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Nota #6

Tengo tanto miedo, tengo tantas ganas de volver... Hee, ¿vendrías por mí?

He regresado porque ella llora mucho y él la ha dejado sola. Eso es bueno, ¿no? Ahora somos ella y yo por los momentos, dice que lleva una semana sin que él pise la casa y yo le he prometido estar un par de días.

Cuando se sienta mejor y ya no tenga miedo voy a volver a ti, iré al hanok a decirte que todo está bien.

Te extraño, Hee.


Y una semana le bastó a Hee para entender aquellas palabras de la abuela.


"Cuando llegue el momento, ¿sabrás dejarlo ir?"


No —dijo llorando sobre su almohada como había hecho durante la última semana —Yo no quiero dejar ir a Kim Taehyung. 


La vida se había enamorado de un humano.


Y el humano había encontrado sentido a la vida.


Hee amaba a Taehyung.

Taehyung necesitaba a Hee.

Y viceversa.


Por eso haberse separado de la sonrisa del castaño durante quince días le había hecho entender a Hee que empezaba a olvidarse de quién era originalmente y que en su afán por cuidar de los humanos y vivir como ellos, se había prendado a uno. 

A un humano roto que empezaba a hacerle sentir el dolor del abandono, de las despedidas.

¿Cómo obligaba Hee a que el castaño volviera a su lado si la vida sólo podía otorgar libertad y ella no podía corregir el rumbo de Taehyung?

Si él volvía al infierno por decisión propia... Entonces haz de arder en las llamas que elegiste pisar. 



eden → park jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora