FORTY EIGHT

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-Hogar dulce hogar -dijo Bruno sonriendo.

Ruby se había dormido en el camino, al llegar ésta seguía callada y decaída. Rápidamente se adentró a casa, se dirigió a su habitación.

Bruno seguía preocupado y temía que alguien le hubiera hecho daño, o peor aún, que fuera su culpa.

-Ruby, ¿qué pasa?

-Nada...

-Tú no eres así, algo pasa.

-Solo, extraño a todos.

-Te conozco y sé que no es eso, Ruby, ¿te han hecho algo?

-Ya te dije que no -habló algo tosca.

-Bien, perdón...

-Bueno, en realidad si hay algo...

-¿Qué cosa?

-Papá, es que, a veces me siento sola... -ella empezaba a sentir nervios.

-Oh, hija. Sabes que trabajo e intentaré pasar más tiempo contigo.

-No en ése sentido, papá. Tú pasas mucho tiempo conmigo...

-¿Entonces?

-Es que, quiero... Un hermanito.

Bruno suspiró y pensó bien sus palabras antes de hablar.

-No, no sé, Ruby.

-¿Por qué?

-No se puede ahora -empezaba a sentirse incómodo.

-¿Por qué no? Podemos pedir uno...

-Ruby, los hermanitos no se tienen de esa forma.

-¿Entonces como?

-Lo sabrás después. Bien, Ruby, estaré abajo por si necesitas algo.

Bruno rápidamente salió de la habitación, dejando a la niña sola. Quien comenzó a soltar pequeñas lágrimas, rápidamente las limpió y se recostó en su cama.

••

El tiempo ya había pasado, exactamente cinco años, y todo iba bien. Claro que hubo uno que otro problema, pero nada que no se pudiera resolver.

Tanto ha pasado en todo éste  tiempo.

Bruno y ________ aún eran novios, bueno, llevaban cuatro siendolo, el restante simplemente salían, o sea, trabajaron en mejorar su relación.

Ruby ya era toda una adolescente, pero para Bruno, era la niña de sus ojos.

Ahora vivían los tres juntos, si, seguían fuera de su lugar de origen.

Ruby seguía sintiéndose atraída por Johnny. Y éste sentía lo mismo, pero su amistad era tan fuerte, que no se atrevían a decirlo.

Y bueno, aún se vienen más cosas...

••

Bruno se encontraba con su pareja en la azotea de la casa. Habían salido a charlar un rato.

-Bruno...

-¿Qué pasa, linda?

La chica le regaló una sonrisa y continuó hablando.

Surprise! (Bruno Mars)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora