FORTY SIX

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-¿Regresarías con él?

Philip llevaba todo el rato que tenían paseando, con la misma pregunta, ella estaba harta así que simplemente le dio la respuesta.

-¡Si, Phil!

-Oh, eso sería genial -sonrió- apuesto a que él también.

Sacó rápidamente su celular y le escribió a su amigo.

Dijo que sí.

Lo guardó, y minutos después obtuvo una respuesta.

¿Quién dijo? ¿Si, qué cosa?

Philip apagó su celular y no le contestó, Bruno era tan distraído. O si no, entonces era tonto.

••

-Ruby...

-Papá...

-¿Quieres hacer algo hoy?

La pequeña se alzó de hombros.

-¿Qué haces?

-Jugando.

-¿Qué cosa?

-En el celular.

-Oh... Oye, Ruby.

-¿Si?

-¿Sabes?, hay una tienda de dulces aquí cerca.

-Ajá.

-¿Y si vamos?

-Nah.

-¿Me estás poniendo atención?

-Luego.

-¡Ruby! -dijo quitando el aparato de sus manos- venimos de vacaciones, hay que pasarla bien, aprovechar.

La niña frunció el ceño y extendió su brazo, abriendo la palma de su mano.

-Dámelo.

-No -contestó molesto- vamos a esa dulcería, si o si.

-Si tantas ganas tienes de ir, ve tú solo.

-¡Oye! ¿Quién te enseñó a responder así? ¿Cuándo lo he hecho yo?

-¡Nunca! Pero yo quiero...

-¡No me respondas así o jamás te prestaré el aparato de nuevo!

Quien estuviera fuera de esa habitación, escucharía puros gritos. De una niña y un adulto peleando, que bonito ¿no?

••

-¡Por favor!

-No, no quisiste ir a la tienda conmigo, así que los dulces son míos.

-¡Papá!

-¡Ruby!

Molesta, se fue a su cama -se hospedaban en un hotel- y se cubrió hasta su cabeza con el edredón. Bruno la observaba mientras comía los dulces.

Surprise! (Bruno Mars)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora