CAPITULO 5 "MI PRIMER BESO"

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Terminamos de cenar y Javier me llevo a mi casa, al llegar ahí me baje de la motocicleta y me despedí de él.

-Espera. -Dijo tomándome de la mano. -No me respondiste lo que te pregunte en el restaurante.

Al escucharlo me sentí aún más nerviosa, las manos me sudaban y mis piernas temblaban, pero tenía que decírselo ahora o nunca.

-Esta bien te diré pero si prometes no molestarte conmigo.

-Te lo prometo. -Dijo levantando su mano derecha.

-Bueno me gustas tú. -Tape mi cara con mis manos.

-¿En serio?. -Dijo tomando mis manos y apartandolas de mi cara. -¿Y porque no me dijiste nada?.

-Porque no quería que me rechazaras o me lastimaras diciendome que no te intereso. -Dije al borde del llanto.

-No tienes por que llorar. ¿Sabes quien me gusta a mí?.

-No. -Dije limpiandome los ojos. -¿Quién?.

-Tú.

Tomó mi rostro, limpio mis lágrimas con la yema de sus dedos y me planto un beso, el cual yo correspondí. Sus labios eran tan suaves su lengua froto mi labio inferior y abrí un poco la boca y su lengua y la mía comenzaron a jugar por unos segundos, hasta que nos separamos.

-Nunca pensé que mi primer beso fuera así. -Dije sonriendo.

-¿Qué? En serio ¿Este fue tu primer beso?. -Dijo entre risas.

-No te burles. -Respondí sería.

-Y por lo menos ¿Te gusto?.

-Me encanto. -Sonreí.

-A mí más. -Dijo sonriendo también.

-Bueno ya tengo que entrar.

-Okey. Buenas noches.

-Buenas noches.

Solté su mano y entré a casa pero antes de cerrar la puerta me gire para verlo y le mande un beso y el hizo el mismo gesto.
Cerre la puerta y me quede parada como boba y espere a que se fuera y al escuchar que arranco solté un grito de felicidad, no lo podía creer que yo le guste a él también y que me haya besado. Era demasiado increíble.

Narra Javier
Llegué a mi casa y estaba feliz de lo que había sucedido, todo lo que me decía mi hermano era cierto y no podía contener la felicidad.

En fin, entre a mi cuarto y ahí estaba mi hermano sentado en mi cama.

-¿Dónde estabas?.
-Preguntó levantándose.

-Fuí a llevar a cenar a Alejandra. -Dije quitándome mi chamarra y poniendo las llaves en la cómoda.

-Ah ¿Y ya son novios?. -Dijo en un tono coqueto.

-No, pero quiero que lo seamos y que sea algo especial.

-¿Y eso porque? ¿Tanto te gusta?. -Se cruzó de brazos.

-Si, me encanta. Pero además de eso Alejandra nunca ha tenido novio. -susurre.

-¡¿QUE?!. -Grito.

-Shh cállate vas a despertar a mamá y a papá. -Dije poniendo mi mano en su boca.

-Pero que tontería dices ¿Cómo no puede haber tenido un novio antes?. -Dijo burlándose.

-Es que ella no es como las chicas con las que lidiaba antes. -Dije sentándome en el borde de la cama.

-Bueno eso sí. Okey yo te ayudaré a planear todo ¿Qué te parece?. -Dijo sentándose a mi lado.

-Gracias, pero quiero que sea mañana porque ahora estoy muy cansado y quiero dormir. -Me recosté en la cama.

-Okey. -Se levantó de la cama y se quedó parado en la puerta. -Buenas noches, Romeo.

Al oír eso tomé una almohada  y se la lance pero la esquivo y corrió. Me levanté de la cama, recogí la almohada y cerré la puerta. Y me puse a pensar.

-¿Alejandra mi novia?. -Me dije a mí mismo. -Sería la mujer perfecta para mi.

Poco a poco cerré mis ojos y me quedé dormido.

(...)
A la mañana siguiente me desperté y fui a desayunar con mis padres y mi hermano, me senté en una silla al lado de mi hermano y sentí las miradas asesinas de mis padres. Lo cual se me hizo algo incómodo.

-¿Que pasa?. -Fruncí el ceño. -¿Porque me miran así?.

-Hijo. ¿Es cierto que te quieres hacer novia a la sobrina de la señora Flor?. -Dijo mi papá en un tono algo serio.

Mire furioso a Eduardo y le dí un golpe con mi codo.

-Si papá, estoy enamorado de ella.

-Ay hijo, a lo mejor el noviazgo a tu edad puede ser un juego y te aburres de ella y la dejas como acostumbras hacerlo. -Dijo mi mamá algo triste. -Porque ella es una joven muy hermosa y se merece alguien que la ame en serio.

-Lo sé mamá, pero yo haré lo que sea con tal de quedarme siempre con ella. -Suspire.

-Eso espero. -Dijo sería.

-Ya lo verás.

-Bueno, come porque si no se te va a enfriar el desayuno. -Señaló mi plato.

Narra Alejandra
A la mañana siguiente me desperté gracias a una llamada telefónica de Javier.

Llamada telefónica
-Hola, buenos días Ale.

-Buenos días Javier.

-¿Cómo amaneciste?.

-Bien ¿Y tú?.

-Tambien oye ¿Irás hoy a la secundaria?.

-Si ¿Porque?.

-¿Quieres que te lleve?.

-Si claro.

-Bueno te espero a la misma hora.

-Si.

-Adios.

Fin de la llamada telefonica

Me levanté de mi cama y hice mi rutina de siempre.

Al salir de la ducha me puse mi uniforme escolar me arregle y salí de mi casa. Vi a Javier recargado en su moto y al verme salir abrió sus brazos y yo corri hacia él y lo abrace.

MI MOTOCICLISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora