FORTY THREE

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-Ruby -golpeó levemente la puerta- ¿puedo entrar?

Al no obtener respuesta, abrió totalmente la puerta y vio que su hija estaba de brazos cruzados en su cama, sin haberse duchado y sin estar cubierta por su edredón.

-¿No te has duchado? -cuestionó seriamente.

-No, y no lo haré.

-¿Por qué no?

-Es no, y punto.

-Ruby, haz lo que quieras ¿si? Yo solo quiero que te recuperes rápidamente, pero al parecer no quieres ayudar, si pasa algo que hace tu manera tan grosera de contestar, entonces me lo puedes decir ya -habló siendo levemente duro.

Ruby no dijo nada y bajó su cabeza, Bruno al ver que de nuevo no le diría nada, salió de la habitación y volvió a bajar a la cocina.

Su teléfono sonó indicando una llamada, al ver la pantalla observó que era Phil, rápidamente contestó.

-¿Qué?

-Yo también te quiero, Bruno -respondió sarcástico.

-Perdón, no estoy de buen humor -intentó relajarse- ¿pasa algo?

-Ah, no, no pasa nada ¿y por qué ése mal humor, amigo?

-Nada, es solo Ruby, no sé que le pasa, está muy desobediente y grosera.

-Mm... ¿Le hiciste algo?

-No, no que yo recuerde, hoy solo la llevé al doctor y de ahí pasó todo.

-¿Qué pasó exactamente?

-Bueno, primero me culpó de su gripe, después no me obedeció cuando le di unas indicaciones que me dijo el médico.

-Oh, bueno, tal vez está agobiada de eso, Bruno.

-Pero si apenas la llevé hoy, y los demás días la dejaba andar por toda la casa ¿y sabes? Lo empeoró todo.

-Entonces algo le molesta, tal vez le hicieron algo, no sé Bruno.

-Da igual, luego hablo con ella.

-¡Se dice gracias, maldita cerd...

-¡Ya entendí, gracias Phil!

-De nada -habló riendo- oye, y ¿ya hablaste con _______?

-No... No sé qué hacer ¿tú que piensas?

-Solo sé, que te dice toda la verdad.

-Suenas muy seguro, ¿tuviste que ver en algo?

-Obvio no, Bruno, solo que hablé con ella y eso.

-Ya veo, es que nada cuadra ¿por qué no me lo dijo cuando hablamos? ¿Por qué hasta ahora?

-Ni ella lo sabe.

Bruno frunció el ceño.

-¿Ah?

-Tú, ya sabes que ella tampoco lo sabe, nadie lo sabe.

-Claro -habló extrañado- ¿estás bien?

-¡Muy bien!

-Bueno, Phil.

-¿Si?

-Me tengo que ir, gracias por escucharme.

-Oh, está bien, para eso estamos.

-Gracias, adiós.

-Adiós, Bruno.

••

Ruby se encontraba afuera de la habitación de su padre, al parecer éste ya dormía o estaba a punto de hacerlo. Pero sentía la necesidad de ir y disculparse así que con nervios golpeó la puerta levemente.

Surprise! (Bruno Mars)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora