"Te pongo sobre la marcha; hace un par de semanas atrás, Jamie me pilló haciendo cosas privadas en mi habitación, y sin ser nada más que amigos se me unió. Literalmente.
No se qué hacer ahora, todo es muy tenso entre nosotros, necesito tu ayuda. Llámame cuando veas este mensaje Jane, de verdad necesito una amiga en estos momentos."
Pulsé enviar y al de unos segundos apareció el icono de enviado. Estoy muy deprimida con todo este royo con Jamie, siempre soñé con hacerlo con él, pero no de esta manera.
Lo peor es que a él no parece importarle, pues al día siguiente se acercó a mí como si nada. Pero yo me alejé. Ahora no se de quién es el problema, si mío o suyo. De repente mi móvil vibra indicando un mensaje nuevo.
"Deberías hablar con él, puede que lo ayais entendido de diferentes maneras, ¡Ánimo amiga, tú puedes! No dejes que la vergüenza te aparte de la persona que te gusta, que te ha gustado desde siempre."
"Hayáis*"
Tiene toda la razón, deberíamos hablar. Asi que le mandé un mensaje y la verdad, me alegro de tener una amiga como Jane. Sino fuera por ella, ahora mismo no sería novia de una chico genial y ademas guapo.
*******
—¿Quieres algo de comer cielo?— le pregunté a mi novio, vivíamos juntos desde hace casi un año. Y ahora yo me estaba muriendo de hambre, y él estaba tumbado en el sofá. Hace un día de perros, por lo que decidimos quedarnos en casa.
—No, no hace falta.
—Está bien...
Mientras yo me preparaba una taza de chocolate con churros, él no despegaba la mirada del televisor. Maldito fútbol, distrae a los chicos de todo el mundo haciendo que no se fijen en lo que quieren y en quien tiene a su lado.
Cuando se acabó de calentar, me senté a su lado con la taza echando humo.
—¿Qué bien huele, no?— dijo mientras olía el aire y se acercaba a mí. Pero antes de que pudiera tocar algo de MI comida le dí un manotazo.
—Ni se te ocurra Campbell, ya te he preguntado haber si querías y tu respuesta ha sido que no. Ahora te jodes por idiota y adicto al fútbol.
Después de un par de goles, cuando mi taza estaba medio vacía, se acercó y me besó. Y no fue un beso por placer, fue porque quería chocolate y yo tenía toda la boca llena de eso.
Lo que él no se esperaba es que yo intensificara el beso, haciéndolo apasionado. Él, como el muy hombre que es, no se quedó atrás y metió su lengua en mi boca. Obviamente en busca de algún rastro de chocolate.
Cuando menos se lo esperaba, dejé la taza en la mesa del centro y me subí en su regazo.
—Sabes que no puedes engañarme— dije en su oído mientra comenzaba a moverme sobre su amigo— pero ahora que ya has probado lo que querías tendrás que dejarme en paz...
Soltó un gemido acompañado por un gruñido, lo primero por la erección de su miembro y la segunda por que paré de moverme. Pero como ya estaba caliente, cogió mi cintura y empezó a moverme.
—Para ya Jamie, te tendrás que meter en la ducha si quieres para eso, pero no recibirás mi ayuda.
—Solo me hace falta mirarte para recibir tu ayuda— dicho esto se bajo los pantalones de pijama mostrando su sexo. Levantó la mirada hacia mí, y comenzó a mover su mano de arriba a abajo.
—Está bien, no me es necesario ver todo esto— dije y me levanté dispuesta a ir a por otra taza de chocolate.
—Yo no te puse excusas cuando te pillé haciendo lo mismo, es más, ¡te ayudé y todo!
Puede que llevásemos mas de un año saliendo, y casi un año viviendo juntos, pero ese comentario hizo que mis mejillas se tiñeran de un rojo vivo.
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One shots multifandom
FanfictionPequeñas historias de todo tipo, cada una con diferente sentimiento. PEDIDOS ABIERTOS