Surprise! (Bruno Mars)

FIFTEEN

Bruno, después de un día agotador pero feliz, decidió ir a comprar un detalle para Cathy, quería demostrarle que la seguía amando a pesar de no pasar mucho tiempo juntos, y eso le quería hacer saber, que necesitaban pasar más tiempo juntos, los tres, como la hermosa familia que son.

Se dirigió a la tienda más cercana y compró una pequeña caja de chocolates y una flor.

Le encantará -pensó.

Sonriente y emocionado regresó a casa, frunció levemente el ceño al ver las luces apagadas, y no era muy tarde como para que ya durmieran. Se dirigió a la puerta e ignorando lo de las luces, volvió a sonreír, mientras intentaba sacar sus llaves.

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-La niña es igual de linda que tú Cathy. -comentó Mark sonriente.

-Es preciosa.

-Y ¿qué pasó con su padre?

-Um... Bueno, él me dejó, c-cuando le comenté del embarazo.

-Que cobarde de su parte, como lo siento.

-No importa. -dijo con una débil sonrisa mientras le abrazaba.

A su mente llegó Bruno, y pensó.

¿Ya se habrá enterado?

¿Qué estará haciendo ahora?

Dejó esas preguntas de lado, ahora empezaría otra vida sin él, debería de olvidarlo.

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-¿Cathy?

Bruno habló al entrar, ya que no vio señales de vida, ni había ruido. Cosa que le extrañó, con el ceño fruncido y extrañeza, llamó al número de Catherine.

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El celular de la antes mencionada comenzó a sonar, Mark y ella se encontraban dándose besos, besos que podrían llegar a algo más, otra vez. La pequeña Ruby yacía dormida en otra habitación. Mark días antes le había ofrecido irse a vivir con él, e aquí el por qué la desición tomada.

Al ver el nombre de la persona quien le llamaba, lo ignoró y continuó, pero éste seguía sonando. Lo tomó y lo apagó.

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Bruno, lleno de desesperación comenzó a buscar por la casa, hasta que entro a su habitación, se veía vacío, mientras intentaba regular su agitada respiración, se acercó a la cama, donde yacía una nota.

Bruno.

Escribí ésta carta, para agradecerte todo lo que hiciste por mí, pero lo siento ya no me sentía cómoda contigo. Así que me fui... Con Ruby, perdón.

Te prometo que la cuidaré muy bien.

Adiós, Catherine.

En ése momento Bruno se destrozó, tenía lágrimas en sus ojos y su mente quedó en blanco. Cathy lo dejó, totalmente solo, y no nada más eso, se llevó a Ruby, mi hermosa hija. Ya veía por que el día iba demasiado bien, algo malo tenía que ocurrir y aquí está.