CAPÍTULO 40 "EMILIANO"

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Al día siguiente, desperté gracias a que la luz del sol entraba por la ventana del cuarto y me daban directo en la cara.
Me senté, frote mis ojos y me di cuenta que Javier no estaba al lado mío, así que salí del cuarto a buscarlo.

-¿Javier?. -Dije saliendo del cuarto.

-¿Si?.

Gire mi cara y vi a Javier, saliendo del baño con una toalla enredada en su cadera y algunas gotas de agua en su pecho, haciendo que este brillará.
No pude evitar verlo, ya que se veía tan sexy ,que incluso mordí mi labio.

-Hey ¿Estás ahí?. -Agitó una mano.

-¿Ah? Lo siento. -Baje la mirada.

-Jaja pude notar que me miras como una loca violadora. -Sonrió.

-Ah ¿Con que eso piensas de mí?. -Puse mis manos en mi cadera y camine hacia él. -Pues yo no tengo la culpa de que estés tan... -Pasé una mano por su pecho y abdomen y mientras lo hacía mis ojos seguían mi mano. -Sexy.

-Yo tampoco tengo la culpa de que tú seas tan. -Paso su mano por mis pechos. -Sexy

Levanté una ceja y lo mire algo atrevida y él solo se acercó a mí y me dio un beso en los labios.

-Buenos días, amor. -Susurro en mis labios.

-Buenos días.

Mire sus ojos por unos segundos y me puse a pensar, como un hombre tan atractivo podría elegirme a mí como su novia. Y luego pensé porque "El corazón, simplemente, no se manda"

-Bueno... Debes cambiarte porque te llevaré a desayunar. -Dijo entrando a su cuarto.

-Si, porque alguien me quito la ropa anoche. -Dije entrando detrás de él.

(...)
Después de ir a desayunar, Javier me llevo a mi casa y él se fue a su trabajo.

Entre a casa y se veía totalmente oscura y abandonada. Fuí a mi cuarto y comencé a buscar unos documentos, que necesitaba para poder ir a hacer mi trámite a la universidad.
Después de encontrar los documentos necesarios, fui a la universidad.

(...)
Al llegar ahí, había una fila algo larga. Me puse a acomodar mis papeles y uno de ellos se me resbaló y cayó en el pie de un chico, yo me agaché y el chico también y ambos lo tomamos.

-Perdon. Quería ayudarte. -Tomó el documento en sus manos.

-Gracias.

Ambos nos levantamos y me entrego mi documento, sin antes averle dado un vistazo.

-¡Espera!. -Exclamó. -No puede ser, te conozco. -Sonrió.

-¿En serio?. -Dije confundida.

-Claro. Eres Alejandra García. No puede ser. ¿No me recuerdas? Soy Emiliano, tu amigo de la primaria. -Dijo feliz.

-¡No puedo creerlo!.

No pude con la felicidad y me lancé a él y lo abracé.
Él era mi mejor amigo de la primaria, pero perdí la comunicación con él desde que entramos a diferentes secundarias.

-Te vez muy preciosa. -Me miró de pies a cabeza.

-Gracias... Tú igual te vez muy apuesto. -Sonreí.

-¿Y que carrera estudiaras?. -Frunció el ceño.

-Planificación de eventos. Ya se que no es una carrera muy extensa y no tiene mucha ciencia, pero quiero saber más o menos como se maneja las cosas en empresas de este tipo y así.

-Pensé que ibas a estudiar la misma profesión que tus padres.

-No. Además, si estudio eso no me daría tiempo de hacer nada...

-Siguiente. -Dijo una mujer.

Me di la vuelta y era mi turno, así que me acerque a la ventanilla donde estaba la señora y le entregué mis papeles.

Después de que entregará mis papeles (lo cual fue muy rápido) salí de ahí y Emiliano salió detrás de mí corriendo.

-¡Alejandra espera! -Dijo agitado. -¿Quieres que te invite un helado? o podemos ir a ver una película, como quieras.

-Oh es muy lindo de tu parte. Pero me tengo que ir... Es que mi casa está hecha un desastre, es que salí de viaje y acabo de llegar anoche, así que debo hacer el aseo.

-¿Estas tratando de evadirme cierto?. -Frunció el ceño.

-¿Qué? No para nada, solo que...

Hice una pausa porque note que no me estaba creyendo nada.

-Es que tengo novio. Además, si salgo contigo se podría mal interpretar.

-Bueno. -Dijo triste. -Al menos deja que te lleve a tu casa.

-Claro. -Sonreí.

Narra Javier
Después de llevar a Alejandra a su casa yo fuí a mí trabajo, ya que por los días que no fuí, supuse que habría bastante trabajo.
Llegue y vi a Eduardo acomodando una llanta de una motocicleta y me le acerqué.

-Hola.

-Hola que bueno que estás de vuelta. -Dijo levantándose de la acera y saludándome.

MI MOTOCICLISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora