Capítulo 44

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Lauren PDV

La veía paseando por toda la habitación mientras yo me encontraba con los brazos cruzados sobre mi pecho, inmóvil, a unos pasos de la puerta esperando a que ella dijera algo.

Las luces estaban encendidas en todo su resplandor, Camila caminaba en silencio y cada unos cuantos pasos se detenía a observar las herramientas acomodadas ordenadamente en las paredes y estantes. Algunas veces las tomaba con sus manos y otras simplemente las tocaba delicadamente con la yema de sus dedos como no queriendo romper nada. Su silencio me impacientaba, no había mencionado ni una sola palabra desde que bajamos. Yo solo alcanzaba a notar pequeñas reacciones de sorpresa en su rostro y algo de curiosidad.

-¿Camz?.- hablé de una vez, tenia que saber lo que pensaba.- Dime por favor qué es lo piensas?.

-Mmm... es grande.

-¿Qué cosa?.- pregunté confundida.

-La habitación, es mas grande de lo que recordaba.- camino hasta la cama que se encontraba en el centro y se detuvo en la cabecera. Di unos pasos y me pare en el lado opuesto de ella.

-¡Oh! Si... lo es.- espere a que ella dijera algo mas.

-Supongo que fue porque aquella vez estaba mas oscuro.- respondió bajito mas para ella que para mi.- tampoco recuerdo que estuviera esta cama aquí.- apoyo sus manos sobre la cabecera de madera gruesa y siguió mirando a su alrededor para después fijar sus ojos en mi.- ¿Siempre ha sido así o tu lo diseñaste?.

-Cuando lo recibí decidí redecorarlo y añadí algunas cosas.

-¡Se ve bien!.- aun seguía con una mirada indescifrable que me mataba de curiosidad.

-Camz, ¿Hay algo más que quieras preguntarme?.

-¿Cómo es un acto?.- se distrajo mirando en el techo los arneses que colgaban de el.

-Cuando los clientes llegan yo ya debo estar preparada con mi traje, ellos pasan al vestidor y una vez que están listos vienen por ese camino a la habitación del placer.- señale con mi índice el pasillo que conecta el vestidor con la habitación.- después tienen que hincarse haciendo una reverencia en ese tapete y esperar a que yo entre para iniciar el acto.

-¡Ah, Ok!... ¿Y todos lo deben hacer?. Digo, ¿Qué pasa si alguien se niega?.

-Nunca lo hacen, ellos saben bien lo que deben hacer para tener un acto conmigo y eso significa seguir las reglas de Madame.

-Las del contrato de sumiso y Madame.- confirmó y yo asentí. Antes de entrar a la habitación le había enseñado a Camila una copia del contrato que los clientes firman cuando acuden a su acto.- ¿Y que pasa cuando tu entras?.

-Me saludan como lo dicen las reglas y después da inicio el acto, cada cliente es diferente, cada uno tiene sus propias peticiones, si quieren azotes los azoto, si quieren que los suspenda de los arneses lo hago, si quieren que los penetre... bueno ya sabes.

-Si, ya lo entendí.- vi como bajo su mirada un poco apenada y se sentó en el borde de la cama.

Rodee la cama para llegar hasta donde ella se encontraba y me senté a su lado tomando una de sus manos entre mas mías. No saber lo que piensa es el peor de los castigos.

-Por favor Camz, di algo. Di lo que realmente piensas.- le rogué, quería saber que era lo que pasaba por su cabeza y que no se contuviera.

-Yo... es solo que...- mi corazón comenzó a latir a mil por hora. No quería que saliera corriendo, no quería que huyera de nuevo.- ¿Quieres la verdad?.- preguntó dudosa.

 Dominante (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora