Surprise! (Bruno Mars)

TWENTY EIGHT

Bruno suspiró dejándose caer en la silla frente al escritorio de su oficina, aún se sentía agotado. Ruby estaba dormida en un sofá que había en la misma habitación.

Al fin terminó con la presión del trabajo, había terminado todos los recados, entre otras ocupaciones. Miró a su hija y recordó la manera en la que le habló la noche anterior, se sintió muy mal, eso era algo que odiaba de sí mismo, se dejaba llevar por sus emociones, estados de ánimo o sentimientos.

Y está mal.

Su jornada del día había terminado, se acercó al sofá y se puso de cuclillas frente a éste.

-Ruby -llamó suavemente.

La antes mencionada se removió, pero solo le dio la espalda y continuó dormida.

-Ruby, despierta.

La pequeña obedeció y abrió sus ojos, para después sentarse y mirar a los ojos a su papá.

-Perdón, princesa.

-¿Por qué?

-No debí haberte hablado así ayer, pero tenía mucho trabajo y no me sentía bien.

-Está bien, papá.

Ruby abrió sus brazos y le sonrió a su papá, éste se levantó y le regresó la sonrisa, para después abrazarla con fuerza.

-Te quiero mucho, mucho.

-Y yo a ti, papi.

••

-¡Helado!

-Ruby, siempre comes helado te va a hacer daño...

-Pero me gusta mucho el helado, y no es siempre.

-Ugh, está bien será helado.

-¿De qué sabor te gustaría?

-Mm... Chocolate.

-Bien.

Después de pedir los helados caminaron hacia el parque, se veía tierna la escena, Bruno tomaba la pequeña mano de su hija, un poco inclinado por la estatura de ella. Tomaron asiento en una mesa ubicada en el lugar y hablaban animadamente.

Y es que los dos eran de hablar mucho, siempre tenían temas de conversación y eso hacía mucho mejor el momento.

Bruno revisó su celular, no lo había utilizado por el trabajo más que para realizar unas llamadas. Tenía un mensaje de _________.

Rápidamente lo abrió, y contestó.

Hola, perdón por tardar estaba ocupado, ¿puedes salir mañana? No tengo nada importante que hacer.

Guardó su celular y posó toda su atención a Ruby, quien seguía hablando.

-¡Y pude hacer la suma yo sola!

-¿En serio? ¡Ruby eso es genial!

Y así continuaron hablando, pasando un momento hermoso, juntos como la bonita familia que son.

••

-¡Catherine! Tranquila.

-¿¡Cómo quieres que me tranquilice mamá!? ¡Lo vi con la niña y mi vida es una total mierda! -exclamó soltando gruesas lágrimas.