78- Andy Black

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 Otro pedido para patymerryash
Estoy muy contenta con este shot, espero que también os guste a vosotr@s!!!

-¿Qué pasa, Andy?- Ivy se acercó y se sentó junto a mí en nuestro sofá- Me he asustado cuando me has llamado tan apresurado.

-¿Puedes explicarme qué es esto?- saqué un paquete de Lucky Strike de mi bolsillo. 

-¿Has estado rebuscando entre mis cosas?- intentó quitármelo pero fui más rápido y lo puse fuera de su alcance- ¿Se puede saber de qué coño vas?

-¿De qué vas tú?- me levanté furioso- ¿Por qué tienes un paquete de tabaco si no fumas?

-He empezado a fumar- sentenció enfadada-. No tiene nada de malo. 

-¿Hace cuánto que has empezado?- respondí cruzando los brazos en mi pecho.

-¿A qué viene tanta preocupación por mí de repente?- dijo echándose hacia atrás y guardando el tabaco que por fin había logrado quitarme. 

-Eres mi novia, me preocupo por ti. 

-Hace unas semanas. 

-Vale... Ahora, ¿Me puedes decir por qué has cambiado la contraseña de tú teléfono? 

-¿Te estás oyendo?- saltó gritando- Puedo cambiar la contraseña de mi teléfono cuando yo quiera. 

-Jamás la habías cambiado, hasta hace unas semanas. Tú madre te estaba llamando y me dijiste que descolgara mientras te limpiabas las manos. 

-Se me olvidó comentártelo.

-Sabes que si pasa algo puedes decírmelo...- me acerqué a ella pero se alejó- ¿Has conocido a alguien?

-¿Qué? ¡No!- respondió ofendida- Jamás te haría eso. Estás dándole demasiadas vueltas al asunto. 

-Y tú estás rara. Es como si no nos conociésemos.

-Puede que no lo hagamos- sus ojos se llenaron de lágrimas. Yo tuve que retener las mías, sabía lo que estaba pasando pero aún confiaba en ella y quería ver hasta que punto confiaba ella en mí-. Ivy bufó y se secó los ojos con la manga de su sudadera-. Andy, yo... lo siento. No sé qué me pasa. 

-Solo respóndeme una cosa más- le dije mientras me preparaba mentalmente para la guerra. 

-Lo que sea.

-¿De quién es esa sudadera y por qué hay ropa interior de hombre entre la tuya? 

-¿Qué dices?- tenía los ojos muy abiertos y su voz comenzó a temblar- Deja de insinuar que te he puesto los cuernos. 

-Respóndeme, Ivy- comencé a ponerme nervioso. Necesitaba salir de allí, pero no pensaba hacerlo hasta descubrir la verdad-. Respóndeme para que podamos acabar esto de una vez.

-Te juro que no- dijo acercándose a mí llorando. Me partía el corazón verla así pero no me quedaba otra opción que aguantar, ella se lo había buscado-. ¿No confías en mí, Andy?

-La que no confía eres tú- me acerqué a ella y la agarré de los hombros-. Dime la verdad, Ivs. No tiene sentido seguir ocultándolo. Intenta hacerlo fácil, es mejor para ambos. 

-¿Si lo sabes por qué quieres tener esta conversación?- se deshizo de mi agarre y se dio la vuelta para acercarse a la ventana y hacer como si yo no existiera. 

-¿Con quién has estado durmiendo las noches que has pasado fuera?- no obtuve respuesta- Me he pasado noches en vela intentando saber qué es lo que he hecho mal, creo que merezco una respuesta. 

-No has hecho nada mal- dijo entre llantos. 

-¿Entonces a qué viene todo esto? Solo admite que te gusta, quiero oírlo salir de tus labios. No intentes ponerme una coartada porque te has quedado sin excusas, me las sé todas. 

-¡No entiendo como es que después de tres años juntos desconfíes de mí de esta manera!- gritó acercándose a mí y golpeando mi pecho- No he estado durmiendo con nadie, pero no creo lo mismo de ti. 

-No te hagas la victima porque ya estoy bastante enfadado, y ambos sabemos que la que lo ha jodido todo has sido tú- agarré sus manos pero Ivy las apartó y bajó su mirada-. ¡Venga ya! Ni siquiera puedes mirarme a los ojos. 

-No puedo estar con alguien que desconfía así de mí- subió la mirada hacia su chaqueta, la cogió y se dirigió a la puerta. La dejé ir, retenerla solo sería causar más daño-. Me voy, no intentes detenerme porque llamo a la policía.

-Ivy- se giró a mirarme. Sentí una chispa de esperanza cruzar sus ojos, que trágico-. Te dejas el paquete de tabaco. 

-Vete a la mierda- volvió a girarse y cerró con un portazo. Esperé unos segundos hasta oír su llanto bajo mi ventana. Me dirigí hasta allí con paso apresurado y grité: 

-¡Sé que estás mintiendo! 

One shots multifandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora