CAPÍTULO 70 "PICNIC"

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La baje y fue corriendo con Eduardo y lo abrazo.

-Hola mi preciosa. ¿Cómo estas?. -Dijo feliz.

-Bien tío. -Sonrió.

-Que bueno mi niña. Oye ¿Me puedes traer mi mochila? Esta en la oficina de tu papá.

-Si.

Alejandrita entró al taller y yo me quedé con Eduardo.

-Y dime ¿Cómo te va con Becky?. -Sonreí.

-Pues me va de maravilla, me siento como Javier cuando te conoció. Me siento como una mariposa.

A dicho comentario ambos reímos.

-Me alegro que te vaya tan bien. -Sonreí.

-Si, y... ¿Qué tal tu matrimonio?. -Cruzó sus brazos.

-Pues han habido algunas peleas últimamente, pero estamos bien.

-¿Y no has notado algo raro en mi hermano?. -Bajo la mirada.

-¿Algo malo como qué?. -Lo mire fijamente.

-No nada.

-¿Acaso sabes algo que yo no Eduardo?.

Cruce mis brazos y mire fijamente a Eduardo y estuvo a punto de hablar, cuando llegó mi hija con su mochila.

-¿Es esta tío?. -Dijo dándole la mochila a Eduardo.

-Si mi amor, vámonos. Compre tres entradas para ir al cine con Becky.

-Si, pero dime ¿Qué es lo que notas raro en tu hermano?. -Lo mire enojada.

-Solo no lo descuides y habla con él.

Eduardo se fue con Becky y mi hija. Y yo me quedé ahí pensando que era eso que Eduardo me quería decir.
Salí de mis pensamientos al  ver llegar a Javier en su motocicleta.

-Hola mi amor. -Dijo Javier dándome un beso.

Me separe de él y vi algo en su mejilla era ¡Un beso!.

-¿Qué es eso Javier?. -Toque su mejilla. -¿Quién te dio ese beso?.

-Tú me lo diste en la mañana.

-No es cierto, yo no tengo un labial rosa. -Dije pensativa.

Javier se puso a pensar y a la vez se puso nervioso.

-¡Ah ya recordé! me lo dio mi mamá. -Dijo limpiandose el beso. -Es que fui a su casa por una sorpresa que te tengo y me lo dio... Porque hace mucho que no la veo.

Al oír eso me confundí ya que Claudia no se maquilla, pero no quería discutir, así que ambos subimos a la motocicleta y nos fuimos.

No fuimos a un lugar no muy lejano, fuimos al parque donde esta historia comenzó.
Vi una manta en el pasto con una canasta sobre ella y unas copas.

-¿Te gusta?. -Dijo abrazándome por detrás.

-Eres tan... Lindo.

Me gire y le di un abrazo.
Nos separamos y nos sentamos a comer.

(...)
Después de casi dos horas, nos acostamos en el pasto y lo mire por varios segundos. En verdad sigue teniendo ese hermoso brillo en sus ojos que me enamoró.

-Te amo. Dije en voz baja.

-Yo también mi cielo.

Sonreí y acaricie su mejilla en eso se levantó y levantó su camisa.

-Mira. -Señaló su ombligo.

Me levante y mire que tenía una letra "A" tatuada.

-Wow eres muy lindo. Me quiero hacer uno.

Javier frunció el ceño y sonrió.

-Bueno, vamos al lugar al que fui a hacérmelo.

Levantamos todo lo del picnic y nos fuimos al lugar.

Al llegar entramos y me senté en una silla donde el chico comenzó a hacerme el tatuaje. Fue como si me estuvieran cortando con una navaja, sentía piquetes y un poco de ardor pero pienso que vale la pena.

Después de un rato el chico acabó y nos fuimos a casa de Eduardo, por Alejandrita.

Al llegar tocamos la puerta y abrió Eduardo.

-Vaya ¿Y ese milagro?. -Dijo saludando a Javier.

-No te preocupes, nos quedaremos unos minutos.

Ambos entramos a la casa y Javier y Eduardo se fueron al patio y yo me quedé en la sala con Becky.

-Hola Alejandra. -Dijo abrazándome.

-Hola.

Ambas nos sentamos en el sofá mientras que mi hija estaba jugando en el piso con unas barbies.

-Y dime ¿Qué tal te va con Eduardo?. -Dije mirándola sonriendo.

-Me trata super bien y puedo decir que soy la mujer más feliz del mundo. -Dijo con un brillo en los ojos.

-Que bueno. Me alegro y él juraba y perjuraba que nunca se enamoraría y ve, lo tienes de un ala.

-Si, aunque no nos hemos casado. Es mi sueño yo lo amo y él a mí. -Bajo la mirada.

-Becky. -La tomé de las manos.

MI MOTOCICLISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora