12- Miguel Herran

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Dedicado a 09elenagordo
Sé que he tratado mucho más de lo que te dije y lo sientooo
De todas formas aquí lo tienes, ¡Espero que te guste!


Lentamente abría los ojos. Parecía no tener muchas fuerzas, cosa que era normal; teniendo en cuenta que acababan de operarlo y aún seguía entubado por todos lados.

-Has venido...- susurró una vez consiguió enfocar mi cara.

-¿Creías que no vendría?- pregunté suavemente sentándome junto a él, intentando no molestarlo- ¿Qué tipo de novia me haría eso? 

-La mejooor de las novias- dijo arrastrando las palabras. Yo reí, jamás había pensado que verlo delirar a causa de la morfina fuere tan gracioso y tierno a la vez- ¿De qué te ríes? 

-De nada, solo estoy muy contenta de que todo haya salido bien- le dije acariciando su cabello rizado lentamente. Miguel hizo que me tumbase junto a él para que pudiese acomodar su cabeza en mi hombro. 

-¿Estoy fuera de peligro?- preguntó mientras unía nuestras manos y entrelazaba nuestros dedos. 

-Jamás has estado en peligro... Y la verdad que menos mal, no me quiero imaginar a tu madre si llegas a estarlo- Miguel rió. Me gustaba escuchar su risa. 

-¿No deberías llamar a algún médico o algo?

-¡Ostias! ¡Sí!- me levanté rápidamente y coloqué mi falda en su lugar- Ahora vengo. 

Lo último que escuché fue su risa de nuevo, lo que provocó que sonriera. Era innegable, era mi debilidad. La doctora que me atendió era bastante agradable, aunque no puedo decir lo mismo de la enfermera. 

-¿Te ha dolido?- le pregunté a mi novio después de que le inyectaran algo. 

-No, que va. Simplemente ha sido un lanzamiento de jabalina perfecto- esto último lo dijo con un tono más elevado, como si intentase hacérselo saber a la enfermera. Cosa que creo que funcionó, pues esta se dio la vuelta y nos penetró con una mirada mortífera-. Vaya... ¿Sabes a quién me recuerda? 

-Sorprenderme- le dije sonriente volviendo a tomar asiento a su lado. 

-¿Te acuerdas de la señora gorda de Monstruos S.A.?- no pude retener la enorme carcajada que salió de mi garganta- Mmh, parece que sí te acuerdas. 

-¿¡Cómo olvidarlo!? Me hiciste ver esa película como un millón de veces- ambos comenzamos a reírnos como locos, ni siquiera nos importó que la señora "Roz" entrase a revisar algo. 

-Helena- llamó mi atención después de que nos calmásemos-. Cuando salga de aquí... ¿Podemos ir al  circo? He descubierto que me gustan los dinosaurios. 

-Dirás elefantes.

-No, dinosaurios- lo miré directamente a los ojos intentando descifrar lo que decía-. Me ha gustado mucho los cuentos que me habéis estado leyendo.

-¿Nos escuchabas?

-Sí... Era como estar en un sueño... Con tu voz de fondo...

-Me estás haciendo replantearme el darte morfina para desayunar si vas a seguir siendo así de adorable- acaricié su pecho sobre la bata de hospital que seguía llevando.  

-No es la morfina, eres tú. No sé qué me haces que me siento como si estuviera volando con un gorrocóptero.

-Deberías de dejar de ver programas para niños, solo te recuerdo que tienes 24 años. 

-Nunca es tarde para dejar de soñar.

-¿Ahora te vas a poner poético?- al parecer, Miguel había dejado de prestarme atención y se estaba centrando más en mi cabello- ¿Te diviertes?

-Tu pelo es como un plato de spaggetis planos...

-¿Es eso un cumplido?

-Sí, los spaggetis están buenos y tú también. 

-Bien tortolitos tenemos que desentubarte y recetarte algunas pastillas y ejercicios para refortalecer tu sistema inmune- comentó la doctora entrando a la sala. 

-Debo irme- le dije dejando un beso casto en su frente.

-¡Nooo!- dijo estirando su mano hacia mí- Aquí mejor. 

Señaló sus labios. Tanto la doctora como yo reímos. Me volví a acercar a él y me incliné para besar sus labios tranquilamente. 

-Nos vemos luego- me separé y vi como agitaba su mano hacia mí. 

One shots multifandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora