28

3.5K 537 312
                                    


 Mientras tanto en el purgatorio que permanecía con un silencio sepulcral, Yoongi miraba las aguas negras afligido. Incluso si la muerte no podía albergar aquellos sentimientos, había sentido eso y mucho más desde que había sentido una pérdida que le importase.

Y él mismo había sido el causante de la misma.

¿Había hecho mal en apostar con la vida? ¿Debía retractarse de una buena vez? No podía porque aunque se consideraba bastante fuerte y resistente, sabía que podía terminar como Hee. Si se retractaba entonces significaba que iba a perder para siempre y no había nada que la vida o la mismísima muerte pudieran hacer para recuperarlo.

No, lo prefería vivo porque era la única forma que podía tenerlo aunque fuera en la distancia. Lejos pero vivo. Lejos pero allí entre los humanos donde pudiera verlo... Y si estaba con Hee entonces sabía que estaría bien, que no habría sombras o fantasmas que lo amedrentaran. Porque si Hee estaba con él, la muerte no podía afectarlo en la forma en que lo había hecho en su vida pasada.

Hee lo protegería porque era la vida y aunque fuera ingenua por haberle creído, sabía que se esmeraría muchísimo en cuidar de Jimin.

— Estúpida apuesta... —dijo sonriendo con el semblante sombrío. Una apuesta que realmente no existía.

Yoongi le había pedido a Hee que lograra que el alma de Jimin en su nueva vida tuviera deseos de vivir, lo que realmente se traducía en que lo enseñara a apreciar la vida ya que, en la pasada había sufrido muchísimo y todos los sentimientos que albergaba eran de pena, miedo y desprecio. Nada bueno, nada bonito.

A cambio, si Hee lograba aquello le devolvería a Kim Taehyung quien había muerto pecando y sólo tendría permiso de volver a la vida si Yoongi lo permitía.

Él le había dicho a Hee que debía apurarse en cumplir su apuesta antes de que Taehyung tuviera permiso de entrar al cielo. Pero... en esa apuesta había ciertos puntos que no eran del todo verdad.

Yoongi sonrió amargamente.

No existía tal apuesta porque realmente Jimin en su nueva vida no tendría recuerdos de absolutamente nada de lo que había vivido, por lo que aquellos pesares habían quedado borrados para siempre de su memoria, alma y corazón. Así que, por ese punto la apuesta no tenía cabida. Hee no tenía que cumplir con nada.

Además, Yoongi sabía que Jimin no iba a sufrir en la misma medida no sólo porque tenía a Hee a su lado siendo la vida, sino que además él no estaría detrás del rubio y por lo tanto las tragedias no lo perseguirían.

Sí, Yoongi había sido el total causante de que la vida pasada de Jimin hubiese sido un infierno.

¿Por qué?

Porque Yoongi, la muerte, se había enamorado de Jimin.

Y que la muerte estuviese enamorado de un humano no traía más que tragedias y dolor, pesadillas y demonios a ese humano.

¿Lo hacía a propósito? Por supuesto que no, nunca había querido dañar a Jimin pero todas las veces que había querido acercarse a él provocaban una catástrofe en la vida del rubio. Siempre que Yoongi quería auxiliarlo, consolarlo o hacer algo por él todo se derrumbaba por el simple hecho de ser la muerte.

A diferencia de Hee que provocó una mejora en la vida de Taehyung, Yoongi producía el efecto contrario en la de Jimin.

La ambivalencia de la vida y la muerte.

Y lo peor de todo ello fue cuando Jimin murió.

Cuando Jimin se quitó la vida por no soportar más tanta miseria, Yoongi sufrió en carne propia lo mismo que Hee cuando Taehyung murió. Porque la muerte también había sido descubierta y Dios le había castigado de la misma forma que a Hee. Por eso, Yoongi siempre le advertía a Hee que iba a romperse.

Porque él mismo había estado roto.

Su cuello empezó a sangrar, su boca, su cuerpo dolía... Había sufrido la muerte de Jimin y dolía, joder, dolía como el mismo infierno.

Cuando tuvo que llevarse a Jimin al purgatorio lo lloró, cuando lo vio en aquellas aguas lo lloró cien veces más porque sabía que una vez que Jimin saliera del purgatorio y fuera al cielo no podría verlo más. Y a pesar de toda su tristeza fue la única vez que pudo tocarlo, lo tomó en brazos y lo admiró como nunca había hecho.

Sin embargo, no podía seguir tocándolo por mucho tiempo o lo mancharía haciendo que su estadía en el purgatorio fuera más larga así que lo dejó reposar en aquellas aguas mientras lloraba el hecho de que se iría pronto.

Un alma tan pura como la de Jimin a pesar de haberse suicidado (lo que a los ojos de Dios era terrible) tenía merecido el cielo.

Así que esperó, esperó pacientemente mientras pensaba en una forma de recuperar a Jimin.

Y lo logró.

Se llevó a Taehyung para que Hee fuera desesperada a pedirle ayuda.

Si bien la vida de Taehyung tampoco había sido un cuento de hadas, no tenía que terminar tan mal como lo había hecho. Claro, nada hubiese tenido tal final tan violento y desafortunado si Yoongi no hubiese tenido algo que ver.

Si Yoongi no hubiese provocado que la locura se apoderara del castaño.

Si Yoongi no hubiese hecho que muriera pecando...

Porque sabía que sólo así él tenía el poder sobre Taehyung.

Y su plan egoísta funcionó.

Hee fue desesperada, hecha añicos a pedirle que le devolviera a Taehyung, siendo ese el momento perfecto para poner en la mesa su dichosa apuesta. Ahora Jimin estaba vivo al lado de Hee y Yoongi tenía el privilegio de volver a verlo. De poder acercarse sin hacerle daño porque Hee estaba a su lado.

Hee era una especie de amuleto, protección para Jimin. Si ella estaba allí entonces la muerte no podría hacer que la nueva vida de Jimin fuera una basura.

Y Yoongi estaba satisfecho con eso.

Ahora sólo temía que Hee se enterara de todo, cosa que probablemente no ocurriría. Sin embargo, si lo hacía... ¿se separaría de Jimin para castigarlo? ¿Lo dejaría ser miserable por el dolor de saber que el mismo Yoongi le había arrebatado a Taehyung?

Haría todo lo posible porque permaneciera en secreto.

Quedaba entonces la última parte del asunto.

Que Yoongi cumpliera con devolverle a Taehyung cuando Hee lo reclamara. El tiempo corría y Taehyung cada vez estaba más cerca de salir del purgatorio. Muy cerca.

Claro que Hee no sabía que tan pronto y no sabía que realmente no tenía nada que hacer con Jimin más que quedarse a su lado para protegerlo del trágico e irremediable amor de Yoongi.

Si se hacía tarde entonces Hee no podría volver a ver a Taehyung.

Yoongi sabía que ese era un riesgo pero no diría nada. Lo único que importaba era Jimin.

— Sólo espero que cuando lo reclames, no sea muy tarde.

Y la silueta de Yoongi se esfumó dejando un rastro de humo negro sobre aquellas tranquilas y oscuras aguas. 




  ❀  

¡bienvenidxs a juegos mentales!

jajaja mentira, ¿ahora entienden un poquito más por qué la vida de jimin fue tan triste? (aún me faltan esos capítulos, no se preocupen).

¡si tienen más preguntas por este capítulo, háganlas! traté de contestar todas las pasadas pero había algunas que no porque sería spoiler. 

y si no entienden algo, yo estaré encantada de explicárselos. 

pd. no sé si lo notaron pero jimin murió antes que tae. 

pd. ¿entienden los castigos de hee y yoongi por parte de dios?

eden → park jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora