73- Poe Dameron

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-¿Entonces te vas?

-Salimos al amanecer, no debemos perder el poco tiempo que tenemos- Poe se sentó en su cama y se quitó las botas dispuesto a dormir-. Debo descansar, Keila.

-Te prometo que haré las cosas bien, solo déjame intentarlo. Antes de que te vayas mañana, antes de que digas adiós, solo déjame...- lágrimas de impotencia luchaban por salir, pero sería una falta de respeto hacia toso los rebeldes caídos. El piloto negó y se metió en la cama, cubriéndose con la manta hasta la cabeza- ¡Quédate, Poe! ¡Quédate! Solo un momento antes de que te marches, déjame sentirlo por puede que última vez. Aunque sea actúa como si aún me amaras, por un momento más. Es lo que necesito para poder continuar. 

-¿Pretendes que te deje tumbarte conmigo después de no acatar ordenes directas, sin importar que sea malo o bueno? 

-Quiero darle sentido a esto antes de que te vayas- entré en el pequeño espacio que ocupaba su habitación-. Sé que te habrás cansado de esto, de mí, pero lo necesito. Solo una noche, Poe, para así poder olvidar. 

-Voy a arrepentirme de esto...- sus palabras quedaron en el aire, pues en cuanto abrió la manta salí corriendo a tumbarme junto a él. Me acurruqué en sus brazos, era irónico que después de todo siguiera sintiéndome querida allí. 

-Cuando mañana despeguéis, vete mientas esté dormida. No creo poder volver a soportar verte marchar sin saber si vas a volver- dejé que un par de lágrimas salieran. De todas formas no me veía y dudaba que unas pequeñas gotas de agua pudieran traspasar su camisa. 

-Claro que voy a volver- abrazó mi cuerpo contra su pecho con mayor fuerza. De esa manera mi mejilla quedó aún más apretada contra él, haciendo que sintiera sus latidos mezclarse con los míos-. Recuerda que soy el mejor piloto de la galaxia.

-¿Y qué hay de Rey?- se quedó callado- Cuando estés a millones de kilómetros lejos de aquí y tú estés luchando y yo esté aquí como una inútil, solo voy a poder desear que todo este sea un sueño. 

-Ya me gustaría que lo fuera. Sería una vida ideal- acarició mi cabello mientras dejaba besos en mi frente-. Pero no lo es. Cada uno tiene diferentes responsabilidades, pero todos luchamos por una misma causa: Acabar de una vez con todas con los Sith.

-Te estaré esperando- flexioné mis codos sobre él, quedando cara a cara-. Solo que no me jodas y me vuelvas a hacer esperar cinco putos años. 

Rió haciendo que todo mi cuerpo vibrase- Te prometo que estaré aquí en tres días. Puede que vivo o muerto, pero aquí me tendrás. 

-¿Y después? No creo que Leia me deje ir tan fácilmente. 

-Tampoco es que tenga que darte permiso. Creo conocer bien tus antecedentes de huidas- no pude evitar reír al recordar viejos tiempos-. Si regreso, nos iremos lejos.

-¿Y si no?

-Te suicidarías- lo miré ofendida-. Vamos, Keila, todos sabemos que no podrías vivir sin mí.

-Si vuelves muerto te mataré.

-Si yo te he perdonado creo que un perdón de vuelta sería lo más justo- negué mientras suspiraba. La idea de pensar en que no volvería a verlo nunca más me ponía loe pelos de punta-. Hey, mírame. Voy a volver. Hace falta algo más que un enorme escuadrón armado hasta los dientes para poder vencerme. Además, cuento con tu ayuda. 

-Qué la fuerza te acompañe- intenté peinar su revoltoso cabello, pero volvió a su forma despelucada en unos segundos. 

-No, la fuerza se queda aquí. Recuerda que tú no vienes- antes de que pudiera replicar me atrajo hacia sí y me besó. Hacía mucho tiempo que no nos besábamos-. Te quiero.

-Actúas muy bien. 

-No estoy actuando. Por muchos líos en que te metas jamás podré dejar de amarte, recuerda que eres la madre de mis hijos.

-No lo soy.

-Lo serás, porque voy a volver- sonreí y lo volví a besar. Poe hizo que girásemos para que pudiera posicionarse entre mis piernas-. Voy a volver. 



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