Era la hora de comer y Jimin caminó hasta el cafetín en compañía de Hyunjae. Se había sentido extraño el resto de la clase de piano luego de que el profesor Agust volviera de su charla con Hee. Ni siquiera pudo concentrarse en la clase y se sintió patético porque el resto de los chicos, incluso los más jóvenes habían logrado entender todo y él no pudo prestar atención ni diez minutos seguidos.
Se estaba sintiendo patético.
— Jimin, ¿te sientes bien? Desde la clase luces pálido —preguntó el menor de los dos. El rubio asintió con una ligera sonrisa forzada, realmente no se sentía bien anímicamente.
Sin saberlo se debía a la presencia de Yoongi y por muy protegido que estuviese gracias a la pulsera, de igual forma la presencia del pelinegro era muy fuerte.
Jimin quiso de repente ver a Hee.
— ¿Sabes cómo puedo llegar de aquí a la dirección? —preguntó el rubio y el pelirosa lo miró confundido, ladeó la cabeza y levantó su mano señalando con su dedo hacia un lado del pasillo.
— ¿Por qué quieres ir a dirección en la hora de comer? —preguntó Hyunjae pero antes de que Jimin pudiera abrir los labios para responder un chico pelirrojo se acercó a ellos efusivamente pasando un brazo por los hombros de Hyunjae.
— ¿Cómo es que me has dejado solo hoy, pupilo? —preguntó el pelirrojo y de repente su mirada se afiló cuando vio a Jimin.
— Él es Hoseok, te lo había nombrado —dijo el pelirosa —¡Ya, quítate! —se quejó y Hoseok no hizo caso, su mirada estaba clavada en el rostro de Jimin. Una sonrisa traviesa se asomó en sus labios.
— ¿Y tú eres...
— Park Jimin —dijo haciendo una leve reverencia —Entonces los dejo para que coman, yo... iré a hablar con Hee —se disculpó y salió rápidamente hacia la dirección que Hyunjae le había dicho.
Ese día no estaba siendo nada agradable, primero Yoongi y ahora Hoseok; ambos provocando sensaciones distintas pero igual de irritantes en su corazón.
Pero, ¿eran ellas tan irritantes como ver a Jungkook sonriéndole como si la vida se le fuera en ello a Hee? Por lejos, esa sensación era más difícil de digerir cuando vio a través de la ranura de la puerta de la oficina que Jungkook estaba con Hee. Ella había colocado su silla cerca de la de Jungkook y miraba atenta algo que tenía entre las manos.
Era el móvil de Hee. Estaban tomándose fotos por petición del castaño aunque Hee no sabía posar bien para ellas y Jungkook reía.
— ¿Te parece si luego de que cierres el instituto vamos por un helado? Podemos salir hasta la noche, después de todo estoy de vacaciones.
Jimin sabía que estaba mal escuchar conversaciones ajenas pero sin saber por qué se plantó allí con el corazón en la boca, sus pies no hacían caso eran como cemento anclado al suelo.
— Y en vacaciones también se descansa. No quiero que vengas todos los días a agotarte aquí, Jungkook —dijo acariciando el cabello del chico. El castaño se tensó, abrió los ojos como platos casi como si hubiese tenido una revelación. Hee rió ante la expresión, ¿por qué lucía tan adorable? —Además... No puedo dejar a Jimin solo.
La expresión de Jungkook fue reemplazada por una de incomodidad, incluso Jimin pudo ver a la distancia que fruncía el ceño. No supo por qué pero de repente le gustó escuchar su nombre en aquella conversación.
¿Hee pensaba aunque fuera un poquito en él?
Internamente se se declaró victorioso en una batalla inexistente sólo porque su nombre había salido de los labios de la chica.
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eden → park jimin
Fiksi Penggemar❝Te prometo que la vida no es tan aburrida como parece.❞ La vida y la muerte habían hecho una apuesta por Park Jimin. → Historia original. → Ganadora de la 6ta edición KAW categoría drama.