CAPÍTULO 36 "ESTÁS ADVERTIDA"

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Ambos nadamos por un rato, pero nos cansamos y salimos del agua y pasamos por la piscina. Yo me estaba secando el cabello con una toalla, cuando de pronto sentí unas manos alrededor de mi cintura, era Javier, el cual me tomó en sus brazos, me cargo en su hombro y camino hacía la piscina.

-No, no, no, no. Javier por favor no. -Le grité suplicando.

-Lo siento. -Dijo riendo.

Dio un brincó y caímos al agua, nos hundimos y de inmediato nade hasta la superficie.

-¿Qué rayos te pasa?. - Lo miré enojada.

-¿Qué? yo sólo quería nadar un poco más. -Me miró riendo.

-Si, pero no conmigo. -Dije enojada.

-Que hermosa te ves cuando te enojas.

-Ja ja ja. -Reí sarcásticamente.

-Te amo. -Gritó Javier.

-Shh cállate. -Tapé su boca con mí mano. -¿Por qué gritas eso?.

-Porque ahí viene Charlotte y quiero presumirle que a la única que quiero es a ti. Es más que el mundo lo sepa ¿Me permites gritarlo de nuevo?. -Sonrió.

-Adelante. -Reí.

-Te amo Alejandra García Coles.

Todos nos miraban como bichos raros y yo sólo reía como una loca.

-Okey, ya basta. -Dije entre risas.

-Podria gritarlo a los cuatro vientos. -Me tomó de la cintura.

-No. Con que me lo grites a mí, es suficiente.

Lo tomé de la nuca y le di un beso. Me abrazó de la cintura y fue bajando poco a poco, hasta que ambos estábamos debajo del agua. Ese beso duró varios minutos y por falta de aire nos separamos y volvimos a la superficie.

(...)
Después de casí dos horas salimos de la piscina y fuimos a el restaurante a tomar un snack.

(...)
Después de comer, vi que Charlotte se acercaba a nosotros y ya era el momento, para que yo la enfrentará. Pero tenía que hacerlo solá.

-Amor ¿Podrías traerme una limonada?. -Sonreí.

-Lo que órdenes. -Me devolvió la sonrisa.

Javier se fue y Charlotte aceleró su pasó.

-¡Espera Javier, yo te acompaño! . -Gritó mientras aún corría.

-No Charlotte. -La jalé del brazo. -Tú y yo, tenemos que hablar.

-¿De qué?. -Cruzó sus brazos.

-De Javier. Escucha tú sabes que yo no soy celosa...

-Oh no, claro que no, sólo eres una loca compulsiva... Que no soporta que vean a tu novio. -Dijo interrumpiendome.

-No. Yo sólo cuidó lo que es mío. -Dije sería.

-¿Cómo va a ser tuyo? Si ni siquiera te has metido en la cama con él. En cambio yo le podré poner mi marca.

No respondí y le di una bofetada. Me miró con desprecio, mientras se sobaba la mejilla.

-Yo te advierto que no te metas con Javier, o me olvidó de que eres mi prima. -Dije molesta.

No dije nada más sólo me dí la vuelta y me fuí.

-¡Estupida, ojalá te mueras hija de perra, te odio!. -Gritaba Charlotte furiosa.

Ignoré sus comentarios y seguí caminando. En eso ví a Javier acercándose con dos vasos de limonada.

-Gracias, mi amor. -Dije tomando un vaso de limonada y dándole un sorbo.

-¿Estabas con Charlotte?. -Frunció el ceño.

-Si. -Le tomé a mi bebida. -Sólo le fuí a advertir, que no insinue nada contigo.

-Espero y le haya quedado claro. -Le dio un sorbo a su bebida.

-Le di una bofetada, porque me dijo que sería capaz de meterte a su cama. -Rodé los ojos.

-¡¿Qué?!. -Dijo con cara de desagrado. -¿Cómo piensa eso?. -Soltó una risilla.

-Lo sé. Está loca. -Sonreí. -Pero yo confío en ti y sé que no me fallarás de esa manera.

-Claro que no. Yo no te fallare, lo prometo. -Levanto su mano derecha.

-También prometo no fallarte. -Levanté mi mano derecha.

Ambos fuimos a tomarnos nuestra limonada, en una mesa que se encontraba afuera del restaurante.
Al terminar nuestra limonada revise mi celular, eran las cinco y treinta.

-Amor, vamos a nuestro cuarto para bañarnos. Tenemos que estar en el restaurante a las ocho.

-Oh amor, es muy pronto. -Dijo fastidiado.

Lo miré seriamente.

-Okey, okey. No te enojes. -Levanto las manos.

Nos levantamos y nos dirigimos hacía el hotel y entramos al elevador. En el poco rato que estuvimos en el elevador, no hubo ningún ruido, era un silencio total. A decir verdad fue algo incómodo.
Al abrirse las puertas, ambos salimos y nos dirigimos a nuestro cuarto, entramos y Javier se recostó en la cama. Yo tomé su maleta para sacar su ropa y acomodarla en el clóset. (Como si fuese su esposa).
Sacudí la maleta y de una bolsa de adelante se cayó una pequeña caja.

MI MOTOCICLISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora