La abuela todavía no había llegado a casa por lo que Hee no tenía ninguna salvación, tenía que empezar a darle explicaciones a Jimin, tenía que empezar a encarar lo que la abuela ya le venía advirtiendo.
— Jimin es un hombre. Necesita tiempo y respuestas...
Esa dulce mujer era tan sabia.
— Quiero saber por qué me llamas así, quiero saber... —se mordió el labio inferior —De mí —admitió cabizbajo dejando caer los brazos a ambos lados aún con los regalos en las manos.
Si algo había hecho Hee los días que había evitado a Jimin era pensar en una historia creíble para él, para su nueva vida, su nuevo yo; aunque a decir verdad la hacía sentir tremendamente mal porque literalmente le estaba inventando una historia, alguien que él no era.
Aunque, ¿quién realmente era Park Jimin ahora mismo? Lo que había sido en el pasado había muerto con él, ¿no? Así que no era del todo erróneo decir que inventar una nueva identidad para el rubio era la mejor opción.
— Jimin... —dijo ella suavemente.
— Exacto, ¿por qué me dices así? Si ese es mi nombre, por favor... —el rubio estaba cabizbajo y casi hacía un puchero.
Jimin estaba desesperado, aunque no se notara en su mirada, para él no había sido nada sencillo despertar en un lugar completamente desconocido con personas que no se le hacían ni por lejos conocidas.
En aquel momento cuando despertó de la muerte por primera vez en la habitación del hanok ante la mirada preocupada de Hee, sintió que su cuerpo pesaba, su cabeza daba vueltas, tenía ganas de vomitar y una especie de frío se le colaba por cada parte de su cuerpo hasta que finalmente era reemplazado lentamente por calor. El calor de estar vivo otra vez.
Creyó que iba a morir, irónico porque más bien había sido arrancado de los brazos de la muerte; y no entendía nada de lo que sucedía a su alrededor. Por eso, por todas las sensaciones que experimentó al mismo tiempo y por ver a Hee, fue que se desmayó. Era demasiado para su cerebro, demasiada información difícil de procesar.
Pero lo peor estaba por venir cuando finalmente al despertar por segunda vez y estar más tranquilo comprendió una cosa: No tenía idea de quién era él.
Cuando la abuela lo descuidó por unos instantes al preparar la comida intentó recordar algo sobre él, pero sus esfuerzos fueron en vano. Incluso hasta el día de hoy Jimin intentaba fervientemente saber un poco de su persona por sí mismo, pero le era imposible, así que, siendo tan apacible, siendo él de personalidad serena y paciente simplemente pensó en la posibilidad de que si Hee y la abuela cuidaban de él era porque sabían algo, porque ellas tenían las respuestas que necesitaba. Así que simplemente decidió callar y esperar, dejarse cuidar, dejar que con el tiempo pudiera ir uniendo el rompecabezas de su existencia. Sin embargo, no era fácil no caer en desesperación sobre todo porque sabía que Hee tenía respuestas.
Pero ella se veía tan lejana, tan inaccesible e intocable.
Esta noche con aquel regalo, con aquel gesto de caridad y cariño Jimin pensó que era la oportunidad adecuada para sacarle a cucharadas un poco de información a la chica.
— Ese es tu nombre, Park Jimin... lo es —dijo ella caminando lentamente hacia una de las estanterías de la cocina donde había una ventana rectangular y pequeña que dejaba filtrar la luz hacia el interior, Hee se recostó de la estantería y clavó la mirada en el suelo mientras Jimin miraba atenta lo que hacía.
— Genial —sonrió el chico haciendo que sus ojos se volvieran más pequeñitos —Yo... —apretó las cosas que tenía en sus manos por la euforia que sentía al pensar que hoy podía ser una noche especial.

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eden → park jimin
Fanfiction❝Te prometo que la vida no es tan aburrida como parece.❞ La vida y la muerte habían hecho una apuesta por Park Jimin. → Historia original. → Ganadora de la 6ta edición KAW categoría drama.