TWENTY FOUR

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-Ruby, hoy no hay escuela, yo iré a trabajar toda la tarde --dijo Bruno haciendo una mueca-- Obedeces y no quiero problemas ¿bien?

-Sí, papá.

-Te quiero mucho, princesa --dijo mientras dejaba un beso en la frente de la niña-- Nos vemos al rato.

-También te quiero, que te vaya bien, papi. -Ruby dejó un beso en la mejilla de su padre.

••

-¡Ruby, deja eso!

La pequeña iba corriendo con sus manos llenas de pintura, Philip le permitió pintar, pero le aterrorizaba que manchara la pared o peor aún, la ropa.

Y sucedió, la niña dejó sus manos en la pared, pintándola, la niña empezó a reír.

-Ruby, tu papá va a llorar por tu culpa.

La mencionada dejó de reír.

-¿Va a llorar?

-Sí, por que él quiere que te portaras bien, y que obedecieras pero no lo hiciste. ¡Se va a sentir muy mal! -exclamó dramáticamente.

A Ruby le comenzó a temblar el labio y tenía lágrimas en sus ojitos.

-No llores, hay una solución -dijo sonriendo levemente.

-¿Si?

Phil asintió.

-Podemos limpiar antes de que tu papá llegue, llega hasta la noche así que... -alzó sus hombros.

La niña asintió repetidas veces.

-No quiero que mi papá llore por mi culpa.

••

-Ya quedó.

Pudieron quitar las manchas, no totalmente pero Phil pasó pintura blanca -color de la pared- y se pudo arreglar.

Ruby tenía una gran sonrisa, su papá ya no lloraría.

••

-¿Ya terminaste?

Ruby asintió levantándose de la mesa con su plato sucio. Philip se sorprendió ante tal acto, pues la pequeña simplemente dejaba la mesa y se iba. Vaya, funcionó el decirle que su padre lloraría.

-¿Ya casi te vas tío Phil?

-Sí, tu papá no debe de tardar.

••

-Ya se tardó.

-¿Por qué no viene papá?

-No sé, Ruby -dijo mientras arropaba a la niña- Mejor duerme.

-Pero mi papá siempre viene a ésta hora a tocar el ukelele y cantar.

Phil suspiró.

-Ésta vez no se podrá, pequeña.

Phil observó como el cuerpo de Ruby se sacudía.

-No, no Ruby, no llores.

-E-es que ya quiero ver a... Mi papá.

••

-¿Phil?

El antes mencionado yacía dormido en el sofá, y lentamente abrió sus ojos.

-Al fin llegas...

-Sí, perdón.

-¿Dónde estabas?

-Disculpa, mamá. Salí con ________ hoy, no estaba en mis planes pero nos topamos en la calle y pasó.

-Está bien, Bruno, pero me hubieras avisado. Ruby se acaba de dormir, no podía, te estaba esperando.

-Que horrible, me siento muy mal. Perdón en serio.

-Tranquilo, no me molesta, pero eso si avisa, no por mi, si no por Ruby.

-Muchas, gracias, prometo avisar para la próxima.

Philip sonrió.

-¿Qué tal la salida con _________?

-Muy bien, tranquila y la verdad esa chica es maravillosa, me trae loco.

-Eso es genial, Bruno.

-Lo es.

-¿Crees llegar a tener algo con ella?

Bruno alzó sus hombros.

-No lo sé Phil, pero haré mi mejor esfuerzo y simplemente seré yo mismo.

-Así se habla, amigo.

••

Narra Bruno.

Minutos después de que Philip se había ido, me levanté y preparé algo para cenar, era algo tarde pero el hambre que sentía era insoportable.

Subí y me dirigí a la habitación de Ruby, y ahí yacía mi pequeña hija dormida. Me acerqué y dejé un besl en su mejilla.

-Perdón -susurré- Necesito saber que aunque falle, tú seguirás aquí.

Suspire y salí haciendo el menor ruido posible.

Me dirigí a mi habitación me puse ropa cómoda y luego me fui a mi cama, siempre me sentía solo cuando venía acá. Pero en realidad no lo estoy, hay un pequeño ángel en la habitación de en frente durmiendo, y es lo mejor que pude haber tenido en mi vida.

A veces me pongo a pensar en como sería si Catherine nunca se hubiera ido. Me siento culpable de lo que pasa Ruby, no tiene a su mamá junto con ella, quien conviva y hagan cosas que aman hacer las niñas de su edad. Intento darle lo mejor, ser un buen padre y hacerla sentir bien aquí.

Pero no me siento lo suficientemente bueno. Sé que no soy perfecto, pero en serio a veces desearía que todo fuera diferente, que mi hija no sufriera por su mamá, a veces siento que no le doy la mayor atención o no paso gran parte del tiempo.

Pero tampoco me siento tan mal, ya que si no lo hago es por una razón. Trabajo, trabajo para que tenga lo mejor y todo lo que yo le pueda dar desde ahora, hasta que sea toda una señorita y se haga responsable y vaya a hacer su vida. Duele pensar que algún día se irá, pero hasta que ése día llegue tengo que aprovechar esto al máximo.

Y sin más con esos pensamientos, fui cayendo en un profundo sueño.

Surprise! (Bruno Mars)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora