-Nate Bro, creo que de estas Navidades no pasa- él solo me miró confundido- digo que voy a declararme a Brook.
-Eso llevas diciendo tres años...
-Pero esta vez estoy muy convencido y...
-Tambien estabas muy convencido la otra vez...
-¡Quieres hacer el favor de callarte de una buena vez! Si no me crees hagamos una apuesta
-Está bien, cincuenta dólares si no te declaras
-Hecho.
***
-¿Podemos empezar a cenar ya? Estamos todos...
-Esta bien, comeremos el pollo de segundo.
Estábamos en mi piso Nate, Brook, Ana (un ligue de Nate), los Jacks, Madison y yo. Brook estaba a mi lado en frente tenía a Nate.
-Bien, pues quiero que sepáis que hoy hay una sorpresa para uno de vosotros.
-¿Por una vez en tu vida le has comprado algo útil a tu amigo invisible?- todos rieron, incluido yo.
-No, es una sorpresa muy sorprendente.
BIP,BIP,BIP
-Voy a por el pollo- dijo Brook
-Yo te ayudo- me levanté junto a ella, y cuando estábamos por entrar a la cocina J nos paró.
-¡Hey chicos! Mirad para arriba- muérdago sobre nuestras cabezas, sonreí en dirección a Nathan- ¡Beso, beso, beso!
Comenzaron a gritar, Brook me miró y yo la cogí de la cintura acercándola a mí. A penas quedaban unos centímetros para juntar nuestros labios, cuando de repente aparta su cabeza y estornuda.
-Oh, se me olvidaba que Brook era alérgica al muérdago- dijo Gilinsky, Madison le dio una colleja.
-Estupido, si lo hubiéramos sabido hubiéramos comprado de plástico y se hubieran besado, ¡bobo!- todos miramos mal al idiota de Jack.
-¿Me ayudas con el pollo, Sammy?
-Sí, voy.
***
-Te estás quedando sin tiempoo- me susurró Skate, yo apreté los puños. Quedaban dos horas para las doce.
-¿Jugamos a prueba o verdad?- propuso Ana, todos asentimos. Esta era mi oportunidad.
-Bien- dijo Madison- Brook, te reto a estar 7 minutos en el paraíso con la persona que la boteña eliga.
Johnson giro la botella y "disimuladamente" Ana la paró delante de mí. Qué grandes amigos tengo.
Sonreí hacia la rubia, ella bajó la cabeza sonrojadísima. Nos levantamos y nos metimos en la habitación más cercana.
-Creo que tenemos algo pendiente...- le susurré, la atraje hacia mí y posé un mechón de su cabello detrás de su oreja.
-Ha sido por culpa del idiota de mi hermano...
-Ya bueno, tú también podrías haber comentado tu extraña alergia...
Río, y pasó sus brazos por mi cuello. Lentamente nos íbamos acercando, solo unos centímetros nos separaban.
BUM
-¡IDIOTA!
-Mierda puta...- susurré contra sus labios.
-Creo que alguien nos estaba espiando... Vamos a salir, ya habrán pasado los 7 minutos.
Me resigné. Mi plan era no soltar su cintura, pero Gilinsky abrió la puerta provocando que Nate cayera.
-Hola- dijo. Yo le puse una mala cara, pero Brook le respondió como si nada. Después de ayudar al tatuado a levantarse salió de la habitación.
-No vale lo que acabas de hacer, estaba apunto de besarla.
Río- recuerda que la apuesta no era tener que besarla, era que tenías que declararte.
Mierda. Tenía razón.
-Joder, tengo que apresurarme...
-Ya estoy saboreando una hamburguesa con patatas...
-Te recuerdo que todavía no has ganado.
***
Acabábamos de abrir los regalos, y por arte de magia Maddie y Jack habían desaparecido.
-Creo que nosotros vamos a desaparecer igual que los dos tortolitos.
-¿No puedes esperar a probar tu regalo?- le pregunté a Nate, pues Johnson le había regalado unos condones con sabor.
-Nadie se resiste a mis regalos- alardeó el rubio.
-A los mios tampoco- dijo Ana- fuera de aquí Jack
-¿Pero por qué? ¡Yo me quiero quedar...!- La morena le lanzó una mirada y Jack, sin decir nada, se levantó y se fue- Ha sido más fácil de lo que creía.
-Vamos cielo. Suerte tortolitos...
-Brook, tengo que decirte algo...
-Yo a ti también Sammy... Pero tú primero- me sonrió, y los elefantes empezaron a saltar en mi estómago.
-Bien, bueno Brook, hace unos años que yo... Mmm... Amm...
-¿Sabes que? Mejor te lo digo yo primero. ¡Me voy a mudar!- medio gritó, y mi corazón se paró por un momento- ¿No estás contento?
-Sí, claro que sí.
-Samuel, ¿qué te pasa? Sabes que esto es importante para mí.
-Pues no estoy nada contento, ¿Sabes por qué?- ella negó- Pues eres ciega, porque siempre que puedo intento besarte abrazarte, estar cerca de tí. Y eso lo hago porque me gustas, me gustas mucho te amo joder- me lavanté, y ella también. Me agarró de los antebrazos para que parara de moverlos- y... Hoy he estado más pesado que nunca porque Nate se cansó de escucharme fantasear sobre ti, y apostamos, y necesito decirte que me gustas para que me de cincuenta dólares y poder salir por fin contigo...
-Te iba a pedir que te mudaras conmigo, pero ahora no creo que haga falta....
-¿Eso un: Sammy tú también me gustas y quiero que seas mi novio?
-Por supuesto- tiró de mí y junto nuestros labios. Hacía mucho tiempo que deseaba hacer esto, sabe tan bien.
Puso una mano en su cintura y la otra en su nuca, para atraerla hacia mí. Profundicé el beso.
-Tranquilo Samuel, el resto lo dejamos para casa- sonreí, y ella dejo un beso caso en los labios.
-No me voy a cansar jamás de tu labios...
-¡Me va a dar diabetes! ¡Yo también quiero una novia!- lloriqueó Johnson.
Nosotros solo nos limitamos a reír.
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One shots multifandom
Hayran KurguPequeñas historias de todo tipo, cada una con diferente sentimiento. PEDIDOS ABIERTOS