83- Miguel Herrán

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Dedicado a 09elenagordo , siento mucho la demora y espero que te guste! 

-Vale a ver, entonces Madagascar lo descartamos ¿no?- preguntó Miguel mientras cogía el bolígrafo de la mesilla. Yo asentí y metí otra palomita en mi boca- ¿Puedes dejar de comer? Es algo serio, Jess. 

-Lo sé, lo sé- contesté recogiendo mis piernas y sentándome adecuadamente a su lado-. Pero es que estaba viendo una película y no me puedes pedir que me concentre, además de que me haces palomitas y me dejas tumbarme. 

-¿Entonces que hago?- preguntó divertido apartando la mirada del ordenador- Debería atarte al sofá y obligarte a prestarme atención? 

-Sería una manera poco eficaz de utilizar los trucos de Christian Grey.

Ambos reímos, probablemente porque los dos recordamos la mayoría de los trucos que utiliza en la película y lo eficaces que son. Miguel volvió a mirar la pantalla del ordenador, por lo que aproveché y apoyé mi cabeza en su hombro. 

-¿Qué te parece Noruega?

-¿Estás de broma?- pregunté mirándolo. Él bajó la mirada y contestó con un sincero "No"- ¿Sabes el frío que tiene que hacer allí? 

-Yo puedo mantenerte calentita, si es lo que quieres- bajó un poco su cabeza para dejar un pequeño beso en mi frente y volver a mirarme. 

-Es enserio, tonto. Además, he oído que hay unos mosquitos tan grandes como elefantes. 

-Pero podríamos ver la Aurora Boreal- dijo ilusionado, aunque yo solo negué-. Vaaale... Pues... ¿Hawaii? 

-Después de verme diez temporadas de Hawaii 5.0 le he cogido bastante miedo. ¡No te rías! Tú sabes mejor que nadie lo locos que están los estadounidenses, mejor otro sitio. 

-Jess, mi amor- dijo más de broma que tiernamente-. Me has hecho tachar una página entera, nos estamos quedando sin lugares para visitar. 

-Es que no hay ninguno lo suficientemente bueno- sabía que Miguel estaba a punto de llegar a un punto de exasperación, pero no podía evitar pensar en todo lo malo que nos esperaba si decidíamos ir a cualquiera de esos sitios. 

-¿Qué te parece Tailandia?

-Ese ya lo has tachado. 

-Joder...- se pasó las manos por su cabello despeinándose más los rizos- Deberías decir tú algunas opciones porque a mí ya se me han acabado las ideas.

Dejó caer su espalda contra el respaldo del sofá. Se le veía bastante cansado. Tengo que admitir que después de tres horas buscando es lo normal, además en gran parte es mi culpa. Me acerqué más a él y me senté sobre su regazo para poder acunar su cara entre mis manos. 

-Siento no haberte ayudado, pero no me fío de esa agencia. Todos esos viajes parecen peligrosos.

-¿Qué tiene de peligroso Irlanda?- dijo divertido. 

-Pues que hay irlandeses- Miguel se llevó una mano al pecho y comenzó a reírse fuertemente. Crucé mis manos en mi pecho y esperé a que se secara las lágrimas- ¿Qué te hace tanta gracia?

-¿Por qué te dan miedo los irlandeses?

-¿Por qué te dan miedo las arañas?

-No es lo mismo.

-He dicho que Irlanda no- mi marido comenzó a reír de nuevo solo que esta vez apoyó sus manos en mis caderas y me llevó hasta él. Por muy mal humor que tuviera no podía evitar sentirme bien de esa manera. 

-Algún día tendrás que explicarme porqué te da miedo Irlanda- dijo mientras de acomodaba en el sofá. 

-Puede que algún día... Pero no va a ser hoy- pasé mis manos por sus rizos y besé su mejilla dulcemente. Él comenzó a mover sus caderas, por lo que paré-. No, ahora no. Tenemos que buscar algo antes de que se cierren los plazos. 

-¿Enserio que te interesa más eso- señaló el ordenador- que esto?- se señalo a sí mismo. Yo asentí e intenté girarme pero sus manos no me lo permitieron- Pues ahora yo no quiero. 

-Me da igual- dije riendo. Intenté girarme de nuevo pero tampoco lo conseguí.

-¿Sabes que si sigues haciendo eso me estás dando ventaja no?- dijo con una sonrisa coqueta. Entrecerré los ojos y comencé a soltarle manotazos. 

De esa manera empezamos a "pelear" y no sé cómo acabamos en el suelo. Por poco la televisión, el ordenador y todo lo que se encontraba en la mesilla nos acompañaron pero Miguel fue más rápido y paró su caída a tiempo. 

-Uff, por poco- dije desde el suelo. 

-Deberíamos haber tenido más cuidado... 

-Y que lo digas- contesté. Fui a levantarme para ayudarlo, pero al levantar la vista y ver uno de nuestros puzzles, enmarcado y colgado de la pared, me detuve. 

-¿No vas a ayudarme?- preguntó ofendido intentando sostener todos los objetos.

-Dinamarca. 

-¿Qué?

-¡Dinamarca! ¡Dinamarca es el lugar perfecto! Además podríamos cruzar a Noruega y ver tus malditas luces, ¡DINAMARCA!

-¡DINAMARCA!- chilló él conmigo.

-¡DINAMARCA!- gritamos al unísono. 

-Ahora, ¿puedes ayudarme?

-Ah, sí, claro- me acerqué a él y besé sus labios de la emoción. Miguel cerró sus ojos por un momento y se le cayeron las dos tazas que sostenía.

-Tenía que pasar. 

One shots multifandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora