo que acordar unas cosas primero con Taehyung —como por ejemplo que se quedara a vivir con ellas y no volviera a ese lugar tormentoso que alguna vez había sido su casa.

— Vale, sólo déjanos saber entonces —dijo Seokjin mientras intentaba alentar a su amigo a que entregara el regalo que con tanto cariño había preparado pero este permanecía con esa sensación en el pecho que no lo dejaba hablar con claridad.

— ¿Te muestro el instituto, Tae? —preguntó Hee.

Seokjin se aclaró la garganta y se rindió en su intento por hacer que el castaño hablara. Ya fue demasiado tarde cuando vio que Hee se estaba despidiendo de ambos y dirigiéndose con Taehyung hacia dentro del pasillo.

— ¿Qué fue eso Jungkook?

Jungkook tenía aún la caja en las piernas apretujándola con sus manos.

— Hyung...

— ¿Qué pasa?

— ¿Viste la forma en la que ese chico miraba a Hee?

Seokjin también lo había notado. No dijo nada.

— ¿Y viste... la forma en la que ella lo miraba también?

Y eso Seokjin también lo había visto.

Porque Hee ni siquiera a Jungkook lo miraba en la forma en la que lo hacía con Kim Taehyung. 

eden → park jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora