86- Jacob Elordi

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Dedicado a LupexMB  Espero que te guste!!!



-Abbie... Mira- giré la cabeza en cuanto Jenn me llamó mi atención- ¿Estás bien? 

-Sí... ¿Por qué no iba a estarlo?- dije mientras sorbía mi café. Jenn me miró apenada. Extendió su mano y acarició mi brazo- No te apures, no me importa. Además, no creo que nos vea. Hay mucha gente aquí. 

-Pues parece que hoy no es tu día...- Jenn se llevó la taza a los labios y rodó los ojos. 

-¿Abbigail, Jennifer..? Cuánto tiempo, chicas- escuchar su voz a mi espaldas hizo que un escalofrio recorriera mi cuerpo de arriba a abajo.

-Hola, Jacob- saludó mi amiga mirando detrás de mí. Bajé mi taza y me giré en la silla. Tuve que alzar la mirada más de lo normal, ya había olvidado lo alto que era.  

-¿Puedo sentarme?- preguntó señalando la silla vacía a mi lado. Me encogí de hombros como respuesta, cosa que él tomó como un sí- Bueno, ¿y qué tal os ha ido la vida?

-Bien, ya sabes, nada especial- comentó Jenn-. Yo todavía sigo trabajando en la cafetería, pero aquí tu amiga, Abbie, ha conseguido un puesto en el bufete. 

-¿¡Enserio!? ¡Qué pasada, Abbie!- me miró entusiasmado, con una de sus limpias y honestas sonrisas. Yo solo pude darle un amarga a cambio. 

-¿Y tú qué tal?- preguntó mi amiga- Veo que eres bastante famoso. 

-Lo cierto es que me va muy bien.

Jacob iba vestido con jeans oscuros, sudadera oscura, gorra y gafas de sol. Ni siquiera sabía como es que Jenn lo había reconocido, pues cuando se fue ambas decidimos no ver ni hablar sobre nada que tuviera que ver con él. Puede que su gran estatura le hubiera dado una pista a mi amiga. 

-Tengo un nuevo proyecto entre manos, por eso que estoy aquí- dijo sonriente. Jenn y él se pasaron una hora hablando, yo de vez en cuando asentía o negaba, nada más. 

-¿Puedo pediros un favor chicas?- preguntó una vez acabamos los cafés. 

-Claro- respondió mi amiga de vuelta.

-¿Puedo quedarme en vuestro apartamento por una noche?

-Ya no vivimos juntas.

-Sí, Jenn se ha echado novio y ahora viven juntos- dije rodando los ojos. 

-No me digas- Jacob rió mirándome-. Entonces ... ¿Me puedo quedar contigo, Abbie?

-La verdad es que solo tengo una habitación, así que...

-Da igual- me cortó-. Puedo dormir bien en el sofá. 

-En ese caso, yo me voy- Jenn se levantó y se fue. 

-¿Vamos ha hacer algo?- preguntó -Jacob cuando nos quedamos solos. 

-Ir a casa y dormir- dije recogiendo mis cosas.

-¿No te apetece ver una película o algo?- dijo acompañándome- Acaba de salir la segunda de The kissing booth, muy buena por cierto. 

-No has cambiado ni un poquito- le dije divertida. 

-¿Por qué iba a hacerlo?- respondió. Me encogí de hombros y no volví a soltar palabra hasta llegar a casa. 

-Si quieres mantas o comer algo ya sabes donde encontrarlo todo- lo dejé solo en el salón y me metí en mi habitación. 

Oí como murmuraba, cogía cosas, encendía la televisión y se acomodaba en el sofá. Puede que me hubiera comportado mal, pero no podía soportar verlo tan contento. No desde que se fue y de alguna manera me dejó. Sé que jamás llegué a decirle nada, pero siempre creí que mis sentimientos hacia él eran obvios. 

Mientras me ponía mi pijama me, escuché un chispazo y la luz se apagó. Maldije, pero no salí. 

-¿Abbie?- mi nombre resonó desde detrás de mi puerta- Se ha ido la luz.

Jacob asomó la cabeza por mi puerta.

-No me digas- le respondí sin mirarlo. Por los ruidos de antes, era más que obvio que iba sin camiseta. Cosa que no mejoraría mi humor hacia él. 

-¿Por qué están tan enfadada conmigo, Abbs?- preguntó entrando completamente y apoyándose en el marco de la puerta. 

-No estoy enfadada- respondí aún sin separar mi mirada de la pantalla de mi teléfono. 

-¿Entonces por qué te comportas así? Creí que éramos amigos. 

-Puede que lo fuéramos... Pero eso fue hace tiempo. Las cosas cambian. 

-A qué te refieres.

-Nada- me giré a verlo por primera vez en toda la tarde-. La luz volverá dentro de un par de horas, no te preocupes. 

-No me importa la estúpida luz- dijo acercándose a mí-. Quiero saber porqué me evitas, Abigail. 

-¿De verdad que no te has dado cuenta?- me subí a la cama para intentar tener una conversación con él sin tener que romperme el cuello- Después de tantos años... Parece mentira...

-¿Cuenta de qué? 

-De que me gustas, ¡pedazo de tonto!- le grité con las lágrimas de impotencia a punto de salir- Siempre hemos sido tú y yo contra todo... ¡Al final no pude aguantar mis sentimientos y cuando llegó el momento de confesar te marchaste sin avis..! 

Jacob cogió mis mejillas entre sus grandes manos y atrajo su cabeza a la mía. Ni siquiera pude procesar lo que estaba sucediendo a tiempo. Puede que no tuviera la suficiente fuerza de voluntad, o puede que no quisiera empujarlo. De igual manera, no hice nada para separarnos. 

-¿Qué haces, idiota?- le dije en un susurro cuando nos separamos. 

-No quise irme de ese modo... Pero no tenía tiempo...- acarició mis mejillas dulcemente, secando mis lágrimas- Aunque ahora sí lo tengo y quiero aprovecharlo...

-¿Quieres... dormir aquí... conmigo?- abrí los ojos en el momento exacto que él abrió los suyos y sonrió. 

Nos tumbamos en la cama, yo con mi cabeza sobre su pecho mientras acariciaba mi cabello. 

-Podría costumbrarme a esto... 

-¿Cuándo vas a volver a irte?- pregunté triste.

-No quiero pensar en eso ahora... Aunque da igual cuantas veces me marche, siempre voy a volver a ti. 

One shots multifandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora