MI MOTOCICLISTA

CAPÍTULO 81 "ADIÓS A TODO"

Narra Javier
Estaba mirando hacía la entrada y vi llegar a Brie acompañada de Eduardo.

Me levante del sillon y fui hacía ellos.

-Creo que es lo correcto dejar nuestras diferencias a un lado. Aunque sólo sea hoy Javier. -Dijo Brie en un tono triste.

-No te preocupes. -Baje la mirada.

-Lamento mucho lo que esta pasando... Desearía que fuese una pesadilla...

-Yo también Brie. Yo también.

Brie se acercó a mí y me dio un abrazó que duró poco. Después Eduardo la llevó hacía el ataud y yo me quedé ahí parado.
Continúe mirando al suelo, pero levante mi mirada y vi a Alejandra entrando a la funeraria, no perdí ni un segundo y fui con ella.

-¿Qué hacés?...

-No me digas que no estoy bien, porque ya lo sé. Aún no me recuperó del todo. -Dijo interrumpiendome. -Solo quiero despedirme de ella.

Sus lágrimas se hicieron presentes, así que la abrace con fuerza y ella hizo lo mismo.
Era increíble como perdí todo lo que le daba sentido a mi vida, por una simple chica sin valor, cuando yo tenía a dos que lo valían todo.

Narra Alejandra
El funeral no duró mucho, puesto que Javier y yo decidimos enterrarla lo más pronto posible.

Después de una misa de cuerpo presente nos fuimos al panteón. Los encargados del panteón abrieron el ataud, solo unos minutos y mire a mi hija por última vez.
Cerraron el ataud y era el momento de decirle adiós.
Fueron bajandola poco a poco con ayuda de unas sogas y yo sentía que mi vida se iba con ella. Cuando estaban a punto de echarle tierra me acerque y tomé un puño de ésta, Javier me miró y hizo lo mismo y ambos lanzamos nuestro puño de tierra.

Los encargados empezaron a hechar la tierra y yo no podía resistirme y comencé a llorar.
Javier me abrazo e intento contenerse, pero fue inútil el tampoco podía con este dolor horrible.

2 meses después
Estábamos de nuevo en la oficina, donde nos habíamos reunido anteriormente para firmar el divorcio.

Se retraso por los acontecimientos sucedidos y tenía que ser modificado, pero hoy por fin sería la firma del divorcio.

El notario estaba leyendo los nuevos documentos y yo y Javier estábamos sentados en frente de él, acompañados de nuestros abogados.

-Muy bien. Entonces el señor Javier Chávez Díaz, manifiesta que acepta la disolución del vínculo matrimonial con la señora Alejandra García Coles. -Dijo el notario leyendo el acta de divorcio.

-Asi es señor. -Dijo Javier desanimado.

-A lo que veo la señora tiene muchas exigencias. -Dijo mirando a Javier.

-No hay ningún problema, lo que ella pida. -Se giro a mirarme y devolvió su mirada al juez. -Estoy dispuesto a aceptar todo sin disputa.

-¿Entonces el demandado se allana?. -Le preguntó el juez a él abogado de Javier.

-Así es señor juez. -Respondió su abogado. -Mi cliente se allana a las peticiones que hace la señora Alejandra García Coles. Sin controversia de ninguna especie.

-Bien, entonces procedamos a realizar la firma del acta, para decretar el divorcio y declarar disuelta la sociedad conyugal.

El juez sacó el acta de una carpeta y la puso en frente de mí. Mi abogado sacó un bolígrafo, me lo dio y yo de inmediato firme al final del acta, justo donde decía mi nombre.
Mientras firmaba, Javier me miró desepcionado y con una mirada triste. Al terminar de firmar puse el bolígrafo encima del acta y mi abogado le pasó el acta y bolígrafo a Javier.

Javier tomó el bolígrafo y miró el acta y después me miró a mi y yo lo único que hice fue evadir su mirada. Javier triste y no muy convencido firmó.

Javier y yo ya estábamos divorciados.

-Muy bien, ahora se les entregará una copia del acta a cada uno. Ya es todo, pueden retirarse. -Dijo el juez mirándonos a ambos.

Me levante y salí de la oficina con el corazón en la mano, pero me contuve a no llorar o arrepentirme de lo que hice.

Mi abogado me dio una copia del acta y se fue.

Salí del juzgado y me fui a mi departamento, ya que después de la muerte de mi hija me aisle de todo y todos.