Capítulo 42

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Matthew PDV

-¿Trajiste lo que te pedí?.

-Si señor.- tomó su portafolio y busco algo dentro de el.

Me encontraba en una mesa privada en el restaurante del The Gallery, había quedado de verme aquí con unos de mis mejores contactos Richard Balton. Cuando lo conocí la primera vez, era un carterista en New York, años después entro en el negocio de la falsificación de documentos y es quien hasta ahora me ha proporcionado todo lo que necesito para estar en donde me encuentro. Richard hace y consigue todo lo que le pido sin excusas, es una persona muy útil para mi. No lo considero mi amigo, de hecho yo no tengo amigos, pero a Richard prefiero mantenerlo cerca, el sabe demasiado.

-Todo esta ahí.- me tendió un sobre color amarillo el cual tome por sobre la mesa y lo abrí para comprobar que lo que le había pedido hace dos semanas estuviera listo.- Se dará cuenta que son de excelente calidad. Los pasaportes y los nuevos ID’s pasaran la aduana de cualquier país al que vaya.

-Eso espero Richard, no te pago miles de dólares para que me hagas un mal trabajo.- sus servicios eran muy costoso pero lo valían. Puse los papeles a un lado y deje un sobre lleno de billetes sobre su plato, era su paga.-¿Cómo va la situación de la memoria?, ¿Tu amigo ese ya tiene algo?.

Hace mas de una semana cuando regrese de New York, me robaron lo mas importante que tenia. Una memoria con todos los códigos y accesos, a mis tres cuentas en Francia, Las Islas Maldivas y Suiza, esas cuentas son lo único de valor que tengo a mi nombre.

Recuerdo el día en que baje al mi despacho y al buscar la memoria en un libro que había adaptado para esconderla, no se encontraba. Alguien entro a mi casa y se llevo todo mi imperio en un pequeño pedazo de plástico.

-Nada aun señor Hussey. Debe estar tranquilo que siguen intactas, en el momento en quien robo la memoria se le ocurra usar ese dinero lo atraparemos. Por otra parte mis contactos en esos países están haciendo todo lo posible para agilizar la recuperación de sus códigos de acceso, pero es imposible sin su presencia.

-Lo se, es por eso que esta noche viajare a Suiza. Esa es mi cuenta mas importante y la que mas me preocupa recuperar.- un mesero entró con nuestros platos, cenaría algo antes de ir al aeropuerto.

Llegue a los Estados Unidos a la edad de 21 años persiguiendo el sueño americano. Había venido desde Londres en un intercambio y mi visa de estudiante se había extendido para que pudiera realizar mi maestría en Dirección Empresarial. Admito que mi empeño en la universidad nunca fue el mejor y al terminar mi maestría no salí con ninguna oferta de trabajo, pero eso no me importaba porque yo tenia otros planes en mente, crear mi propia empresa.

Tenia todo planeado y calculado a la perfección, sabia que el área de telecomunicaciones era la mejor manera de hacer dinero, así que reuní un grupo de ex compañeros de carrera y comenzamos a trabajar. El plan no podía fallar a excepción de una cosa, no contábamos con el capital para echar andar nuestro proyecto. Todos los bancos nos rechazaban los créditos que solicitábamos, muchos se burlaban de nosotros y de lo ingenuos que éramos al pensar que alguien se arriesgaría por una empresa que apenas iniciaba.

En ese tiempo conocí a Camila y me enamore de ella. Era tan hermosa y amable, su timidez era cautivadora y después de tres años de relación le pedí ser mi esposa, ella no era la chica de dinero, ni venia de una gran familia como me hubiera gustado. Lo que me atrajo de Camila es que no buscaba quien la mantuviera de por vida, ella luchaba por sus propios sueños y no era conformista, además de que es latina y siempre eh tenido cierta obsesión por ellas. Al poco tiempo de casados descubrí que era dueña de un fidecomiso de mas de un millón de dólares heredado por sus abuelos, supe en ese momento que era el dinero que necesitaba para poder iniciar con mi empresa, no fue tan difícil que ella me firmara una carta poder, por supuesto ella nunca supo lo que firmo y eso me dio ventaja para manejar su dinero hasta ahora, mas adelante ella misma me prestaría el dinero de los seguros de vida de su familia para invertirlos.

 Dominante (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora