—No creo que sea buena idea, además estamos lejos...
—Puede que sí, ¿pero que más da...?
Iba hablando con los Jacks, todos íbamos camino del centro comercial.
Bart nos a dejado unas semanas libre para relajarnos.No lo parece, pero eso de viajar todo el rato y hacer el idiota por más de una hora cansa.
Pero me encanta, no me voy a quejar. Es lo mejor que me pudiera haber pasado.
Mientras la conversación transcurría, sin querer, me choque contra alguien:
—Perdona no estaba prestando atención...
—¿Maya?
—¿Hamilton?
—¿Qué estás haciendo aquí?— dijo y me abrazó fuertemente; yo no iba a quedarme atrás, así que la atraje a mi cuerpo— Has crecido mucho desde la última vez...
—Tú sigues igual de pequeña, Hobbit— sacó la lengua y me golpeó en el brazo.
Para entonces los chicos ya habían hecho los típicos ruiditos y se habían reído. Pero hicieron algo que no creí que fueran capaz de hacer: se fueron.
—¿Qué tal te va todo?— preguntó con una sonrisa.
—Sigues igual que hace seis años...
—Gracias, Hamilton
—Am... Ahora soy Nash— su sonrisa se desvaneció, y sin ningún motivo, me sentí mal.
—Pues yo sigo siendo Maya McLean— ahí estaba el problema. Mierda. La he cagado.
—Maya... Yo, lo siento... No sabía que
—Es igual, no va ha cambiar nada. Estoy acostumbrada.
Sin más, abrí mis brazos, y envolví su cuerpo entre estos.
—¿Te gusta tu familia?— preguntó con la voz distorsionada por estar contra mi pecho.
—Sí... Son todos muy agradables y, además, gracias a mis amigos me he hecho famoso. La verdad no sé porque no nos has reconocido...
Se separó bruscamente de mí y negó con la cabeza.
—Hay gente que sólo tiene un pequeño piso en un barrio peligroso, tiene tres trabajos y está ahorrando para comprar un teléfono táctil.
—Siempre creí que te adoptaron... ¿Qué te pasó?
—No tiene porqué haber una razón... Pero no caigo bien, he estado cuatro casas de acogida... Hasta que hice la mayoría de edad y no me dejaron volver...
—¿Te gustaría venir a cenar a casa? Puedes conocer a mi familia, son muy majos...
—¿Por qué no lo entiendes Hamilton...?
—Grier.
—Grier. No estoy hecha para estar en una familia, no soy ese tipo de persona...
—Puede enseñarte entonces... Pu des cambiar, como yo; ahora soy feliz.
—No a todos nos hace feliz lo mismo, me gusta mi vida. Por una vez estoy feliz, y un niño rico no va a cambiar nada... No te conozco Nash Grier.
—¡MAGCOOOOOON!
No me importa sacarme fotos con mis fans, donde sea o como sea, pero ojalá nunca hubieran venido donde estaba.
—Hola chicas...
Cuando comencé a sacarme fotos, vi como Annie se alejaba. Y en ese momento, rompí la una promesa que he estado guardando durante 18 años.
Cuando hice mi primera entrevista para la adopción, me prometí que si me acogían, contarle todo a Anne.
Me llevaba gustando durante muchísimo tiempo, y ahora, que está mi oportunidad, la he cagado. Y es la peor sensación que uno pueda sentir.
"Maya, si alguna vez nos volvemos a ver, recuerda que te quiero"
Pulsé enviar, y la presión en mi pecho bajó un poco.
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One shots multifandom
Hayran KurguPequeñas historias de todo tipo, cada una con diferente sentimiento. PEDIDOS ABIERTOS