8-Tyler Hoechlin

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—Mierda, Tyler...

No sabía que hacer, estaba asustada. Era mi primera misión y mi compañero acababa de ser herido.

—No sé qué hacer, estoy asustada— yo estaba llorando, no quería pero tampoco podía guardármelo.

—Relájate Zoëy, está bien. Solo me ha rozado. Pon en práctica todo lo que te han enseñado, es la hora.

Yo solo podía mirarle la herida a un lado del abdomen, pero mi vista estaba nublada.

En un momento siento como una de sus manos se levanta, y se coloca debajo de mi barbilla. Ejerce un poco de presión y levantó la cabeza en consecuencia.

—Tranquila, todo estará bien. Shh...

Asiento frenéticamente, me seco las lágrimas con el dorso de la mano y le saco la camiseta.

La rompo en una tira, y se la enroscó al rededor del torso. Mi siguiente acción iba a ser desprenderme del chaleco para ponérselo a el, pero fui interrumpida:

—No, eso no. Quédatelo, yo no lo necesito.

—No seas estúpido y cabezón, siempre haces lo mismo y no dejas a nadie ayudarte. Esta vez déjame a mí, tú no estás en condiciones...

Lo hice callar, y para mí sorpresa funcionó. Me quite el chaleco y se lo puse.

—A la de tres nos levantamos y corremos a la salida. Recuerdo el camino. Uno... Dos... ¡Y tres!

Lo agarré por debajo del hombro m, y me impulsé hacia arriba. Bien, ya estamos de pie.

—Necesitamos una distracción...

Lo miré. Tenía razón. Era una misión suicida intentar llegar a la puerta sin ser disparados.

—Zoëy, la pistola— dijo obvio, lo miré mal y le saqué la lengua. Puede que estemos en una situación de vida o muerte, pero ha sido algo inevitable.

Al agacharme para coger el arma, me vino una idea a la mente... Acabo de ver la mejor distracción.

Vuelvo a decir la cuenta atrás, y lanzo la pistola lo más lejos que puedo. Disparos se oyen hacia esa parte de la habitación, aprovecho y salgo corriendo. Con el brazo de mi compañero apoyado en mis hombros.

Después de un par de peleas de mi parte, y un par de minutos, conseguimos salir del edificio.

Hay muchas patrullas y algunas ambulancias. Rápidamente llevo a Tyler a la más cercana.

Allí lo tumban en una camilla y se lo llevan, yo no puedo irme con él por mucho que quiera.

—¿Qué ha pasado ahí dentro Jones?

—Capitán, son muchos... Dispararon a Hoechlin... No nos quedaba munición... No se me ocurrió nada más que salir...

—Está bien, está bien... Solo espero que el resto del equipo salga con vida. Vaya alguna ambulancia para que la revisen.-asentí y me di la vuelta dirigiéndome a la ambulancia más cercana.

—Y... Zoëy— me volví a dar la vuelta- buen trabajo.

Sonrió, y no pude evitar devolverle la sonrisa. Mi primera misión, una mierda y encima me agradece... ¡Qué suerte!

***

En la ambulancia solo me pusieron un par de puntos en la frente, pues tenía una brecha fea.

Y después me mandaron a casa a descansar,pero no lo hice. En cambio fui a buscar a Tyler. Me tenía preocupada.

Entré a la recepción del cuarto hospital, sí el cuarto, no me quisieron decir dónde se encontraba. Pues era "confidencial". Estúpidos.

—Disculpe señorita, busco a Tyler Hoechlin.

—Sí claro, es usted familiar o...

—Soy su prometida— puede que fuera mentira, pero ella no lo sabía.

—En ese caso... Habitación 626, acaba de salir de quirófano asique puede que esté aturdido o dormido.

—Vale, gracias.

Le di una sonrisa tímida, y fui en busca de la habitación donde se encontraba mi "prometido".

Después de cinco minutos, llego a la habitación 626. Paso mis manos por mi pantalón, intentando secarlas. Hasta ahora no me había dado cuenta de que estaba sudando como un pollo.

Tío la puerta, y un leve "pase doctor" se escucha. Al abrir la puerta digo:

—No soy el doctor, lo siento.

—¿Zoëy?— dice con una sonrisa, asiento y me abalanzo sobre su cuerpo en la camilla.

Pero al hacerlo, escucho un gemido de dolor de su parte. Dios... La herida. Me había olvidado por completo...

—Mierda, lo siento... Joder...— ríe— No te rías, no es divertido, te he hecho daño.

—Estate tranquila, estoy bien. Hace unas horas que he salido del quirófano y no me duele nada. La morfina hace su efecto...

Lo miro con cara extraña.

—¿Qué?

—La chica de la recepción me dijo que acababas de salir de operar y que probablemente estarías dormido.

Se queda un momento pensando.

—No sé porque habrá sido, pero ¿Cómo te ha dejado pasar si no eres de mi familia?

Mierda. Siento como el color sube a mi cara, y él ríe.

—Zoëy ¿Qué le dijiste?

—Que era tu prometida...

Me esperaba que se riera o algo por el estilo, pero no, no emitió sonido alguno.

Yo no podía verle,pues tengo la cabeza agachada. Siento como me la sube, y sin previo aviso me tumba encima suyo y junta nuestros labios.

Al principio me quedo petrificada, pero después pongo una mano en su nuca y la otra en la camilla; para sujetar un poco mi peso.

Después de unos segundos nos separamos, este ha sido el mejor beso de mi vida.

—Pues creo que la mentira que le has contado a la recepcionista, debería convertiste cierta.

—¿Me estás... Te estás... Nos estás...?

—¿Qué me dices? ¿Me harías ese gran honor?

—Claro que si estúpido.

Lo abracé tan fuerte como me fue posible, pero se quejó y volví a la realidad.

Estaba en el hospital, con mi compañero en una camilla y recién operado. Pero resumiendolo todo; estaba con mi prometido.

One shots multifandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora