One shots multifandom

31-Jack Johnson

—Estoy agotado tíos, me voy a ir a casa...

—Sí yo también, además tengo a mi madre en casa. Solo de pensar en la cena que habrá hecho, se me hace la boca agua...— dijo Gilinsky.

—Sí... Yo tengo a una amiga esperándome— ahora fue Nate.

—No se como lo haces, pero siempre tienes compañía. Enséñame maestro— le dijo Sammy poniéndose de rodillas.

—Un mago nunca revela sus secretos.... ¡Adiós chicos!

—Sí, bueno. Tampoco hay que hacer magia para eso— le dijo G a Sammy— mira al teñido, que de seguro al llegar a casa le espera una noche movidita...

—Callaros, estoy muy cansados para nada de eso. Pero si lo quieres lo tendría, y vosotros no. Adiós...

—¡Ohhhhhhhhh!— incluso con la puerta del estudio cerrada pude oír sus risas. Idiotas.

*****

—¡Estoy en casa!

—Johnson...— su sonrisa se borró en cuanto vio mi cara— ¿Qué pasa, cielo?

Se acercó a mí, y tomó mi cara entre sus manos. Por inercia puse las mías en su cintura y la pegué más a mí.

—Tienes una carita...— acunó mi cara mientras acariciaba mis mejillas. Se sentía tan bien que no pude resistirme en cerrar los ojos.

—Si no quieres que me duerma de pié, te recomiendo que dejes de hacer eso.

Se hizo a un lado y entré en nuestro apartamento. No era muy grande, pero tenía un buen tamaño para los dos.

Me costó tres segundos tirarme a la cama. Cuando estaba por dormirme completamente, noté como Lauren me quitaba las zapatillas.

—Gracias cielo— logré decir con la cara contra la almohada.

—Shh.... No hables— mientras decía eso se acercaba a la puerta— ahora vuelvo, no tardó...

—Aja...

****

—Tendrás morro...— no tardó más que unos minutos en volver, pero para entonces yo ya había encontrado una postura cómoda. Para su mala suerte, estaba ocupando toda la cama y la almohada— ¿Qué se supone que tengo que hacer ahora?

Después de eso, oí el disparo de un flash. La muy maldita me había sacado una foto.

—Deja de sacar fotos y ven a aprovechar los momentos de cansancio de tu novio...

Cómo respuesta, se tumbó a un lado mío.

—Ven aquí...— me hizo girar para acabar poniendo mi cabeza entre en hueco de su hombro y cuello. Para un mejor postura, pasé mi mano pos su cintura y en consecuencia la mitad mi cuerpo quedó arriba del suyo— ¿Estarás como no?

Iba responderle, pero comenzó a hacer caricias en mi pelo. Se me escapó un pequeño gemido de placer. Después de estar varias horas encerrado en un cuarto enano con olor a porro, agradecía estar así con la chica que amo.

—No sabes lo feliz que me haces, Lauren... No sé qué haría sin ti, te quiero mucho...

—Yo también a ti...— la apreté más aún y dejé un beso en su cuello.

—Cuando tengamos nuestro primer mini-yo te quitará el puesto, pues tendrá que ir encima de mí....

—No te lo crees ni tú, además ¿Cómo sabes que será niña? Puede que sea un mini-yo, pero bueno tenemos tiempo de discutirlo hasta que te quedes embarazada...

—Amm, Jack

—¿Sí cielo?

—Estoy embarazada....

—Ya... Me lo imaginaba... ¡Espera, que!

—Tienes que andar con más cuidado la próxima vez con el condón. Lo rompiste.

—Eso es por el tamaño de mi...

—¡Calla! No hace falta que lo digas, ya se el tamaño, gracias... De todas maneras, ¿Tú no estabas muriéndote de sueño? Pues venga, a dormir.

—¡Pero estás embarazada, ahora no voy a poder dormir en días!

—Relájate, y empieza a pensar en un nombre para él o para ella...

—Joder, ahora te quiero... Os quiero más que antes...

Baje mi cuerpo hasta que mi cabeza quedó recostada en su abdomen.

—Acabo de enterarme de que estás ahí adentro, y ya quiero tenerte aquí afuera— deje un beso y miré hacia arriba— no llores mi amor...

Pasé mi palma por sus mejillas intentado secar sus lágrimas. Volví a subir y besé sus labios.

—No tienes ni idea de lo tierno que luces haciendo eso...

—Tu siempre luces tierna, y espera a que te salga una enorme panza... ¡Eso va a ser la gloria! Aunque tendré que hacer planos para abrazarte...

Sus mejillas tomaron un color rojo, y yo me limité a soltar una carcajada. Volví a dejar mi cabeza en su hueco del hombro y está vez cerré los ojos.

Solo me hizo falta el imaginarme a mi hijo o hija corriendo por la casa para cerrar los ojos y caer en un sueño profundo...