eden → park jimin

27

El pecho de Hee se oprimió con tanta intensidad que soltó la última de las cartas. Porque era eso, la última carta que le había escrito Taehyung.

La última.

Como la última noche en la que lo había visto para no poder escuchar su voz nunca más.

Sin darse cuenta al ir leyendo las notas sus ojos se habían colmado de lágrimas silenciosas y su corazón de un agudo dolor por los recuerdos. Al leer las notas pareciera que Taehyung estaba a su lado relatándoselas pero lo cierto era que no.

Ya hacía tiempo que la presencia del castaño no estaba en el hanok, ya no se escuchaba su risa, ya no se le veía por el jardín admirando. Ya no se le veía ni se le oía.

Hee quiso borrar el recuerdo de esa noche, de cómo su cuerpo había muerto sufriendo tanto que se compadeció de los humanos más que antes.

¿Por qué debían sufrir tanto?

Esa vez su cuerpo se desangró de dolor.

Luego de que Tae muriera ella simplemente desapareció por meses, no podía soportar estar en la tierra. Por eso todos la extrañaban cuando volvió. Simplemente se sometió a la soledad del purgatorio y le pidió a Yoongi que le recreara la escena en la que Taehyung había muerto.

— ¿Estás segura? —le había preguntado Yoongi al saber todo lo que pasó con el castaño.

Su madre. Su padrastro. El cuchillo. La policía. El arma.

Y finalmente, la muerte...

— ¡Sólo déjame verlo! —gritó inundando el purgatorio de pesar. Ella quería ver los últimos momentos de su Taehyung.

Y los vio y lloró y sufrió duramente...

— Te lo dije —fue lo último que dijo la muerte y la dejó en soledad, otra vez.

Hee supo que ella no podía regresar a Taehyung a la vida porque había muerto pecando.

Se secó las lágrimas con el dorso del kimono y guardó las notas nuevamente en la cajita, sabía que el próximo paso era volver a colocar la grabadora y escuchar lo que Taehyung tenía que decirle.

No se sentía lista. No, más bien no se sentía lo suficientemente valiente para escucharlo después de leer todas las notas.

Si lo escuchaba significaba que sería la última vez otra vez.

¡Tantas últimas veces! Y todas igual de dolorosas.

Tomó con nerviosismo la grabadora en sus manos y presionó el botón de reproducir. Inmediatamente la voz de Tae hizo eco en la habitación y ella contuvo las lágrimas.

— Yo realmente estaba muy ansioso porque encontraras mis secretos, Hee. Eran mis sentimientos por ti, todas estas notas... Cielos, empecé a escribirlas y sin darme cuenta terminé haciendo un montón —rió —Las he hecho todas para poder explicar mis sentimientos por ti porque cuando te veo es difícil, ¿sabes? Es como si tu mirada me paralizara y puedo decir sólo un poco de lo que quisiera.

Hee lo recordaba, el rostro sonrojado de Taehyung al decirle una frase bonita.

— Y sé que algún día te las entregaré todas, ese día será cuando descubras la cajita pero sé que eres algo despistada y no lo harás pronto, ¿no? En fin, hasta ahora he descubierto que no quiero irme de ti. Pronto será año nuevo y quisiera que el próximo año podamos estar juntos otra vez. Es mi deseo, será mi deseo...