Me acerque poco a poco a la chica y esta se dio la vuelta y vi su rostro, era Alejandra. Al verla me sorprendí y no contuve las ganas de abrazarla. Acelere mi paso y estándo frente a ella la abrace y ella hizo lo mismo.
Narra Alejandra
Después de tanto tiempo, regrese a mi hogar y lo primero que hice fue ir al centro de la ciudad.Me detuve a ver la fuente de la Catedral y en un momento indeciso me di la vuelta y vi a una persona la cual fue el motivo de mi viaje, Javier.
Me miró y corrió hacía mí y me abrazo. Sentir su piel contra la mía, me hizo sentir bien y darme cuenta que el viaje fue en vano, pues yo aún lo amo, como la primera vez. Nos separamos y lo mire a los ojos y se le veía una inmensa felicidad.-No puedo creerlo... Te vez totalmente diferente, tienes un cuerpo... Uff de ensueño. Tu carita preciosa y tu cabello te sienta a la perfección. -Dijo Javier aún emocionado.
-Gracias. -Me encogi de hombros. -Y tú no haz cambiado nada... A lo que veo te has ejercitado.
-Necesitaba hacer algo, para mantenerme ocupado.
No lo puedo negar, Javier es como el vino, mientras más viejo más bueno. No podía dejar de mirarlo, se veía tan pero tan hermoso.
-Por lo que veo aún conservas el collar que te di. -Señaló mi pecho.
-Pues... Es de oro... No lo iba a empeñar o vender. -Dije nerviosa.
-Okey. Bueno, que te parece si te invito un café. No sé para hablar un poco.
-Okey. -Sonreí.
-Pero primero me acompañaras por mi motocicleta.
Asentí y nos fuimos al estacionamiento. Javier subió a la moto y yo subí detrás de él.
-Hace mucho que no subo a una motocicleta. ¿Dónde me agarro?. Digo para no caerme o algo. -Me encogi de hombros.
-Puedes abrazarme.
No dije más y lo abrace. La verdad es que no tenía nada de miedo, solo buscaba la excusa perfecta para poder abrazarlo.
Salimos del estacionamiento y nos fuimos a una cafetería, no tan lejana. Al llegar bajamos de la motocicleta y entramos. Ordenamos dos cafés y nos sentamos a charlar.
-Bueno, dime ¿Qué tanto has hecho?. -Le dio un trago a su café.
-Pues como te habrás dado cuenta. Me teñí el cabello, me alimente más sano y me ejercite y más que nada viaje y viaje, a Miami, Houston, New York, Boston, y un sin fin de lugares que me han llamado la atención. Y pues solo eso... Aunque trate de no descuidarme mucho.
-Yo te veo igual de hermosa, desde el día que te conocí. -Me miró fijamente.
-Yo no me pude olvidar de ti.
Javier corto la distancia entre ambos y se acercó poco a poco a mí y me beso.
Me separe de él y me puse de pie.-Dios. Porque hice eso.
Javier se levantó y me miró.
-¿Qué cosa?. -Me tomó de las manos.
-Lo siento.
Salí corriendo de ahí, pero solo corrí unas calles y me recargue en la pared y comencé a llorar.
-¿Por qué se lo dije?. ¡Soy una tonta!. -Exclame furiosa.
(...)
Camine rumbo a la casa de mi prima Charlotte, para desahogarme un poco. Al llegar a su casa toque el timbre y abrió. Me miró y se sorprendió bastante.-Alejandra. ¡No puedo creerlo!.
Se lanzó a mí y me abrazo con fuerza. Nos separamos y entramos a su casa. Nos sentamos en el comedor, me sirvió un vaso de agua y nos pusimos a platicar.
-Demasiado tiempo y te vez fantástica prima. -Dijo feliz.
-Gracias prima. Tu también. Ese pelo rubio, uff, siempre te hará ver genial. Además te vez muy radiante. -Sonreí.
-No sabes lo feliz que me hace que estés aquí. Pero dime ¿Cuándo llegaste?... Y si ¿Has visto a Javier?.
-Llegue en la madrugada y si, vi a Javier y no sabes, se ve mucho mejor que nunca.
-¿Sigues enamorada de él?. -Preguntó entusiasmada.
-Si. -La mire fijamente.
-Entonces ¿Tu viaje no dio el resultado esperado?.
-No. Cada cosa que veía me recordaba a él. ¡No sé qué demonios me pasa! Lo amo, pero no quiero recaer de nuevo.
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MI MOTOCICLISTA
RomanceJavier es un mujeriego que no cree en el amor, pero caerá en las garras de el amor cuando conozca a Alejandra. Ella esta enamorada de un hombre que cree imposible tener, y ese hombre es Javier. Pero eso cambiara cuando el se de cuenta que ella es...