MI MOTOCICLISTA

CAPÍTULO 63 "CERO BEBÉS"

Javier solo bajó la mirada.

-Perdón, pero...

-Pero nada. Javier ya te lo dije. Yo soy una mujer casada, y si antes por ser tu novia te daba tu lugar ¿Por qué ahora siendo tu esposa no lo haría?.

Javier levantó la mirada y me tomó de las manos.

-Perdoname. Perdón es que me ganaron los celos. Pero no hay que dejar que este trago amargo nos arruine la luna de miel ¿Si?.

Estuve a punto de responder, pero sentí un mal sabor en la boca y corrí al baño. Me senté en el piso y vomite en el escusado, en eso entro Javier y me tomo del pelo, para que no lo ensuciara. Me levanté y tire de la palanca.

-¿Estas bien?. -Me ayudó a levantarme.

-Si... Creo que fue algo del desayuno.

-Bueno, al menos sé que cocinar no es lo mío.

Abrí la llave del lavabo y tomé un poco de agua y me enjuague la boca.

-No claro que no. Cocinas bien, es solo que... Debió ser el mar, además no me siento bien. -Respondí.

-Bueno, entonces entraré un rato al yacusi, luego tomaré un baño y nos recostaremos a ver la televisión o no se. ¿Te parece?.

-Si, esta bien.

Salí del baño y Javier cerró la puerta. Me quedé parada por unos segundos y puse mi mano en mi frente y no tenía fiebre, tal vez fue un mareo, pense.
Salí de mis pensamientos ya que escuché mi celular sonar. Lo saqué de mi bolsa y conteste.

Llamada telefónica
-¿Hola?.

-Señorita Coles, su pedido esta llegando a la puerta de su cuarto.

-Oh esta bien, muchas gracias.
Fin de la llamada telefónica

Al terminar la llamada tocaron a la puerta, fui a abrir y un chico me dio las pastillas y se fue.

Cerré la puerta y me fui al tocador y comencé a leer las instrucciones.

-Amor. -Grito Javier desde el baño.

Al oírlo me salte y lo primero que pensé fue en aventar las pastillas al cesto de la basura.

-¿Si?.

-¿Podrías pasarme mi toalla?.

-Si... Ahora te la llevo.

Puse las pastillas en mi cajón de ropa, me quite el traje de baño y me puse una bata de baño. Tomé las toallas y entre al baño.

Entre y Javier estaba totalmente relajado en el yacusi con los ojos cerrados, así que cuidadosamente deje las toallas al lado del lavabo y me quite la bata.

Camine sigilosamente hacía el yacusi y me metí provocando que Javier abriera los ojos.

-Cabemos perfectamente ¿No crees?. -Sonreí.

Me miró picaron y se acercó a mí. Me abrazo de la cintura y me empezó a besar el cuello y labios.

-Amor.

-¿Que pasa?. -Dijo sin dejar de besarme.

-¿A ti te gustaría tener hijos?.

Al escucharme dejo de besarme y me miró con el ceño fruncido.

-¿Por qué lo preguntas?.

-Solo es curiosidad. -Lo mire preocupada.

-Por el momento no... Pero si me encantaria tener todos los hijo que quieras. Pero ahora no, tengo demasiados planes para ambos.

-Bueno.

Cinco días después
Javier había rentado un yate para dar un paseo y la verdad pasear en el yate fue hermoso, pues podía sentir el viento en mi cara y escuchar las olas del mar a la perfección.

-¿Te está gustando el paseo?. -Dijo Javier en voz alta.

-No hay nada más hermoso.

Lo mire y me sonrió. Se acercó a mí y me tomó del rostro, estuvo a punto de darme un beso pero sentí una sensación de vomitar, así que corrí al baño.

Vomite demasiado y fue horrible, pues sospechaba estar enferma. En eso llegó Javier y me tomó el pelo.

Me levante y tire de la palanca y limpie mi boca con papel.

-Ya se que soy feo, pero no es para tanto Alex. -Dijo Javier serio.

-No es eso. Tal vez estoy enferma.

-¿Quieres regresar a casa?. -Me miró con el ceño fruncido.

-No. Iré al living a pedir algún medicamento o algo.

-Alejandra, no quiero que te pase nada...

-Estoy bien. -Dije interrumpiendolo. -Todo esta bien.

Me acerque y le di un beso.

(...)
Al llegar al hotel fui con la recepcionista de la vez pasada.

-Hola. -Dije nerviosa.

-Señorita Coles. ¿En qué podemos servirle?.

-Quisiera pedirte... -Baje la mirada y mire mi vientre. -Una prueba de embarazo.

-Oh claro en unos minutos se la mandamos a su cuarto. -Sonrió.

-La más confiable. -La mire fijamente.

-Por supuesto.