-Alejandra. -Bajo la mirada. -Perdóname, pero eres torpe él te adora y no sabes cuanto sufrió tu abandono...
-¡Yo no lo abandone!... -Dije interrupiendo.
-Okey, okey, como haya sido. -Respondió de la misma forma. -No sabes lo mucho que te lloró que le rogó a Dios que volvieras, todo lo que le afecto, dejo de comer, trabajar, bañarse... De todos los aspectos le afecto.
-¿Y tú cómo sabes?. Ah claro, de seguro aprovechaste que me fui para seducirlo.
-¡Claro que no!. Yo lo ayude porque lo conozco desde hace mucho tiempo. Creeme que nunca hice nada con él que no se basará en la amistad. -Dijo sería.
No respondí nada solo baje mi mirada. Al ver que no le respondí nada se levantó de la silla y se acercó a mi.
-Escuchame bien, Alejandra ahora tienes tiempo de remediar el daño que se hicieron. Porque si no lo haces ahora Javier encontrará a otra mujer que haga que te olvide.
Dicho eso Charlotte se fue a su cocina y yo me levante y me fui a mi casa.
Al llegar deje mi bolso en mi cama y me puse una ropa deportiva y me puse a hacer ejercicio.
Al terminar de hacer ejercicio escuche el timbre de mi departamento y fui a abrir. Abrí la puerta y vi a un chico con una gorra roja y una caja de pizza. Tenía la mirada baja y la levantó en cuanto abrí la puerta y vi su rostro.
-¿Javier?. -Lo mire confundida.
-No, soy el repartidor de pizzas.
-¿Qué haces aquí?. -Cruce los brazos.
-Nada. Solo quiero pasar. -Sonrió.
Me hice a un lado y le sedi el paso. Entró a mi casa y nos sentamos en el comedor y nos pusimos a comer la pizza que trajo.
Al terminar lo mire y él sonrió y yo le respondí la sonrisa.
-No sabes cuanto te extrañe Alex. -Dijo en un suspiro.
-Y yo a ti Javier.
-Extrañe tu pelo, tus ojos, tus labios, tu piel... Todo. -Acercó sus manos a las mías y las tomo. -¿En todo este tiempo no estuviste en la cama con otro hombre?. -Levantó una ceja.
-Pará nada, en mi vida solo me he acostado con uno. Tú. -Lo mire a los ojos. -Solo que el primer día al llegar a Estados Unidos me encontré con Emiliano y me visitó y quiso abusar de mí.
Javier me soltó y se levanto.
-¡¿Qué?!. Yo lo mató.
Javier camino hacía la puerta y yo me levante rápido y corrí detrás de él. Abrió la puerta y antes de que saliera lo tome de la mano y lo jale.
-Javier, no. Emiliano no me hizo nada. -Lo mire a los ojos.
Javier no respondío nada solo se giro y me miró. Ambos nos miramos a los ojos y la mirada de Javier se desvío a mis labios.
-¿Hubieras deseado eso?.
-¿Qué cosa?. -Frunci el ceño.
-Acostarte con Emiliano.
-¿De qué hablas? No, para nada, yo solo amo a un hombre.
-¿Qué hombre?. -Cruzo sus brazos.
-¿Pará qué quieres saber?. -Baje la mirada.
-Pará saber quién es el afortunado. -Tomo mi rostro y lo levanto.
-Quién más. Tú, mi amor, tu eres el hombre al que yo amo y siempre voy amar, eres el amor de todas mis vidas Javier.
Me acerque a él y lo bese en los labios. Él correspondió mi beso y poco a poco me abrazo y me apego más a su cuerpo. Estire mi mano y cerré la puerta.
Javier paso sus manos por mis pecho, pasando por mi cintura y caderas hasta llegar a mis glúteos, los presiono y yo lo apegue más a mí. Me levanto y puse mis piernas al rededor de sus caderas. Caminó hasta llegar a mi recamara.
Me recostó en la cama sin dejar de besarme. Se levantó y se quito su camisa dejando al descubierto ese abdomen y pecho que, oh por dios, me fascinaba. Se volvió a recostar y siguió besándome. Pasé mi mano izquierda a su espalda para apegarlo más a mí y con mi otra manos acaricie suavemente su pecho.
Paso sus manos por debajo de mi top de ejercicio y acarició mis pechos y sus besos bajaban hacía mi cuello hasta mis pechos. Al nivel de provocación me hizo jadear de placer.
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MI MOTOCICLISTA
عاطفيةJavier es un mujeriego que no cree en el amor, pero caerá en las garras de el amor cuando conozca a Alejandra. Ella esta enamorada de un hombre que cree imposible tener, y ese hombre es Javier. Pero eso cambiara cuando el se de cuenta que ella es...