15 años atrás.
Hee necesitaba expandir ese amor que sentía por los humanos hacia algo más tangible para ellos, sólo que aún no se le ocurría la forma en la que podía hacerlo y por eso suspiraba cada dos minutos sentada en el hanok mientras veía hacia el jardín.
— ¿Otra vez pensando en eso, hija? —dijo la anciana que vivía con ella desde hacía un largo tiempo. Ella la llamaba abuela —Siento que vas a perder todo el aire de los pulmones con tantos suspiros —le pasó una bandeja con una taza de té caliente y galletas hechas por ella misma.
— Es que abuela, tanto tiempo tengo en la Tierra y lo único que puedo hacer es mirarlos... Quererlos a distancia, verlos sufrir. ¿De qué sirvo si solamente hago eso?
— Eres vida Hee, ¿qué más quieres ofrecerles? A mí incluso me has ofrecido la oportunidad de volver de la muerte y tener mis recuerdos. Por eso te han castigado, ¿qué más quieres hacer por nosotros? —era una de las pocas veces en la que el tono de la abuela se volvía severo. Y tenía razón.
Hee siempre quería extralimitarse y hacer cosas que no debía, como la vida, tenía su labor y nada más, sin embargo, al ir amando cada vez más a los humanos se había materializado en uno. Ese cuerpo que usaba era un recipiente y ella podía salir y entrar cuando quisiera.
Podía ser Hee o podía ser luz. Dependía solamente de ella.
O al menos era así hasta que quebrantó por primera vez las leyes y fue castigada por Dios.
Al devolverle los recuerdos a la abuela Dios se había enterado por el ángel guardián de la hija de la señora, así que la había confinado a ese cuerpo humano y ahora Hee no podía salir de él cuando quisiera, estaba atrapada en él y no podía ser sólo luz. Si volvía a quebrantar otra vez las leyes entonces los castigos serían más severos.
"...y por amarlos sufrirás con y por ellos. Por amarlos, padecerás como ellos... y sólo cuando yo considere que es justo, levantaré tu castigo.
Y si te entregas al amor por los humanos, si alguna vez llegases a sobrepasar tus deberes entonces tu cuerpo humano sufrirá la muerte como un humano sin llegar a morir. No morirás pero tu cuerpo sí y sabrás lo que sufren ellos antes de llegar hasta mí".
Y eso era algo que en el futuro Hee viviría en carne propia pero aún no se lo imaginaba.
— No lo sé, siento que hay mucho más que puedo ofrecerles —dejó salir otro suspiro y la abuela la miró con ternura, parecía una chica enamorada de esas que esperan que su amor regrese a ella. Lo cierto era que a la abuela se le ocurrió una idea que quizás pondría fin al martirio de la chica.
— ¿Has pensado en educarlos? —dijo la anciana a lo que Hee la miró confundida —Hace mucha falta educación en este mundo, Hee. Es un regalo muy bonito que podrías hacernos a los humanos, sobretodo a los más jóvenes.
— ¿Estás hablando de qué, abuela? No sé cómo podría hacer eso, no sé de muchas cosas y a la vez sé de tantas —suspiró otra vez y la abuela rió.
— Una escuela, mi niña —dijo acariciando su cabello dorado —Una donde la gente no tenga que pagar y acepte a personas que no tengan dinero, esa sería una buena obra. ¿No te parece? —el cabello de Hee estaba algo enredado y la abuela se ofreció a peinarlo, era tan largo que a veces la chica olvidaba que se le hacían nudos cuando estaba nerviosa. La abuela caminó hasta la habitación dejando pensativa a Hee y a su regreso ya tenía un peine en la mano.
— Creo que tienes razón, una escuela es una buena idea... ¡Eres la más inteligente, abuela! —dijo abrazándola mientras esta reía.
A veces la vida podía ser muy solitaria pero desde que tenía a la ancianita al lado se sentía un poco mejor, podía expresar el cariño que sentía y hablar en las noches cuando no tuviera a quien contarle sus ideas.

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eden → park jimin
Fanfiction❝Te prometo que la vida no es tan aburrida como parece.❞ La vida y la muerte habían hecho una apuesta por Park Jimin. → Historia original. → Ganadora de la 6ta edición KAW categoría drama.