Nota #4
Cuando te dije que te veías bonita sonriendo, descubrí que sonreías aún más y por eso quiero dibujarte haciéndolo pero al parecer Jungkook dibuja mejor que yo...
¿Te gustan mis flores de papel al menos? He empezado a dibujar con los colores que la abuela me trajo pero no sé si deba enseñártelos, ¿y si no te gustan?
Jungkook es genial, le pediré que me enseñe a dibujar para ti.
Hee, Taehyung y la abuela llevaban un par de meses viviendo juntos. Taehyung sabía que Hee llevaba un instituto y ella sabía de él un par de cosas sobre su vida personal; cosas que poco a poco Taehyung se había animado a contar. El hecho de vivir lejos del infierno donde normalmente estaba le había dado la oportunidad de abrirse a aquellas dos mujeres que lo amaban de formas distintas pero con igual profundidad.
La abuela amaba a Taehyung como el nieto que nunca tuvo.
Hee sólo se decía así misma que Taehyung le hacía sentir como el verano: Con ganas de dejarse abrazar por los rayos del sol. En su caso, aquellos rayos eran los brazos del alegre castaño que ya no tenía heridas en sus mejillas ni en ninguna parte de su piel canela.
— ¡Hee! —llamó el castaño mientras se dirigía a la habitación de la chica y le traía una nueva flor de papel color crema —Esta la he visto en una página llamada mamiencasa.com, ¿te gusta?
La abuela le había enseñado a usar el internet para crear manualidades pues Taehyung se la pasaba en casa ayudándola con las labores del hogar, aprendiendo de cocina, plantas y todo lo que la abuela podía enseñarle.
— ¿En serio? —respondió ella arreglándose la larga cabellera dorada en una cola para salir al instituto —¿Cómo te han quedado los pétalos esta vez?
Taehyung se acercó con una sonrisa enorme en el rostro mientras aún vestía una pijamas de rayas azul claro en vertical y le colocó la flor en el cabello a la chica.
— Perfectos —dijo con su gruesa voz que de vez en cuando tomaba por sorpresa a Hee y esos ojos penetrantes que por ratos la hacían sentir torpe hasta para caminar.
— Perfectos... —repitió ella mientras sus ojos se perdían en los del chico que le sonreía con dulzura.
Perfectos los labios de aquel humano adorable que ahora no huía de ninguna casa, ni lloraba en las aceras a mitad de la noche, ni recibía golpes de su padrastro mientras intentaba proteger a su madre de los mismos.
Antes de vivir con Hee y la abuela, Taehyung vivía en un hogar abusivo. Un hogar que lo estaba rompiendo hasta que encontró refugio en el hanok y en el corazón de Hee.
— Hee, ¿irás hoy al instituto?
— Sí, tengo unas cosas pendientes —Hee notó que el semblante de Taehyung ahora se volvía pensativo —¿Por qué? ¿Quieres venir?
El castaño se mordió el labio inferior y bajó la mirada.
— Bueno... yo estaba pensando en que... Jungkook, él...
Taehyung y Jungkook se habían conocido un mes atrás cuando Hee llevó por primera vez al castaño al instituto luego de que este preguntara varias veces cómo era el lugar y quién era Jungkook. Al principio cuando se conocieron no parecía que a Jungkook le agradara mucho el nuevo miembro de la familia, sin embargo, al darse cuenta que ambos tenían el mismo gusto por las historietas y los videojuegos (que Tae ya no jugaba gracias a que su padrastro había roto todas sus cosas o por lo menos la mayoría de ellas), empezaron a hablar con más fluidez hasta el punto que Jungkook le pidió a Hee que llevara de nuevo al chico al instituto cuando pudiera.
Sólo que Hee prefería que el castaño estuviera en casa descansando sin nada que lo perturbara pues siempre lo veía muy feliz junto a la abuela. Aunque, por supuesto, ya venía siendo tiempo de dejar que Taehyung abriera sus alas y empezara a hacer algo más que flores de papel en la habitación para regalárselas a ella.
Taehyung quería pedirle a Jungkook que le enseñara a dibujar como él pues el pelinegro le había mostrado la vez anterior algunos de sus dibujos inspirados en historietas.
— Sólo te llevaré con una condición.
Tae abrió con sorpresa sus hermosos ojos café y prestó atención a las palabras de Hee.
— ¿Cuál?
— Que empieces a ir al instituto.
***
— ¿Feliz? ¿Triste? —preguntó Jungkook con el ceño fruncido.
Taehyung negó.
— ¿Qué demonios es esa expresión en tu dibujo? —preguntó Jungkook mientras se despeinaba así mismo frustrado. Le había enseñado una técnica de dibujo a Taehyung (quien sorprendentemente aprendía rápido) y este había hecho el rostro de una chica cuya expresión no era clara.
— Serena —respondió Taehyung.
— ¿Y eso cómo es?
— Es que... Hee siempre está así.
— ¿¡Estás diciendo que este garabato es ella!? —Jungkook casi se cae de la silla de ruedas cuando descubrió que el dibujo era realmente Hee pintada desde la perspectiva del castaño.
Estaban en el instituto sentados en unas bancas del único patio que había en el sitio, ambos parecían llevarse cada vez mejor y era algo que contentaba a Hee quien los observaba desde el cristal de la oficina que daba hacia el lugar.
— Pareces una mamá ganzo —comentó Seokjin llevándole una taza de té.
— No fui yo quién le compró un block nuevo y lápices de grafito nuevos a Taehyung —respondió ella cruzándose de brazos.
— Si lo vas a inscribir en el instituto el chico requiere de útiles escolares.
— Seokjin, tiene 21 no 12 años.
— Igual necesita lápices y block —dijo este encogiendo los hombros mientras tomaba asiento frente a Hee —Jungkook necesitaba a alguien de su edad. Se llevan muy bien, nunca había visto a Kookie sonreír con alguien más que no fueras tú o su mamá.
— Taehyung tiene ese don —dijo Hee concentrándose en la figura lejana del castaño que ahora le jalaba un mechón de cabello al pelinegro que por alguna razón parecía frustrado.
— ¿Cuál don?
Y Hee respondió inconscientemente a aquella pregunta cuando de manera silenciosa sonreía mientras miraba a Kim Taehyung.

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eden → park jimin
Fanfiction❝Te prometo que la vida no es tan aburrida como parece.❞ La vida y la muerte habían hecho una apuesta por Park Jimin. → Historia original. → Ganadora de la 6ta edición KAW categoría drama.