CAPÍTULO 56 "LA ESPERA TERMINÓ"

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Estaba en mi cuarto, sentada enfrente de mi tocador y me estaba maquillando el mejor maquillista. Shantall.

-No me equivoqué al procrear este maquillaje contigo, Alex. -Dijo aplicandome el rubor.

-Tengo tanto miedo. -Dije mirándolo.

-Todo saldrá bien preciosa, tú tranquila.

-Dos bodas en un día que loco. -Suspire.

-Lo se ¿Que chica se casa a los veinti uno?. -Lo miré enojada. -¿Segura que no estás embarazada?.

-Pues tengo la visita de cada mes, creo que no.

Shantall tomó el fijador de maquillaje y lo rocio por mi rostro.

-Listo.

Me miré al espejo y me veía mejor que el día de la prueba.

-Te lusiste. -Dije feliz.

-Bueno, yo ya finalicé, hasta pronto y que todo salga bien.

-Garcias.

Shantall recogió todas sus cosas y se fue. En eso recibí una llamada de Javier.

Llamada telefónica
-Creo que debes saber que no debes hablar con la novia antes de la boda.

-Mentira. No debo verla, pero hablarle si.

-¿Qué sucede?.

-Nada... Es que te quería decir que te amo y que no se te ocurra dejarme plantado.

-Claro que no, Javier.

-Perdon, es que estoy nervioso.

-No tienes de que preocuparte cariño, ahí estaré.

-Más te vale, pero bueno te dejo para que termines de arreglarte. Adiós.

-Adios.
Fin de la llamada telefónica.

Después de la llamada, entraron Brie y mamá para ayudarme a ponerme el vestido y el velo.

(...)
-Listo. -Dijo mamá.

Me miré al espejo y no podía contener las lágrimas, al fin me caso. Y pensé que este momento jamás llegaría, pero ahora lo estoy viviendo y no puedo creer que este pasando.

-Te vez hermosa. -Dijo mamá con los ojos llenos de lágrimas.

-Mamá. -Me acerqué a ella y la abracé. -No llores.

-Es que no pensé que fueras a casarte tan pronto. Aún no lo creó. Pero ya cero lágrimas. -Limpio las lágrimas con un pañuelo.

Salimos del cuarto y fuimos a la sala donde estaba mi papá, realizando una llamada y nos daba la espalda.

-Estamos listas. -Dije en voz alta.

Papá se giró y me miró de pies a cabeza, lo cual causó que sus ojos se llenarán de lágrimas.

-Papá. -Me acerqué a él y lo abracé.

-Te vez preciosa mi niña. -Dijo separándome de él y tomándome de los hombros.

-Gracias. -Dije con los ojos llorosos.

-Ya no te veré cuando regrese de viaje. Que ya no te regañare por no estar en casa. Está casa ya no será la misma sin ti. -Dijo triste.

-Papá. Vendré a verlos con frecuencia lo prometo. -Dije con lágrimas brotando de mis ojos.

-No cariño. Ahora serás solo de aquel hogro que será tu esposo. -Reí a dicho comentario. -Así me encanta verte. -Puso su mano en mi mejilla. -Feliz y si ese chico te hace feliz, yo estare bien con saber qué que estás bien a su lado.

Me acerqué a él y le di un abrazo, al cual mamá también se unió y Brie solo nos miraba sonriendo.

-Tú no te quedas atrás, eres de la familia. -Dijo mamá.

Brie se acerco lentamente, pero mamá la tomó del brazo y la jaló hacía nosotros y nos unimos en un abrazo familiar.

Salimos de casa y la limusina que papá rento estaba afuera. El chófer abrió la puerta y entramos los cuatro y nos fuimos a la iglesia.

Narra Javier
Estaba en la entrada de la iglesia, esperando a Alejandra, pero no llegaba, así que me empecé a preocupar.

-Javier ya controlate. Espantas a los invitados. -Dijo Eduardo fastidiado.

-No me cálmare hasta que vea a mi novia llegar. -Dije nervioso.

-Javier, Alejandra es mujer, era evidente que se iba a tardar.

-Perdon hermano, pero es que anoche tuve un sueño horrible.

-¿Que soñaste?. -Cruzo los brazos.

Sueño de Javier
Estaba en la iglesia esperando a Alejandra, pero no aparecía. Entonces llegó la limusina y bajo Brie de ella y se acerco a mí y me dió una carta que decía.

Javier...
Lo lamentó mucho por hacerte esto, pero no puedo casarme contigo, porque no estoy lista para dar este paso, soy muy joven. Y ahora mismo estoy viajando a con Emiliano a un lugar muy lejano de aquí, así que no me busques y tampoco me esperes... Porque no pienso volver.
Alejandra.
Fin del sueño.

-Hermano, eso solo fue un sueño. -Dijo Eduardo.

En eso ví que llegó la limusina y corrí hacia ella.

Se detuvo y bajo Brie, los padres de Alejandra y ella no, lo cual me hizo preocuparme. Pero entonces la vi salir dandome la espalda.

MI MOTOCICLISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora