Surprise! (Bruno Mars)

FORTY TWO

-¡Papá!

Un Bruno alarmado y con grandes ojeras, rápidamente se levantó de su cama para ir con Ruby. Ya llevaba tres días así, se despertaba por las madrugadas y no dormía hasta tarde.

Ése día ella no había ido a clases.

Ruby se enfermó de una gripe, tenía congestión nasal y mucha tos -por esa razón despertaba continuamente- le llegaba a causar algo de ansiedad y desesperación el no poder respirar bien.

-¿De nuevo?

Ruby asintió mientras lágrimas caían y empapaban sus mejillas rojas.

-Tranquila, calma.

-Me siento muy mal.

Bruno observó la hora y se dio cuenta de que podía darle un medicamento para que pueda respirar bien, y que así pueda dormir un poco.

Fue a buscar dicho producto, pero como la vida lo ama muchísimo, miró que no tenía.

-Mierda, lo que faltaba -murmuró bajo, con un toque de molestia.

Regresó a la habitación de Ruby y ésta seguía llorando, Bruno se acercó a ella y le dio su mano.

-Ven, vamos a la cocina.

••

-¿Te sientes mejor?

Ruby asintió.

-Bien, ya se te pasará.

Bruno le había preparado un té que su madre les daba a él y a sus hermanos cuando alguno se sentía mal. Era el remedio de la abuela, ése que va de generación en generación.

Y es que ellas son tan sabias, que da un gran gusto hablar de vez en cuando y escucharlas, están llenas de tantas experiencias, que llegas a aprender cosas increíbles.

-Papá -habló levemente y con dificultad.

-¿Si?

-Perdón...

-¿Por qué, hija?

-Es que, no te dejo dormir...

Bruno sonrió levemente y con cansancio.

-No tienes que pedir perdón, está bien, yo no quiero verte así, ¿bien? Te cuidaré hasta que te recuperes.

-Gracias, papá.

••

Bruno soltó un suspiro y cerró la puerta de aquella habitación, Ruby por fin se había dormido.

Se dirigió a su habitación y observó el reloj.

4:00 a.m.

Se recostó cansado y recordó la conversación que había tenido con ______ después de que Phil le hubiera dado el teléfono.

Le explicó demasiadas cosas, pero él ya no sabía que creer, le dejó su corazón una vez y lo devolvió destrozado. Y la confianza grande que habían ganado, en segundos se perdió.

Bruno simplemente había respondido que le dejara pensar, no se armó de valor para decir.

No, lo nuestro ya fue, continúa con alguien más.